Decidir abrir un negocio trae consigo siempre incertidumbre y riesgos. ¿Durará? ¿Tendrá clientela? ¿Será rentable? Son algunas de las preguntas que se vienen a la mete de cualquier emprendedor.
En Málaga son varios los comercios que han perdurado a lo largo de los años y, ejemplo de ello son las farmacias. Estos establecimientos sanitarios son fundamentales en cualquier ciudad. En la capital de la Costa del Sol todavía hoy hay cuatro que han ido pasando de generación en generación y continúan con el negocio familiar desde hace más de noventa años.
Farmacia Mata
Este local lleva ubicado en el número 8 de la calle Larios desde 1894. Es conocida por todo aquel que pasa por sus puertas como la farmacia más antigua de Málaga. Agustín Pérez Guzmán fue el primer farmacéutico que la abrió y, su sucesor, D. Antonio Mata Vergel decidió mantener la estética del comercio. Después de él han regentado la farmacia dos generaciones más, su nieto D. Antonio Romero Mata y la hija de este, D.ª Pilar Romero García. La decoración de la farmacia sigue teniendo los mismos muebles que en sus inicios ofreciendo a los clientes un ambiente tradicional y cálido que le aporta un toque diferenciador del resto de las farmacias.
La actual titular es Pilar Romero García, hija, nieta y bisnieta de farmacéuticos. Estudió en la Universidad Complutense de Madrid (1991-1996), al igual que sus padres y su hermano. Además de esta, la familia tiene otras dos farmacias más. Una situada en la calle Huéscar, en el corazón financiero de la ciudad de Málaga, que lleva prestando sus servicios desde 1976 y otra en Benalmádena. La experiencia adquirida, y su diversificación hacen de la farmacia Mata una de las más conocidas de la provincia, dedicándose al medicamento en todas sus facetas.
Farmacia Laza
La familia Laza, aunque es oriunda de Navarra se trasladó a Vélez-Málaga a finales del S.XIX. La farmacia está regentada por Don José María Laza García quien es el quinto de las seis generaciones de la familia que se dedican a la misma profesión. Su bisabuelo se licenció en Sevilla en el año 1870 y en 1900 creó el laboratorio Laza. La farmacia se funda en 1908 de la mano del abuelo y el padre del actual dueño. La inauguran en la calle Larios, pero en 2004 deciden trasladarse hasta Teatinos.
Ya en la calle Franz Kafka, con menos competencia y tras el esfuerzo de fidelizar una clientela estable, el negocio está a cargo de José María y su hija. Ambos licenciados por la Universidad de Granada conservan aún en su local un reloj y una estantería con tarros procedentes de la primera farmacia de los Laza.
Farmacia Utrera
La botica fue fundada en 1932 por Emilio Utrera Maresca quien cursó sus estudios en Granada. En un principio la farmacia estuvo ubicada en la acera de la Marina, pero con la remodelación de la calle y la expropiación del edificio, en 1945 Utrera tuvo que buscar una nueva ubicación para su local. No fue hasta pasados tres años cuando se inauguró la farmacia que todavía hoy continúa en la Plaza de la Constitución.
En 1993 el hijo de Emilio – que además es su tocayo- tomó el relevo de la farmacia continuando así el negocio familiar, pero manteniendo la esencia que su padre dejó. Emilio ha sido testigo de la importancia que han tenido los negocios como el suyo, sobre todo con la pandemia donde eran los únicos que podían vender mascarillas y test de antígenos.
Farmacia María del Carmen Porras Ballesteros
El nombre de esta farmacia corresponde con el de la actual dueña. Después de que su abuelo y su padre comenzaran con el negocio, ella continuó la tradición familiar. Las tres generaciones de farmacéuticos cursaron sus estudios en Granada y esperan que la saga continúe sus pasos.
Aunque no está muy clara la fecha de apertura, María del Carmen siempre dice que la farmacia se abrió un 28 de febrero de 1912. El local está ubicado en la calle Cuarteles número 50, anteriormente estuvo un número más arriba pero siempre en la misma zona. Es la farmacia número 16 de la capital y a pesar de tener negocios de la competencia muy cerca, se sienten contentos con sus clientes de siempre.