Se suele decir que después de la tormenta llega la calma, sin embargo, este dicho no es aplicable para el Unicaja Málaga. Tras el seguro intensísimo fin de semana, repleto de emociones, en el que tanto el cuerpo técnico como los jugadores del conjunto malagueño han tenido que enfrentarse a dos importantes partidos para ganarse el pase a la Basketball Champions League (BCL), los cajistas no tienen tiempo ni para celebraciones ni para descansar. Toca seguir trabajando para poder enfrentarse el viernes al Kazoo Zaragoza, el primer partido de la Liga Endesa.
Los de Ibon Navarro vienen de una temporada 2021-2022 desastrosa: en la BCL fueron eliminados en cuartos de final, y en Liga Endesa tuvieron que luchar por no descender. ¿El resultado? Tras una larga pretemporada, el Unicaja ha tenido que enfrentarse a dos partidos decisivos para empezar la temporada. No obstante, los malagueños han hecho su trabajo: ganar la fase previa ante el Heroes Den Bosch primero, y ante el Patrioti Levice después, para entrar por segunda temporada consecutiva en la Basketball Champions League.
Se podría decir que el comienzo pintaba feo: la falta de cinco jugadores internacionales para el inicio de la pretemporada y la construcción de un equipo completamente nuevo son dos desventajas que han condicionado el juego del Unicaja desde el principio. No obstante, Ibon Navarro ha sabido adaptar al equipo a la situación en la que estaban.
De los doce jugadores de la plantilla cajista, tan solo tres figuraban en el conjunto verde la temporada pasada. Esto quiere decir que el Unicaja es aún un equipo en proceso de construcción. Hasta la llegada de Kendrick Perry, se ha escuchado a Ibon Navarro hablar de la falta de base hasta la saciedad, concluyendo siempre en que la incorporación del base ayudaría a la formación del juego en equipo, a que cada jugador pudiera asumir su "posición natural", como apuntó el técnico cajista en la rueda de prensa después de la Copa de Andalucía.
A juzgar por lo que se vió el pasado viernes 23 y el domingo 25 de septiembre, parece que Navarro estaba en lo cierto: la existencia de un base "natural" ha permitido un ataque más organizado, que los jugadores jueguen más cómodos y que roten más. Contando con más de un jugador por posición, Ibon Navarro puede hacer más cambios, de manera que los jugadores pueden descansar más. ¿El objetivo? Crear un equipo defensivo de los pies a la cabeza. Los cajistas tienen el ejemplo en su compañero Alberto Díaz. Durante los partidos de la selección española en el Eurobasket, los españoles han podido disfrutar de la defensa del pelirrojo, cuya entrada en el campo suponía el alza del +/– español.
Observando los dos últimos partidos, los únicos en los que ha estado el equipo al completo, el conjunto cajista cuenta con una plantilla bastante equilibrada, contando en cada posición con un jugador más defensivo y otro más ofensivo. En la posición de base, Ibon Navarro cuenta con Alberto Díaz (defensivo) y con Kendrick Perry (ofensivo); como escolta, Carter, Kalinoski y Brizuela, tres jugadores bastante "todoterreno"; en la posición de alero, Barreiro y Djedovic son otro ejemplo de jugadores polifacéticos, si bien es cierto que se puede esperar mucha anotación del bosnio.
En cuanto a los jugadores interiores, Osetkowski es un ejemplo claro de jugador anotador, que además, siendo interior, es un hombre muy móvil, capaz de llegar a una defensa en el triple, de penetrar desde 45 grados o de enganchar un mate desde la zona, como ya ha demostrado en sucesivos partidos. Por otro lado, Augusto Lima, un jugador también interior al cual interesa mantener debajo del aro, al igual que a Kravish. Aunque son dos jugadores distintos: el primero más defensivo y el segundo más ofensivo, para ambos su sitio está debajo del aro, donde puedan hacer un tapón o un par de fintas para terminar dejando la bola dentro del aro.
Por último, Will Thomas y Melvin Ejim, dos ex del Unicaja que vuelven para recuperar las sensaciones de la 'marea verde'. Ambos son tan complementarios como Díaz y Perry: Ejim aporta la defensa dentro de la zona mientras que Thomas anota los puntos.
Con una plantilla tan completa parece fácil soñar con un oro en Champions. Si bien es cierto que, a priori, deberían figurar entre los favoritos, en el grupo G figuran dos equipos que en la temporada pasada fueron eliminados en semifinales en sus respectivas ligas nacionales: JDA Bourgogne Dijon y el Dinamo BDS Sassari.
En cuanto a la Liga Endesa, el equipo malagueño no puede hacer menos que superar su temporada pasada. En la Liga ACB compiten jugadores de máximo nivel a los que el Unicaja Málaga puede plantar cara si continúa en la dinámica que el técnico Ibon Navarro está comenzando a dibujar: defensa intensa a todo campo y puntos fáciles en contraataque. Se avecina una temporada ilusionante.