La dirección de Unicaja Banco y los representes sindicales de sus trabajadores no han llegado todavía a un acuerdo por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que la entidad quiere llevar a cabo en los próximos meses tras la celebrada fusión con Liberbank. El ERE del quinto grupo financiero más importante de España supondrá el despido del 15% de su plantilla (unas 1.513 salidas previstas).
"Nos vemos abocado a un ERE que si no somos capaces de revertir, va a ser muy lesivo para muchas localidades por el cierre de oficinas y los despidos", ha criticado duramente Alicia Domínguez, una de las responsables de Comisiones Obreras en Unicaja Banco, tras la cuarta y quinta jornada de negociaciones fallidas esta semana entre la empresa y los sindicatos.
El calendario de movilizaciones contempla una primera huelga este viernes en toda España, además de otro parón el 1, 2 y 3 de diciembre. Coincidiendo con la reivindicativa jornada este viernes se han convocado manifestaciones a las 12:00 en Sevilla, frente a la Fundación Unicaja (Avenida de la Palmera, 45), Albacete, Ciudad Real, Cuenca, León, Valladolid y Toledo.
Los sindicatos saldrán a la calle porque está sobre la mesa 1.513 despidos en "unas condiciones indignas y apuntando, directamente, a las personas menores de 50 años ante la negativa de la entidad de ofrecer buenas condiciones de salida al colectivo de mayores; una movilidad geográfica forzosa 'a la carta', y una desregulación horaria que afectaría en concreto a 1.300 personas", señalan en un comunicado.
Málaga ha liderado las reivindicaciones contra el ERE "desmedido" desde el inicio. El pasado 16 de noviembre celebró frente a la sede central del banco andaluz la primera manifestación a la que asistieron unas 2.000 personas llegadas desde toda Andalucía. Esta semana también organizó una protesta, esta vez de índole nacional, a la que se sumaron aproximadamente 2.500 manifestantes.
A principio de la semana, la representación sindical le mostró un avance de las condiciones que querían en cuanto a extinciones. Unicaja informó el martes de que no podía asumir la mayoría de reclamaciones. La entidad y los sindicatos por ahora no han llegado a ningún acuerdo esta semana tras celebrar una quinta y sexta mesa de negociaciones donde pactan el despido del 15% de su plantilla. El banco, consultado por EL ESPAÑOL de Málaga, no ha querido dar declaraciones.
Las adhesiones voluntarias
Entre las reivindicaciones de los sindicatos están "las salidas voluntarias en unas condiciones atractivas", cuenta la portavoz de CCOO, que aclara que tienen "personal mayor de 55 años suficiente como para acogerse a unas prejubilaciones en condiciones". Con los importes ofrecidos que van del 57% del salario bruto descontando el subsidio de desempleo para los mayores de 59 años al 55% para los de 56 años y apenas los 33 días con tope de 24 mensualidades para los menores de esta edad, "es impensable que las adhesiones sean voluntarias", reconoce.
Precisamente, una de las mayores preocupaciones es que los trabajadores con menos de 50 años sean despedidos. "Toda esta gente es el futuro de la entidad y está muy preocupada. Nosotros también estamos preocupados no sólo porque salgan si no por el futuro de la entidad. ¿Si se va la gente joven, a dónde vamos? Una plantilla envejecida garantiza peor el futuro", señala Domínguez, que recuerda que el ERE excluye al colectivo de 50-56 años.
Unicaja Banco ha hablado en las negociaciones de la necesidad de la movilidad geográfica para corregir desequilibrios territoriales a raíz del ERE. La responsable de CCOO critica "la poca movilidad voluntaria y compensada económicamente". "No se puede obligar al trabajador a desmontar una casa, una familia, para irse a otro lado. Ya hemos vivido experiencias con personas que se han tenido que trasladar de manera forzosa y supone un drama familiar muy grande", relata.
La empresa ha dejado claro en las negociaciones que hace falta reequilibrar en aquellas zonas donde la gente pida las salidas y otras en las que haya excedencias y tenga que ser trasladada. CCOO le plantea las "estrictísimas necesarias y totalmente voluntarias y compensadas".
Una plantilla de primera y de segunda
Otra de las reclamaciones tiene que ver con una homologación laboral que unifique las condiciones de toda la plantilla. "Eso es imprescindible. En Liberbank hay cinco tipos de colectivos dependiendo de la entidad de origen. Tiene distintas condiciones laborales: económicas, tiempo de trabajo, beneficios sociales. En Unicaja sólo hay una plantilla y tenemos que trabajar en las mismas condiciones y los mismos salarios. No podemos crear una plantilla de primera y de segunda. A eso nos negamos", afirman.
Comisiones Obreras plantea que las retribuciones se adapten a la estructura de Unicaja Banco y que el tiempo de trabajo sea 35 horas semanales. Al igual que han pedido que se cumplan una serie de medidas de conciliación y del plan de igualdad aprobado, que prevé medidas de aplicación en caso de embarazo y lactancia. "No queremos que se repita aquí lo que ocurre en Liberbank. Hay plantilla en la misma oficina que sale a diferentes horas. Eso no es normal", reprocha.
Contagio de Liberbank
Domínguez cree que este viernes la gente va a secundar la huelga porque está muy preocupada por el ERE y también por la deriva de las relaciones laborales. "Eso es fruto en buena medida del contagio de la forma de hacer de Liberbank. Casi todas las relaciones laborales eran más bien relaciones judiciales: todo estaba en manos de la Audiencia Laboral y discutido en la empresa", recuerda.
La portavoz de CCOO también opina que "hay margen para mejorar las ofertas y hay personal suficiente para salir en condiciones adecuadas". "Hay otras maneras de hacerlo y se ha demostrado en otros ERE del sector. Lo fundamental que nos separa ES QUE siguen sin entrar por la total voluntariedad de ninguna de las medidas. Por ahí no vamos a entrar", deja claro.
El ERE todavía no se ha hecho efectivo. La representación sindical tiene un periodo de consulta de 30 días máximo que termina el 2 de diciembre. Tenemos que llegar a un acuerdo. Nos estamos jugando mucho en esta negociación. Desgraciadamente existe una reforma laboral que ya sabemos lo que implica: despidos a 20 días por año trabajado y movilidad obligatoria", se queja.
Antes de colgar, Domínguez se lamenta ante "la exclusión financiera a la que nos están abocando nuestros gestores con el cierre de sedes (antes del ERE) y la imposibilidad de atender correctamente a la gente" en las oficinas físicas. "La plantilla del sector financiero es una plantilla tremendamente presionada y sobrecargada. Y que es la primera que lamenta esta situación", se despide.