Comprar una vivienda en Málaga capital es ahora más caro incluso que en la época de la burbuja, en la primera década del milenio. Así lo asegura el portal inmobiliario Idealista tomando como referencia los precios de los inmuebles que tiene publicados en la capital en agosto. El precio medio de la vivienda usada, según esta plataforma, en agosto era de 2.279 euros por metro cuadrado, su nuevo máximo histórico.
Idealista ha comparado los precios de todas las capitales españolas y solo hay seis en las que es más caro adquirir una vivienda ahora que durante la burbuja. Y Málaga está entre ellas. El resto son Madrid, San Sebastián, Las Palmas de Gran Canaria, Palma de Mallorca y Pamplona.
La buena noticia, dentro de lo que cabe, es que Málaga no es de las capitales más caras del país pese a su continuo incremento de precio. En San Sebastián, por ejemplo, el metro cuadrado está a 5.126 euros, mientras que en Madrid se eleva a 3.973 euros o en Palma de Mallorca a 3.431 euros. En Barcelona adquirir una vivienda sale por 4.085 euros el metro cuadrado de media, pero los barceloneses pueden darse con un canto en los dientes porque es un 4,5% inferior a su coste máximo fechado en septiembre de 2018.
¿Por qué no para de subir el precio en Málaga capital? Hay varias respuestas, pero la más clara es que hay más demanda que oferta y el mercado sigue tensionado. Málaga está atrayendo a miles de personas. Unas solo vienen para hacer turismo unos días y prefieren alojarse en una vivienda vacacional a un hotel u otro tipo de establecimiento. Dicho de otro modo, muchos propietarios han quitado sus viviendas de la venta y las están gestionando, de forma propia o a través de agencias especializadas, como inmuebles de alquiler turístico porque les deja un dinero rápido y seguro ya que se cobra antes de la estancia.
Por otra parte, hay otras miles de personas que están viniendo a Málaga para quedarse a trabajar y vivir en sectores como la hostelería, el turismo o las grandes multinacionales tecnológicas que están abriendo aquí sedes en los últimos años.
Si hay más personas buscando piso y menos piso a la venta, el precio se dispara. Tanto que incluso organismos como el Observatorio del Medio Ambiente Urbano de Málaga ya están alertando de los procesos de gentrificación que se están produciendo en el centro de la ciudad o de la gran dificultad de muchos malagueños, especialmente para los jóvenes, para poder comprar una casa en la capital, teniendo que irse a barrios más apartados o incluso a otras localidades. Málaga ya está viviendo, desde el punto de vista inmobiliario, el mismo fenómeno que otras grandes urbes españolas o europeas.