Málaga

El 2023 no ha empezado bien para los bolsillos malagueños. La inflación sigue disparada y casi todo está mucho más caro que hace un año. Los precios se incrementaron un 6,7% en enero en la provincia de Málaga respecto al mismo mes del año anterior, ocho décimas más que la media anual, según los datos oficiales publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE). 

Los sablazos son generalizados, aunque el más virulento se está produciendo precisamente en el más necesario: la alimentación. El precio de los alimentos se ha disparado un 17,3% en el último año y un 0,3% respecto a diciembre. 

Las bebidas alcohólicas y no alcohólicas han subido un 12% en un año; el vestido un 2,8% -es menor porque ha habido un descenso del 12% respecto a diciembre por las rebajas-; el alquiler de la vivienda -que está en máximos históricos en Málaga- un 2,7%; las labores de reparación en inmuebles un 13,2%; los muebles un 11,6%; los restaurantes un 11,5%... y así una larga lista de productos y servicios. Hasta la compra de vehículos se ha encarecido casi un 10% en solo un ejercicio.

El INE ofrece datos de más de 40 tipos de productos y son pocos los que están en negativo interanual, es decir, los que son más baratos ahora que hace un año. La caída más llamativa se ha producido en la electricidad, gas y otros combustibles con un 31,3% interanual, si bien es cierto que se habían disparado en mayor proporción en los meses anteriores. 

También es ahora más barato el suministro de agua -un 0,4% menos interanual-, los productos médicos (-2,1%), el servicio de transporte (-11,7%), los equipos de telefonía (-7,1%) y los equipos audiovisuales (-10,1%). Para el resto de cosas, hay que tirar más de cartera ahora que en enero de 2022 con la diferencia de que los sueldos no han subido en la misma proporción y que el salario medio de los malagueños, según la Agencia Tributaria, es de apenas 18.000 euros

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