El Unicaja de Málaga le ha dado un giro al guion de este 2022 con un final de año ilusionante que permite a la afición cajista esperar alegrías de lo que viene. El conjunto cajista se ha impuesto en el Martín Carpena al UCAM Murcia 82-66 para casi certificar su clasificación para la Copa del Rey y para volver a la senda del triunfo que había abandonado en los últimos dos partidos. Lo del Palau fue para poner los pies en el suelo, y lo de la BCL, sin nada en juego, un accidente.
Parecía que iba ser un bonito duelo de talento exterior, que en los casos de los bases Thad McFadden y Tyson Carter eleva la calidad a la máxima potencia. Fueron los dos primeros en acaparar protagonismo en un primer cuarto donde el UCAM Murcia comenzó con una defensa muy revolucionada.
Se aventajaron los de Sito Alonso hasta que Carter comenzó a flotar por la pista de un Carpena lleno, acudiendo a la llamada de Ibon Navarro, que pidió en la previa que la afición apretara casi tanto como lo hizo su equipo, que volteó el resultado y se puso 17-10 en un chispazo.
Antes de terminar el primer cuarto, Augusto Lima se lastimó la rodilla izquierda en un mal gesto que hizo encender las alarmas: su cara de dolor y la seriedad del banquillo cajista lo dijo todo. Apunta a lesión de gravedad.
Reestablecido el juego, los ocho puntos seguidos del ala-pívot Ryan Luther reavivaron la llama del UCAM, que se subió a un partido que ya parecía estar domando el Unicaja. Lo que en realidad se vio fue un choque desbocado ya en el segundo cuarto, muy físico e intenso y con el Unicaja por delante (31-26, minuto 15).
Volvió tras su lesión Jordan Davis, pieza clave del cuadro murciano, que contagió un gen de defensa eléctrica, apabullante contra cualquier jugador vestido de verde que intentara lanzar a canasta. Tras unos minutos de ida y vuelta, llegó el descanso con los murcianos liderando por la mínima (36-37).
El gesto de Ibon Navarro, alentando a los aficionados, fue la imagen de la energía: este Unicaja funciona a veces por impulsos y chutes de energía externa que se transmiten al parqué convirtiéndolo en esta ocasión en un parcial de 10-2 al inicio del tercer acto.
Estaba siendo el partido de los interiores grandes y finos de muñeca, con un Will Thomas superlativo en ataque y un Jordan Sakho también muy acertado, aunque fuera el equipo local el que aprovechó mejor esa baza, además del factor Brizuela, para marchar al último cuarto con doce de ventaja.
Con la intensidad defensiva que caracteriza al equipo malagueño, el UCAM no terminó de encontrar chispa ni buenas decisiones en su carta de tiro y así fue misión imposible. Un dato que escandaliza es que Travis Trice acabara el partido con cero puntos.
El Unicaja alcanzó la máxima diferencia a menos de tres minutos del final y ahí empezó a morir el partido, que significa la novena victoria del Unicaja y la séptima derrota del UCAM Murcia en esta Liga Endesa.
Ficha técnica:
82- Unicaja (21+15+24+22): Alberto Díaz (2), Carter (13), Djedovic (10), Thomas (14), Kravish (11) -quinteto inicial- Perry (4), Ejim (6), Brizuela (14), Osetkowski (8), Lima (0), Barreiro (2).
66- UCAM Murcia (20+17+11+18): Bellas (0), McFadden (8), Anderson (8), Radovic (7), Postovyi (4) - quinteto inicial – Davis (2), Luther (8), Jelinek (3), Rojas (6), Diop (5), Sakho (15), Trice (0).
Árbitros: Benjamín Jiménez, Rafael Serrano y Cristóbal Sánchez. Eliminado por faltas Dylan Osetkowski, del Unicaja.
Incidencias: Partido de la jornada 13 de la Liga Endesa, disputado en el Pabellón José María Martín Carpena ante 7.537 espectadores.