El Unicaja de Málaga, que perdió el domingo el factor cancha que había recuperado el pasado viernes al ganar en el Palau Blaugrana ante Barça en las semifinales que disputan al mejor de cinco encuentros, afronta este martes, con un 2-1 desfavorable, la posibilidad de forzar un nuevo empate con el apoyo de la afición del Palacio Martín Carpena y así ir a jugarse el pase en Barcelona en el quinto y definitivo partido.



Para ello, el equipo malagueño debe mejorar muchas cosas si quiere regresar al Palau el próximo jueves, ya que el conjunto azulgrana supo incidir en los numerosos errores cometidos por su rival y le asestó un golpe muy duro, que intentará paliar con algunos ajustes y el fervor de la afición que volverá a llenar el Martín Carpena.



El Barça es el otro equipo, junto con el Real Madrid y Baskonia, que ha logrado vencer en Málaga en esta campaña, y además por dos veces, una en la Liga regular y la otra en esta fase por el título, por lo que el técnico del Unicaja, Ibon Navarro, estudia cambiar algunas cosas en varios sistemas para sorprender a los rivales.



Uno de ellos es el intento de frenar al alero serbio Nikola Kalinic, que fue el que inició el despegue de su equipo cuando el marcador era igualado en el tercer cuarto con una gran defensa y ayudas en ataque, incluso con puntos, algunos de ellos claves para la remontada.



Además, la actuación coral del Barça, con seis jugadores que anotaron más de diez puntos, debe evitarlo el Unicaja si quiere forzar ese quinto y definitivo encuentro, pero no lo va a tener fácil porque, como local, se le resiste este adversario, al que no gana desde 2018 cuando en un partido de la fase regular logró vencer (78-73), ya que luego han pasado otros cuatro enfrentamientos más con triunfo visitante.



Ibon Navarro, pese a todo, piensa que la serie no ha terminado y que el Unicaja puede ganarle dos partidos seguidos al Barcelona y que puede ser en esta ocasión, la segunda, además, en el Palau Blaugrana, donde ya lo hicieron el pasado viernes (79-88).