Con el fichaje de Tyson Carter, el Unicaja ha completado el lavado de cara prometido por el presidente Antonio Jesús López Nieto al final de la temporada pasada, que calificó como fracaso, sin medias tintas. Dijo que había que hacer borrón y cuenta nueva y hacer entre ocho y nueve fichajes. Carter, procedente del Zenit de San Peterburgo, es el noveno y ya se sabe cómo será el nuevo Unicaja de Málaga.
La primera decisión del club fue amarrar la continuidad de Ibon Navarro en el banquillo cajista. El vasco llegó avanzada la temporada y no consiguió enderezar el rumbo de un curso errático en el que no se consiguió ningún objetivo: ni Copa del Rey, ni playoff, ni Final Four de la BCL.
Junto con la continuidad en el banquillo, tres jugadores serán los que seguirán vistiendo la camiseta cajista. El nuevo capitán Alberto Díaz, Jonathan Barreiro y Darío Brizuela. El resto, todos serán caras nuevas para completar la plantilla de doce jugadores.
El escolta Tyson Carter se suma al base Kendrick Perry, al alero Nihad Djedovic, al otro escolta Tyler Kalinoski, los pívots David Kravish y Augusto Lima y los ala-pívots Will Thomas, Melvin Ejim y Dylan Osetkowski.
De los nueve, tres vuelven a la que fue su casa: Will Thomas, Lima y Ejim.
Con estos fichajes se cumple lo que aseguró Antonio Jesús López Nieto. Se pone fin a la nacionalización de la plantilla y se ha dejado de mirar el DNI de los jugadores que se podrán la camiseta del Unicaja, que este año rememora las del Caja Ronda y el Mayoral Maristas ya que se cumplen 30 años de la fusión.
Con estas incorporaciones se busca reforzar el aspecto físico de una plantilla que tiene que ir más acorde con el baloncesto que se juega en la actualidad en Europa.
Junto a esos nombres, habrá que tener en cuenta el del canterano Mario Saint-Supery, que -según confirmó el propio presidente- tendrá su espacio dentro de la plantilla. El joven base de 16 años ha tenido un verano sabático a petición del club, por lo que no ha estado en la cita con la selección española sub-16 en el europeo.
En cuanto al capítulo de salida, la más destacada y dolorosa ha sido la del capitán Carlos Suárez, que cerró un ciclo en Unicaja siendo el último jugador cajista en levantar un trofeo, la Eurocup en 2017. Suárez puso fin a nueve años como jugador del Unicaja pero no a su carrera.
También se despiden del equipo jugadores que han dejado huella en la afición como Jaime Fernández o el marbellí Rubén Guerrero. Otro que dice adiós es Tim Abromaitis tras dos temporadas en la disciplina cajista. Lo mismo que Francis Alonso, que también dejó una emotiva despedida en las redes sociales y que jugará en el Bilbao Basket después de dos años en Unicaja.
Kravic, Matt Mooney, Axel Bouteille y Cameron Oliver son los otros jugadores que jugaron de local en el Martín Carpena la anterior temporada.
A estos hay que sumarle a Yannik Nzosa, elegido en el draft de la NBA por los Washington Wizards pero que continuará su formación en Europa. Unicaja, propietario de sus derechos, lo cede al Coosur Real Betis.
Con el lavado de cara completado, ahora llegan los retos y los objetivos; el primero, superar la fase previa de la Basketball Champions League (BCL) en el mes de septiembre para competir la próxima temporada en Europa.
En la competición doméstica, Copa del Rey y Playoff son dos obligaciones para que el Unicaja esté donde ha estado siempre.