Tiempos turbulentos en el quinto banco de España y el único con sede en Andalucía. Unicaja presentó este miércoles sus resultados del primer trimestre del año, en medio de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que avanza incluso "más rápido de lo esperado", y de una crisis de gobernanza que suma nuevos capítulos por momentos.
Las últimas noticias apuntan a ruido de sables entre el bloque asturiano de la entidad financiera, procedente de la fusión con Liberbank. El consejero delegado de Unicaja Banco, Manuel Menéndez, lidera estas maniobras que valoran la posible salida del presidente de la entidad, el malagueño Manuel Azuaga, según ha adelantado El Confidencial.
El presidente de la Fundación Unicaja, Braulio Medel, estaría al tanto y apoyaría esta idea, con el fin de que el actual consejo de la entidad —dominado por Menéndez y Medel— adelantara el relevo al frente de la cúpula un año antes.
Al mismo tiempo, la ejecución del ERE avanza "más rápido" que lo programado con respecto a la salida de los empleados de la entidad, lo que Unicaja Banco prevé que le ahorrará unos 210 millones de euros en 2024 respecto a 2020. El director de Relación con los Inversores de la entidad financiera, Juan Pablo López, defendió que el plan "va como estaba trazado, incluso un poco más rápido de lo esperado".
Ya son 407 los empleados que han abandonado el banco del total de 1.513 trabajadores afectados por el ERE, al que se apuntaron voluntariamente cerca de 2.000. La previsión sindical es que a finales de esta semana se produzca una nueva salida, de en torno a 210 personas.
La política se posiciona
Mientras tanto, la herida sigue abierta y el ecosistema político ya ha tomado partido. Si inicialmente el posicionamiento administrativo fue más tibio, finalmente tanto la Junta de Andalucía como el Ayuntamiento de Málaga —y, en última instancia, el Ministerio de Economía— cuestionaron el liderazgo en Función Unicaja. La preocupación es que las maniobras diluyan el peso de la ciudad andaluza en la entidad financiera.
El presidente del gobierno autonómico, Juanma Moreno, expresó la pasada semana que está "preocupado enormemente" por la "crisis de gobernanza y reputacional" en la entidad financiera, a la que pidió "profesionalidad". "Me hubiera gustado personalmente que no hubiéramos tenido que llegar a estas circunstancias. Todo esto nos lo podríamos haber ahorrado, con generosidad por parte de unos y determinación por otros", aseguró Moreno en relación a la dimisión de Medel.
Por su parte, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ya ha expresado que es Azuaga quien simboliza "la Unicaja que queremos", en contraposición con Menéndez y, sobre todo, Braulio Medel. El todavía presidente de la Fundación Unicaja es una pieza clave para que la jugada de Liberbank salga adelante y, para De la Torre, "lo ha hecho muy mal". Queda por ver si Medel, antes de consumar su ya anunciada renuncia, realiza un último movimiento para dejar el banco patas arriba.
Descenso pese a elevar ingresos
En cuanto al capítulo puramente económico, Unicaja Banco anunció este miércoles que obtuvo un beneficio neto de 60 millones de euros durante el primer trimestre de este año, lo que supone un descenso del 8,5% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, pese a que elevó sus ingresos.
Concretamente, registró un aumento del 14,3% de los ingresos netos por comisiones, así como una reducción de los costes de administración del 8,5% y de las necesidades de saneamiento de crédito del 34,2%.
El beneficio consolidado antes de impuestos fue de 84 millones, un 8% menos que el logrado durante el primer trimestre de 2021. Al cierre del trimestre, incrementó su rentabilidad del capital tangible (ROTE) en 1,5 puntos porcentuales, hasta el 3,8%, frente al 2,3% con el que cerró el ejercicio 2021.