Imagina que te cambia la vida por completo. De repente, tus piernas no funcionan y no puedes caminar. De la noche a la mañana. En cuestión de horas. Sin que hayas sufrido ningún accidente. Sin que puedas hacer absolutamente nada para remediarlo.
Algo tan angustioso y complicado vivió una joven alhaurina llamada Rocío Martín. El 14 de julio de 2021, Rocío estaba en la oficina donde trabaja como administrativa contable, como cada día, cuando sobre las diez de la mañana notó que algo no iba bien. Un fuerte dolor bajo el pecho le impedía respirar correctamente. Decidió acudir al centro de salud porque las piernas también comenzaron a fallarle, con un ligero hormigueo que achacaba a su nerviosismo por lo que le estaba pasando.
El primer diagnóstico fue un ataque de ansiedad. "Me dieron un pinchazo, y para casa, pero yo me di cuenta de que andaba como un pato mareado", cuenta Rocío a este periódico, nueve meses más tarde. Tras volver a casa y descansar un rato, Rocío se dio cuenta de que no mejoraba, sino todo lo contrario. "Cuando fui consciente de que esto no era un ataque de ansiedad, como me habían dicho, fue cuando fui al baño y me di cuenta de que no podía miccionar".
Por la tarde, volvió a que los facultativos le dieran un nuevo diagnóstico, esta vez en el Clínico, junto a su pareja. "Me sentaron en una silla y ahí me quedé ya...", dice. En el centro hospitalario de la capital le dijeron que podría haber sufrido un trombo. "Me pusieron hasta un medicamento anti trombo, pensando que era eso. Durante el día, hasta me sondaron, pero no notaba ni el dolor ni el frío en cada prueba de cintura para abajo", lamenta. Allí pasó veinte días ingresada y después estuvo ocho meses en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo tratando de adaptarse a esta nueva vida.
Finalmente, tras muchas pruebas, los especialistas determinaron que Rocío había sufrido un infarto medular que no le permite moverse de cintura para abajo voluntariamente. "Me cuesta hasta controlar los esfínteres. No llega la orden de que la vejiga está llena. Con las heces igual, pero tomo unos laxantes para que este tema vaya fluido y no se me creen atoros", dice.
El infarto medular es una enfermedad vascular que ocurre en la médula cuya incidencia es bajísima debido a que es muy difícil diagnosticarla. Según relata Rocío, solo el 1% de las lesiones medulares son vasculares. "La mayoría derivan de accidentes de tráfico o zambullidas", cuenta.
Rocío era una persona totalmente sana antes de sufrir este infarto. A día de hoy los médicos no saben por qué ha sufrido este infarto. "Miraron si podía venir de una picadura de garrapata o incluso de una tuberculosis, pero nada. No se sabe por qué me pasó. Pero es que otro conocido que pasó por lo mismo, igual. No tenemos respuesta", expresa.
Sin embargo, la alhaurina apunta al estrés como uno de los principales motivos. "Yo era una persona que me tomaba todo muy a pecho, tanto en el ámbito familiar como en lo laboral, donde he sido siempre muy exigente conmigo misma, siempre he pensado que puede haber derivado de esto", relata.
Es inevitable preguntarle cómo es para una persona que su vida cambie de una manera tan exagerada de golpe. "Al principio estuve bien porque tenía esperanza de que iba a mejorar. Pero cuando vi que los días pasaban y no podía mover ni un dedo, ahí sí empecé a pasarlo peor, pero bueno. Tuve muy mala suerte", declara.
Meses antes del infarto, Rocío y su pareja, Cristóbal, se habían mudado a la casa por la que llevaban años trabajando y con la que tanto soñaban. La construyeron juntos, la pintaron, la arreglaron... Pusieron todos sus esfuerzos económicos y personales en ella, "juntos mano a mano". Una casa con dos plantas y unas escaleras que creían que podían suponer un problema, si acaso, cuando envejecieran. Sin embargo, el infarto de Rocío les cambió los planes por completo.
Desde que volvieron de Toledo, viven en una habitación de la planta baja en la que Rocío no cabe casi sola con la sillita de ruedas. Iba a ser un despacho, no un dormitorio. "Me voy chocando con todo, no quepo bien con la silla", reconoce. "No hay nada más duro que depender de alguien en tu propia casa. Solo tengo 30 años y es lo que peor llevo, necesito adaptar mi hogar", cuenta Martín.
No tienen recursos suficientes para hacerlo, es algo "carísimo" para ellos. El primer y principal paso es lograr un montacargas. Estos están valorados entre 12.000 y 15.000 euros. "Sería lo ideal porque así no tiene que recogerme nadie cuando suba o cuando baje. Me subo con la silla y puedo moverme sol hasta la segunda planta, lo que me hace autónoma", expresa. Así, también le vendría bien contar con una silla ligera, adaptar su vehículo y reformar el baño y la cocina para lograr aplicar todo lo que le habían enseñado en el hospital, donde todo estaba adaptado para ella.
Para lograrlo, han lanzado unas pulseras solidarias que solo cuestan dos euros y que se pueden encontrar en diferentes establecimientos. La lista al completo está al final del presente artículo. Asimismo, la pareja acepta transferencias al número de cuenta ES80 2103 0104 0600 1009 3388 o Bizum al número de teléfono de Cristóbal: 664187955. También el domingo 8 de mayo, a partir de las 9:00 horas , el Polideportivo Municipal acogerá el Trofeo de Primavera de Patinaje Artístico Villa de Alhaurín el Grande a beneficio de la alhaurina.
"Afrontaba los 30 años como el principio de una nueva era, pero los 29 me dieron este golpe. Ahora estoy tratando de reorganizar mi vida, de baja en el trabajo porque estoy acudiendo a la rehabilitación", cuenta Rocío, que critica que las ayudas que ofrecen desde las instituciones son "bajas y de difícil acceso" y, además, se dan solo una vez al año. "Tienes que tener muy pocos ingresos para que te den algo, los requisitos son demasiado cerrados", zanja.
Establecimientos con pulseras
Todas las estaciones de servicio BP del grupo La Peñita, que están repartidas por toda Málaga (E.S. LA PEÑITA DE ALHAURIN, LA VENTILLA, E.S. LA TORRE, E.S. LA VEGA DE MIJAS, E.S. EL CASTILLO, E.S. LA CALA DE MIJAS, E.S. GUADALHORCE, E.S. UNIVERSIDAD, E.S. SAN ISIDRO, E.S. ROMPEDIZO)
Alhaurín El Grande
- Bar K2
- Modas El Rocío
- Floristería Toñi
- Peluquería Estefanía Romero
- Piccola Ghianda moda infantil y complementos
- Lady Nails-Makeup artist
- Escuela de danza Lourdes Rodríguez
- Peluquería Adry
- Bella flor floristería
-Tienda Luvi Modas
- Escuela de baile Gold Dance
- Frutería El paraíso de las frutas
- Peluquería Ana María "Tolovea"
- CELOPMAN
- Little-me moda infantil
- Ana "la bailaora"
- Estanco Rosa Romero
- Farmacia Camino de Málaga
- Juan peluquero
- Supermercado La peñita
- Frutería Plaza Domínguez
- Várama centro lúdico
- Centro de estética la vie en rose
- PEL-ARTE
- Droguerías Manzanares
- Peluquería Inma Farfán
- Barbería Castillo
- Calzados MT
- Lucky Nails Studio
- Pub el Bolín
Alhaurín de la Torre
- Montajes mobiliarios Albarracín
- Peluquería Cristina
- Zapatería Pasito's
- Centro de estética Estíbaliz
- Peluquería Elena
-Taller Juan Romero
- Peluquería Fashion Look
- Frutería La Alegría
- Modas Sedeño
- Tienda Sayama
- Farmacia el Alamillo
- Grace Peluquería
- Restaurante Venta Vázquez
- Supermercado Cruzmi
- Cerámicas Lara
Coín
- Isa salón de belleza
- Clínica smile dental
- Bar la trocha
Torremolinos
- Supermercado Emilio Ruiz
Málaga
- Frutería Ana María (c/ Bailén)