En aquella última jugada contra Baskets Bonn en la semifinal de la BCL 2023 que se jugó Kendrick Perry empezó la conquista la BCL 2024, la que levantó Unicaja de Málaga la noche del 28 de abril en el Belgrado Arena tras derrotar al Lenovo Tenerife por 75-80 en una cita que estaba grabada a fuego en todo el Unicaja, desde el club a su afición, pasando por un vestuario que tenía hambre de este título. Y ya lo tienen en Málaga, para hacerse sitio en la vitrina de Los Guindos, el sexto de su historia, el segundo de esta etapa que arrancó con el reseteo en el verano de 2022. El Unicaja es campeón, porque ha sido el mejor equipo de la competición.
En una noche con un ejercicio de madurez del equipo de Ibon Navarro, que cuando tomó ventaja en el marcador a mitad del primer cuarto ya no soltó nunca la iniciativa en la final, en su final, en la de Kendrick Perry, MVP, en la de Tyson Carter, en la David Kravish, en la Nihad Djedovic, que fue quien más cuesta arriba se lo puso a Lenovo junto a sus pérdidas, hasta diecinueve tuvieron los de Vidorreta. Y sobre ellas castigó Unicaja a su archirrival de estos dos últimos años.
Fue una noche de las defensas en la primera mitad, pero Unicaja logró romper la canaria en la segunda parte para hacerse con el partido y con el sexto título de su historia, la Basketball Champions League 2024.
En el primer cuarto primó la defensa y la máxima igualdad. Aunque Unicaja tuvo que lamentar de nuevo un bajo porcentaje desde el triple con un 2 de 9 tras varios tiros fáciles que escupió el aro. Sólo pudo estirar algo la ventaja al final del cuarto para irse de seis puntos y un triple de Perry que se quedó en el aro, por lo que la diferencia sólo fue de 6 puntos, 10-16. Muchísimo respeto entre dos equipos que se conocen con los ojos cerrados.
En la segunda manga Unicaja mantuvo la iniciativa en el marcador. Seguía complicándole mucho la vida a Lenovo en defensa y entre Kravish y Kalinoski sostenían la renta. Tampoco veía muy claros los caminos el cuadro malagueño. Pero eran minutos de zozobra de Lenovo en ataque. No lo estaba aprovechando Unicaja. Llegó a irse de ocho puntos a falta de cinco minutos (16-24).
Y ahí se activó Marcelinho Huertas con un triple para devolver a su equipo al partido y se esfumó rápidamente la renta de ocho. Aunque un mate a una mano de Carter después de recorrerse todo el campo puso el 21-26. Un triple muy forzado del de Misisipi ponía de nuevo la renta en +7 (21-29). Le había llegado la inspiración. Se elevó el nivel de los ataques, Unicaja se fue a +10 (21-31; 24-34). Mantuvo el nivel el equipo cajista en defensa y eso le valió para irse al descanso con la máxima del partido, 27-38. Quedaba la batalla final.
Djedovic fue el protagonista absoluto de la reanudación con dos triples que llevaron a +15 la renta. Tuvo réplica en Kyle Guy, que para fortuna de Unicaja hasta ese momento no había encontrado la inspiración. Pero ahí estaba Djedovic, con un rictus de hielo, para seguir inspirado desde la línea. Era el mejor momento en el partido del Unicaja, estaba encontrando con facilidad el camino para anotar mientras que mantenía el nivel atrás. Pero no terminaba de romper el choque.
A falta de cinco minutos para el final del tercer cuarto el equipo malagueño comandaba 44-53 tras triple de Abromantis. Parcial de 7-0 para Tenerife que apretó de nuevo el marcador. (48-53). Estiró de nuevo Unicaja pero Lenovo redujo la diferencia a sólo +3 (56-59). Un triple Barreiro cerró el cuarto con un 56-62 y todo por decidir en los últimos diez minutos de la BCL 2024.
Los arrancó Unicaja con otro triple. Esta vez fue Osetkowski. Pero fue Kyle Guy, la pesadilla de la Copa del Rey, el que devolvió de nuevo a su equipo a la final cuando Unicaja se había ido de nuevo 57-67. Tuvo que pararlo Ibon después del 63-67. La respuesta fue Perry con cinco puntos consecutivos. Triple y robo más canasta (63-72). Se paró de correr. Lenovo contrarrestó el ritmo del Unicaja y así acercándose de nuevo. Empezaron a aparecer uno tras otros los hombres de verde, con Will Thomas aplastando el aro para 69-77.
Con los equipos en bonus todo empezó a formar parte de la pizarra. Las diecinueve pérdidas condenaron a Lenovo. Perry a punto estuvo de darle la última chance a Lenovo con una posible falta en ataque, pero Unicaja no dudó, ni Alberto Díaz, con las dos últimas canastas desde la línea de tiro libre para poner el definitivo 75-80, el que quedará grabado a fuego en la afición cajista, el que se empezó a conquistar en aquella jugada de hace un año, el que estaba en el plan de Ibon Navarro y el que Alberto Díaz levantó al cielo de Belgrado.