Hubo un tiempo no muy lejano en que pagar más de 250 euros por una habitación en un piso compartido Málaga era un lujo. Hoy, de las más de 530 ofertas que hay colgadas en la web de Idealista, tan solo dos bajan de esa cifra. En La Luz, hay alguna por 350 euros, por la zona de El Perchel es complicado encontrarlas por menos de 400 y si cruzas el río, nada por debajo de los 500. 

Según la plataforma inmobiliaria, en agosto de 2023, alquilar una habitación en un piso compartido en la ciudad cuesta, de media, 400 euros. Málaga es la quinta capital en la que el precio es más elevado, empatada con Bilbao y solo por detrás de Barcelona (485 euros), Palma (475) y San Sebastián y Madrid (450). 

Aún más a la cabeza está en la lista que contabiliza cuánto han subido los precios en los últimos 12 meses; en concreto, en el cuarto lugar, con una subida anual del 14%, junto a Castellón de la Plana (16%) y Palma y Ávila (19%). La media nacional es del 3%, 11 puntos menos que en la capital.

El último informe de Idealista deja entrever que los precios van al alza a pesar de que la oferta también crece. En concreto, un 32% en los últimos 12 meses, ligeramente por debajo de la media en el conjunto del país. Esta subida, no obstante, no es tan sorprendente teniendo en cuenta en el 2022, la oferta de habitaciones en viviendas compartidas en Málaga cayó un 62%. De hecho, según las cifras del portal inmobiliario, en los últimos meses apenas se habrían recuperado la mitad de las estancias que estaban en el mercado hace un año

El coste de arrendar una habitación en la capital ha ido al alza en los últimos años. Desde 2015, el precio ha pasado, de media, de 219 euros a los 400 de la actualidad, un 82% más. 

Según los informes periódicos de Idealista, tan solo la pandemia provocó un frenazo de a la evolución alcista de los precios. En 2019, alquilar una habitación ya suponía unos 322 euros menos para los bolsillos de los ciudadanos, pero la llegada del coronavirus rebajó el arrendamiento hasta los 314, un precio ligeramente inferior al de un año antes pero igualmente récord respecto a los anteriores.  

En 2021, con la vida todavía a medio gas, los precios siguieron cayendo. En agosto de ese año, alquilar una habitación en un piso compartido salía por unos 292 euros, ligeramente por encima de lo que valía en 2017. En 2022, ya sin restricciones, con el turismo casi recuperado por completo, los precios volvieron a subir hasta los 350 euros de media.  

Con las aguas de nuevo en sus cauces habituales, todo apunta a que los precios seguirán al alza. “No contamos con datos que nos hagan pensar que el mercado de habitaciones en piso compartido va a experimentar descensos de precios en Málaga”, aseguraba hace tan solo unos meses a EL ESPAÑOL de Málaga el portavoz de Idealista, Carlos Rueda.

Habitaciones en alquiler en la zona universitaria.

Esta situación preocupa a cientos estudiantes que están próximos a desembarcar en la ciudad o que tienen que enfrentarse de nuevo al reto de encontrar piso. Muchos de ellos ven cómo el montante que reciben de beca para estudiar se queda corto y no tienen más remedio que pedir una ayuda familiar. Los que pueden. 

"No puedo pagar 400 euros por una habitación que, en muchos casos, tiene unas condiciones más que cuestionables", asegura Míriam, que lleva desde el pasado mes de mayo rastreando cada día las ofertas de las plataformas inmobiliarias a la espera de encontrar alguna en un rango inferior. 

Su primera estrategia fue, de hecho, buscar fuera de la zona universitaria. "Pensé que lejos de Teatinos los precios estarían más bajos, pero no es así", explica esta futura médica, que cuenta cómo hay caseros que le aseguran que alquilaron el piso en menos de dos horas tras publicar la oferta en alguna plataforma inmobiliaria o que a algún compañero le han llegado a subir el precio minutos antes de firmar un contrato porque había ofertas más altas. 

NI ALQUILAR NI COMPRAR

Este mercado es solo una parte del complejo engranaje del mercado inmobiliario en Málaga, que alcanza máximos mes a mes y parece no tener techo aupado por la falta de suelo y por la alta rentabilidad que da a grandes carteras que operan con la vivienda como un negocio.   

“El mercado del alquiler, tanto de viviendas completas como de habitaciones, tiene en estos momentos una enorme demanda, lo que está generando tensiones en los precios y aumentando la ansiedad que sufren las personas que necesitan encontrar una habitación”, subrayaba Rueda. 

Según los datos de Idealista, en julio de 2013 el precio de alquiler en Málaga partía de los 6,8 euros el metro cuadrado. Una década después, parte de los 12,8, casi el doble. En la provincia, la renta se lleva el 47% de los ingresos de los hogares, muy por encima del 30% de la media nacional, según otro informe de Idealista.

Es complicado cuadrar los números también para cualquier malagueño que se plantee comprar una vivienda. Si en enero de 2013, el precio de venta estaba en 1.719 el metro cuadrado, 10 años después, el coste se ha duplicado: en julio de este año, el metro cuadrado valía de media 2.570 euros.  

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