A estas alturas de la temporada pasada, en Los Guindos se respiraba alivio porque el Unicaja de Málaga había espantado el fantasma del descenso que sobrevoló algunas jornadas alrededor del equipo cajista. Se decidió hacer borrón y cuenta nueva, renovar toda la plantilla menos tres jugadores para volver a la Copa del Rey -cumplido-, competir en Europa -cumplido-, y clasificarse para el playoff por el título de la ACB -cumplido-. En estas condiciones, con los deberes más que hechos, afronta el Unicaja este martes el último partido de la fase regular de la Liga Endesa en Miribilla contra el Surne Bilbao Basket.
El equipo de Ibon Navarro se mide a los bilbaínos este martes a partir de las 21:00 horas un partido de la jornada 34 de la Liga Endesa todavía con opciones de ser cuarto clasificado y ganarse el factor cancha en los cuartos de final contra Lenovo Tenerife.
Haga lo que haga, Unicaja ya es quinto y la primera ronda del playoff, al mejor de tres partidos, la jugará contra el conjunto canario. Tuvo en su mano el pasado domingo arrebatarle la cuarta plaza. Le ganó en el Martín Carpena, pero no la ventaja no fue suficiente para recuperar el basket average. Pero todavía, aunque de forma remota, tiene la posibilidad de ser cuarto. Tiene que ganar en Bilbao, donde el Surne se juega plaza en competición europea la próxima temporada, y que Lenovo pierda en Manresa contra un Baxi que selló su permanencia en la penúltima jornada. Poco probable.
Unicaja viaja a Bilbao reservando a Alberto Díaz, que se queda en Málaga por precaución, y a Jonathan Barreiro, convaleciente de una lesión en el recto interno de la pierna derecha.
El conjunto cajista llega a la última jornada con 23 victorias y 10 derrotas, unos números que lo sitúan un escalón por debajo de los tres primeros, Barcelona, Baskonia y Real Madrid. Pero con uno de los objetivos que planteó el presidente de la entidad, Antonio Jesús López Nieto, cuando anunció que habría una revolución en el proyecto de Unicaja para volver a ser un equipo competitivo en España y en Europa.
Tan competitivo que llega el Unicaja con un título en la mochila, la Copa del Rey de Badalona en la que dejó en la cuneta al Barcelona, y al Real Madrid antes de ganarle a Lenovo Tenerife en la final.
En Europa, pese al mal sabor de boca en el desenlace definitivo, también ha cumplido con creces plantándose en la Final Four de la BCL disputada en Málaga, donde cayó en semifinales fallando la última canasta contra el Telekom Baskets Bonn.
Ocurra lo que ocurra en Miribilla esta noche, Unicaja tiene los deberes hechos. Será la antesala de la vuelta a los playoff del cuadro de Los Guindos, un terreno que no pisa desde la primavera de 2019. Mucho tiempo para uno de los clásicos del baloncesto español.