La inflación está maltratando los bolsillos de todos los españoles y los malagueños están siendo de los más afectados. De hecho, Málaga es la cuarta provincia española donde se ha experimentado una mayor subida de precios en el último año.
Así se refleja en los datos oficiales de IPC publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística, en los que se señala que el incremento interanual en febrero en Málaga es del 7,2%. Es un 1,2 puntos superior a la media nacional -6%- y solo hay tres provincias que han tenido un mayor aumento de precios: Melilla (7,5), Toledo (7,3) y Guadalajara (7,3).
Lo más caro, además, es lo más necesario: los alimentos. Su precio se ha disparado un 18,8% en el último año en Málaga y un 2,2% entre enero y febrero. También se ha elevado el IPC por encima del 10% en otros segmentos como las bebidas, tanto alcohólicas como no alcohólicas, el mantenimiento de viviendas, los muebles, los artículos textiles para el hogar, los paquetes turísticos, la restauración y los servicios de alojamiento.
Es raro encontrar algo que sea más barato ahora que hace un año, aunque algún sector hay. Lo más llamativo es el descenso del 24,8% en la electricidad, gas y combustible, aunque hay que recordar que se parte de precios disparatados.
También hay una merma del 13% en los servicios de transporte, del 7,2% en los equipos audiovisuales, o del 1% en los aparatos médicos.