Málaga está de moda y está atrayendo a numerosas empresas nacionales e internacionales con centenares de empleos bajo el brazo. Eso es indiscutible, pero aún así Málaga acabó el año con la séptima mayor tasa de paro del país con un 19,3%, según los datos de la Encuesta de Población Activa. 

Málaga, está, por tanto, en los puestos de cola en materia de empleo en España, seis puntos y medio por encima de la media nacional y sin visos de grandes cambios, al menos en el corto plazo. La ansiada convergencia con la tasa de paro media del país es, por ahora, una utopía. Nunca se ha conseguido, ni siquiera en los años de la burbuja inmobiliaria cuando se rebajó por primera vez del 10% en el verano de 2005.

¿Por qué ocurre esto? Hay muchos motivos. El más evidente es que Málaga depende del sector servicios y éste es muy estacional. Mucho trabajo en la temporada alta turística y poco en la baja, por lo que la media anual de desempleo es alta. Otras provincias tienen un comportamiento más uniforme al tener más diversificada su actividad productiva.

Otro aspecto a tener en cuenta es que Málaga es un foco de atracción tanto para nacionales como para extranjeros. Es de las provincias españolas con mayor saldo migratorio positivo y eso hace que aumente la población activa. Mucha gente viene a Málaga a trabajar, a buscarse un futuro, desde otros puntos pero no hay empleo para todos, lo que aumenta el paro. 

Esos dos elementos son prácticamente estructurales pero, ¿puede realmente Málaga reducir de manera significativa su tasa de paro y, al menos, igualarla a la media nacional con la tecnología como bandera?

El catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Málaga y director de la Cátedra de Viabilidad Empresarial Julio Diéguez cree que sí. "Vamos por el buen camino. Málaga tiene que diversificar y es lo que está intentando hacer desde hace unos años. Esa idea la tenemos clara. Antes solo vivíamos del turismo y ahora también tenemos el sector agroalimentario, el tecnológico o la cultura", expone. 

Diéguez está convencido de que el auge tecnológico va a generar empleo en Málaga y contribuirá a reducir la tasa de paro, "pero estas cosas no tienen una repercusión inmediata sino que podemos verlo en los próximos cuatro o cinco años". Este economista cree que la apuesta por las empresas tecnológicas "es fundamental porque no solo va a atraer talento sino que permitirá que se genere un tejido de pymes auxiliares alrededor y eso generará más empleo".

No obstante, Diéguez también advierte de que, si bien es bueno que vengan empresas de fuera, lo realmente importante es que se creen en Málaga para que se asienten realmente en el territorio. "Si una multinacional va mal, lo primero que hace es recortar en sus implantaciones externas y como viene se va, por lo que lo que nos interesa es que nazcan empresas tecnológicas en Málaga que estén vinculadas con la provincia", añade. 

Hay ejemplos importantes de empresas malagueñas tecnológicas que han echado raíces en esta provincia y que están creciendo como Virus Total (comprada por Google), Freepik, Besoccer, Uptodown, Aertec, Premo, Vértice y muchas otras. Diéguez opina que en la Universidad de Málaga se está haciendo "un buen trabajo" con instalaciones como el Rayo Verde u otras donde se está favoreciendo el emprendimiento local y confía en que "salgan más spinoff y se generen startups dentro de las propias compañías". 

Manuel Méndez, decano del Colegio de Economistas de Málaga, también considera que "hay que darle tiempo" a la Málaga tecnológica para que haya una repercusión clara en el empleo provincial. "Hablamos de un empleo muy específico, que muchas veces es de nivel alto o directivo, y muchas empresas están todavía desembarcando en Málaga por lo que hay que darles recorrido", señala.

La clave, según Méndez, es que ese empleo tecnológico que se pueda generar pueda amortiguar la destrucción de puestos de trabajo en otros sectores estacionales como el turismo. "Hay que mirar cómo se empieza el año y cómo se termina. Este verano, por ejemplo, tuvimos un crecimiento muy bueno [la tasa de paro bajó al 15,8%] pero luego ha subido en el cuarto trimestre porque el turismo desestabiliza", indica. 

El futuro está por escribirse. Las grandes multinacionales tecnológicas -desde Amazon hasta Google o Facebook- están despidiendo a miles de personas en el mundo. Esa ola, afortunadamente, no ha llegado aún a Málaga e incluso en esta provincia lo que se habla es de lo contrario, de crecimiento. ¿Si se convirtiera realmente en el Silicon Valley europeo podría Málaga tener una tasa de paro baja? El tiempo dirá.