El ladrillo suele ser una buena inversión. Lo dicen los números y la historia. El sector inmobiliario tiende a ser un valor refugio y todo aquel al que le sobra el dinero lo primero que piensa es en comprar varias casas o locales para aumentar su patrimonio y dedicarse a la maravillosa profesión de rentista.
Es un segmento que da dinero. De hecho, más que un bono a 10 años que, en estos momentos, ofrece una rentabilidad del 3,3%. Pero los precios y los beneficios dependen de qué se compra y dónde.
El portal inmobiliario Idealista publica de forma trimestral un informe sobre la rentabilidad de activos inmobiliarios por capitales en España y los resultados son llamativos. En el tercer trimestre de 2022 la inversión más rentable en Málaga es la de los locales comerciales, con un 9,7%. Es dos décimas superior a la media nacional y está en Málaga por encima de muchas otras provincias, incluyendo Madrid (8%) o Barcelona (8,6%).
Se podría decir que quien tiene un local tiene un tesoro pues suele haber bastante demanda. En el caso concreto de Málaga capital, hay varias ligas. La de los locales ubicados en el centro histórico -con calle Larios, Granada, Nueva o la Alameda como principales polos de atracción- donde se están pagando auténticas fortunas por el alquiler. En Larios supera de largo los 200 euros el metro cuadrado. Y en los barrios, donde el coste es menor y hay también menos demanda, pero si el local es bueno se puede ganar bastante dinero, máxime en un momento en el que se tiende hacia la descentralización de la ciudad tras la pandemia y crecen como setas bares, restaurantes y comercios en zonas como Teatinos o Parque Litoral, entre otros. Es tal el interés que la rentabilidad de los locales comerciales en Málaga ha aumentado un punto en los últimos cinco años.
La segunda mejor inversión, desde el punto de vista del retorno, es la oficina. En el tercer trimestre de 2022 la rentabilidad de este tipo de inmuebles en Málaga asciende al 8,7%, un 1,4% más que en 2017. Hay pocas oficinas disponibles, sobre todo de gran tamaño, y cada vez se asientan más empresas en Málaga, por lo que la tensión en el mercado es evidente. Hay empresas que han estado meses buscando ubicaciones, principalmente en el centro de Málaga, y que finalmente han desistido o han tenido que dividir al personal en varias ubicaciones. Habrá un respiro cuando se hagan las nuevas oficinas en el puerto o, si sale el proyecto, en las torres de Repsol. Pero mientras tanto toca pagar a los inquilinos, salvo que se quieran ir a polígonos o al parque tecnológico, que están más alejados.
Si es un inversor más clásico y prefiere destinar su dinero a la compra de viviendas para revenderlas o alquilarlas también está de suerte porque la rentabilidad en Málaga está en el 5,7%. La llegada masiva de trabajadores, nacionales o internacionales, y de turistas que buscan viviendas para alojarse están provocando que haya poca oferta y que los precios se hayan disparado. Y eso siempre es bueno para el propietario, que le puede sacar más rendimiento. No obstante, al elevarse tanto el precio final de compra, la rentabilidad de la vivienda es cada vez menor. En 2017, por ejemplo, estaba en el 6,1%.
Y luego están los garajes, que son otro valor seguro. Los coches podrán ser de gasolina, diesel, eléctricos, de gas o incluso ser autónomos pero hay una cosa clara: hay que aparcarlos en algún sitio y eso cuesta dinero. La rentabilidad de comprar y alquilar una plaza de garaje en Málaga está ahora en el 4,8%, cuatro décimas más que hace cinco años.