El Colegio de Economistas de Málaga ha presentado este viernes su último barómetro, correspondiente al primer trimestre de 2023, y hay dos mensajes claros. El primero es que Málaga se ha recuperado mucho mejor que el resto de Andalucía de la pandemia. El segundo es que la dificultad en el acceso a la vivienda puede frenar ese empuje, llegando a situaciones realmente complejas que provoquen incluso "situaciones de tensión y conflictividad social de cara al verano".
En este estudio se señalan varias causas que detallan por qué es más complicado encontrar un piso en venta o en alquiler, especialmente en Málaga capital y la costa, que hace unos años y cuáles pueden ser las consecuencias.
Entre las causas se muestran siete. La primera de ellas es la "proliferación de viviendas turísticas". En este sentido, afirman que "una legislación permisiva y el incremento de la demanda han permitido aumentar las viviendas destinadas a estos fines en barrios alejados del centro de las ciudades o zonas de playa, encareciendo el precio de las viviendas destinadas al alquiler tradicional".
En segundo lugar se muestran contrarios a la limitación del precio del alquiler propuesta por el Gobierno central al considerar que se "perjudica" la seguridad jurídica de los propietarios. Los economistas inciden además en el aumento general del precio de la vivienda, por lo que el dueño pide más dinero al inquilino para alquilarla. Ese incremento del precio se debe al aumento de la demanda, pero también al incremento del coste de construcción por la escasez de materias primas, las exigencias del Código Técnico de Edificación, la ralentización de permisos por parte de las administraciones públicas y la falta de suelo urbano para satisfacer la demanda.
Los economistas malagueños hacen hincapié en la desaparición de promociones de VPO, de incentivos fiscales para la adquisición de vivienda en el IRPF, y en el efecto inflacionista producido por el aumento de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo.
La suma de todas estas causas implican una serie de consecuencias. Y para los economistas la más importante es que esa dificultad en el acceso a la vivienda "puede ser un freno al crecimiento económico de la Costa del Sol y de toda la provincia de Málaga".
Estos expertos creen que es la pescadilla que se muerde la cola. Si vienen trabajadores, necesitan un piso para vivir y para poder pagarlo requerirán sueldos más altos. En este contexto, o el empresario sube el sueldo -incrementando la inflación y dificultando sus márgenes- o contrata menos, reduciendo el empleo y la calidad del servicio. Ya hay cadenas hoteleras que se están planteando construir o alquilar viviendas para alojar a sus empleados porque temen quedarse sin plantillas.
Fortaleza de la economía local
La vivienda es una de las preocupaciones importantes para el desarrollo social y económico de Málaga. Sus consecuencias pueden ser dramáticas, como ya se ha mencionado, y las administraciones tendrán que ponerse de verdad manos a la obra para solucionarlo junto al sector privado.
En términos macroeconómicos, el Colegio de Economistas de Málaga, encabezado por su decano Manuel Méndez, ha destacado la fortaleza de la provincia. "Málaga se perfila como la que mejor ha recuperado el nivel prepandemia entre las economías comparadas, superando el crecimiento medio andaluz en un 30% entre 2019-2022 y más de un 50% el crecimiento medio de España. Las previsiones para 2023 y 2024 no hacen sino consolidar esta tendencia", apuntan.