José Carlos Escribano de Garaizábal (La Línea de la Concepción, 1963) es ingeniero agrónomo, pero es uno de los máximos referentes de la industria turística y empresarial malagueña. Se incorporó en 1990 al grupo de empresas Martín Lorca como director financiero del hotel Ángela en Fuengirola y es consejero delegado de la empresa propietaria y explotadora de los hoteles Yaramar o Florida Spa.
Toca todos los palos porque también fue presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), además de otros cargos en las patronales turísticas andaluzas y nacionales, y empresario taurino. De hecho, gestionó la plaza de toros de Málaga entre 2000 y 2006 y la de Burgos entre 2007 y 2011, entre otras plazas.
Desde el pasado mes de noviembre es el presidente de la Cámara de Comercio de Málaga. Nos recibe para esta entrevista de la sección A título personal en su despacho este pasado viernes, unos minutos antes de inaugurar un coworking que han hecho en el interior de la sede cameral con capacidad para 70 personas y un desembolso de un millón de euros. Toma un café de máquina.
Lleva cinco meses como presidente de la Cámara de Comercio de Málaga. ¿Cómo está siendo la experiencia?
¿Cinco ya? Parece que fue ayer. Está siendo una experiencia muy intensa, muy ilusionante y la verdad es que estoy contento por representar a esta institución como presidente por la historia que tiene, por las capacidades que tiene y por la proyección que tiene hacia el futuro. Estoy con muchas ganas.
Han inaugurado este pasado viernes un nuevo espacio de coworking en la sede de la Cámara. ¿Qué supone para la entidad?
Es un proyecto que nació en la legislatura anterior y finaliza ahora. Es un proyecto muy ilusionante porque nos posiciona como punta de lanza en la innovación, en la digitalización, en definitiva, en la ayuda a las empresas. Uno de nuestros retos principales es empujar, ayudar a poner los medios necesarios para que las empresas que se dediquen al mundo digital, al mundo de la innovación, tengan un espacio aquí, sobre todo los emprendedores. Un reto para nosotros no solamente es ayudar a crear empresas, sino mantenerlas en el tiempo y creemos que este espacio va a colaborar a potenciar la implantación del sector digital y tecnológico dentro de Málaga. La provincia de Málaga despunta no solamente en el turismo, sino también en la parte tecnológica y nosotros ponemos nuestro granito de arena.
Es una forma de abrir la Cámara más a la sociedad, que siempre ha estado muy enfocada al comercio exterior.
La Cámara de Comercio es una institución con más de 140 años de vigencia y eso es porque ha sabido adaptarse a los tiempos, ha sabido leer a la sociedad a la que debe ayudar. Estamos en el siglo XXI, tenemos que saber leer lo que necesita actualmente el tejido empresarial malagueño, desde el autónomo a empresas más grandes, y eso pasa por la digitalización y por la innovación. Otro concepto que estamos impulsando en esta nueva etapa es la provincialización de la Cámara de Comercio y cada dos meses el Comité Ejecutivo lo trasladamos fuera de la capital. Hemos estado en Torremolinos, a finales de mayo vamos a Ronda y ahí tenemos encuentros con los empresarios y las instituciones públicas locales para buscar puntos de colaboración en temas comunes como puede ser el empleo, la formación, la integración, los servicios, etcétera. Vamos a provincializar los servicios de la Cámara.
"Estamos en el siglo XXI, tenemos que saber leer lo que necesita actualmente el tejido empresarial malagueño, desde el autónomo a empresas más grandes, y eso pasa por la digitalización y por la innovación"
Además, seguir apostando por la internacionalización. La capacidad y el dinamismo del empresariado malagueño nos hace ver que ahí podemos mejorar y podemos aumentar el número de empresas que quieran colocar sus productos fuera de España. Y quería puntualizar una cosa. Cuando se piensa en internacionalización se piensa en aceituna, aceite, carne… Pero también tenemos un sector de consultoría, de auditoría, de despachos con conocimiento de sus propios sectores que también es exportable. El conocimiento también se puede exportar. Ahí tenemos un margen para poder mejorar y poder impulsar ese traslado del conocimiento fuera de nuestras fronteras.
Usted viene de la Málaga turística ¿Qué es lo primero que se le viene a la cabeza cuando escucha hablar de la Málaga tecnológica?
Vengo de una Málaga global y transversal, porque si hay un sector transversal es el turismo. Y, de hecho, la innovación y la digitalización no tendrían sentido si no hubiera turismo. Uno de los primeros sectores que incorporaron la tecnología informática fue el turismo con la compra online, con la venta de billetes, con las aerolíneas, con las páginas web dentro de las páginas… La Málaga tecnológica me parece una realidad y permite constatar que cuando se hacen las cosas bien hay resultados positivos. Cuando me hablan de la Málaga tecnológica me planteo ¿por qué existe la Málaga tecnológica? Y es porque hubo un plan estratégico, una conjunción de intereses sociales, económicos y públicos que supieron unirse. Es fundamental planificar, ese plan estratégico se está cumpliendo y ahí están los resultados. Es un caso de éxito por los resultados, por su visibilidad a nivel internacional, su oferta en el empleo, sus capacidades para promover innovación,... El camino trazado es un ejemplo claro de esa colaboración público-privada, pública-pública y privada-privada.
¿Está consolidada o tiene pies de barro?
Se está consolidando porque tiene una base muy potente, unos cimientos muy concretos. No obstante, hay que hacer mejoras en infraestructuras, en adecuar los servicios o en aumentar la oferta de vivienda. Pero entiendo que, hoy por hoy, la Málaga tecnológica tiene buenos cimientos y sobre ellos se está construyendo un buen edificio tecnológico. Era impensable hace unos años que otros nos miraran y eso está pasando. Le pongo un ejemplo. El otro día vino una comisión de Valladolid encabezada por su alcalde, por su universidad y sus empresarios para conocer de primera mano cómo se había iniciado la apuesta de la Málaga Digital.
Ahora nos quiere copiar todo el mundo.
Eso es bueno porque te hace ver que lo estás haciendo bien. Pero repito, la clave es la planificación. Hacer un plan y ejecutarlo.
¿Cree de verdad que Málaga podría llegar a competir o alcanzar a Barcelona en el ámbito económico?
Yo soy poco de récords. Esto no es una olimpiada, no es medalla de oro al que más corre, al que más aspira. Málaga debe competir en los planos sociales, en ofrecer al residente confort y una posibilidad de crecimiento personal y profesional. Ahí sí que Málaga tiene mucho que decir y lo está diciendo. Si, además de eso, cogemos los datos, los números y vemos que lidera crecimiento de empresas, facturación o que lidere algún sector bienvenido sea, pero no debe ser el objetivo ganarle a Madrid o a Barcelona. Málaga tiene sus propios condicionantes, su propio nicho de mercado como para que no entremos en competencia con otros. El factor fundamental es hacerlo bien, mirando a la sociedad. Las empresas privadas y las instituciones públicas tenemos que poner en el centro de nuestra gestión al cliente ciudadano residente.
El salario bruto medio en Málaga no llega a 20.000 euros según los datos de la Agencia Tributaria. Así es difícil.
Hay oportunidades para seguir mejorando. Yo creo que en el ecosistema malagueño aquellas personas que tienen inquietudes mejoran. No es tanto un tema de posibilidades sino de actitud. Es cierto que el salario medio es así, pero también es cierto que la calidad de vida en Málaga va creciendo. De eso no cabe duda.
"En el ecosistema malagueño aquellas personas que tienen inquietudes mejoran. No es tanto un tema de posibilidades sino de actitud"
Decía Felipe Romera en una entrevista con este periódico que lo importante para encontrar trabajo en Málaga iba a ser saber programar y saber inglés. Muchas empresas internacionales asentadas en esta provincia es lo que están pidiendo.
Inglés, programar, capacidad de trabajar en equipo, capacidad de mejora, capacidad de conciliar… Yo creo que también esas capacidades son interesantes a la hora de ofrecer y de gestionar empresas.
Usted trabaja en el sector hotelero. El año pasado fue espectacular en visitas en la Costa del Sol. ¿Qué esperan este año?
Las perspectivas que tenemos encima de la mesa son consolidar los datos del año pasado en creación de empleo y en mejora de los servicios. Hay dos factores que son importantes. El primero es que el ingreso medio por cliente está aumentando y eso trae riqueza. El segundo es que se está desestacionalizando cada vez más el flujo de visitantes. Antes era julio y agosto y ahora ya vemos muchos turistas en mayo, octubre, incluso en el invierno. Se ha sabido leer muy bien que uno de los principales activos de la provincia de Málaga es su enorme capacidad de ofertar no solamente sol y playa, sino también la mal llamada oferta complementaria. Muchos vienen atraídos por la gastronomía, la cultura, el deporte o la náutica. El mercado, además de sol y playa, quiere más cosas, más experiencias y eso lo hace muy bien la Costa del Sol porque se ha invertido en aumentar y mejorar los servicios. Y como colofón se ha consolidado el aeropuerto de Málaga.
El aeropuerto de Málaga va como una moto. Récord de pasajeros en 2023 y este año está creciendo más.
Va bien porque la provincia de Málaga enamora. Aquí se hacen bien las cosas. Hay que decir con orgullo que España es líder en la industria turística, Andalucía está arriba y dentro de Andalucía es Málaga la que marca el ritmo. En Málaga hay conocimiento, hay capacidad y entendemos el turismo como una gran oportunidad.
¿Teme que pueda llegar a ser agobiante vivir o moverse en Málaga con tanto turista y trabajador que ha venido de fuera?
Hay que mejorar las opciones de acceso a la vivienda, la conectividad provincial y la intermodalidad, es decir, que haya una conexión entre aeropuerto, puerto y estación. Y, por supuesto, asegurar el abastecimiento de agua. Ha llovido, pero hay que seguir trabajando como si no hubiera llovido. Yo creo que ya hemos reaccionado. Tanto la sociedad civil como la parte pública ya entendemos que la gestión del agua es fundamental para todo, para el residente y para la sociedad en general, más allá de que nos visiten más o menos personas. Hay que tener un plan de recurso hídrico planificado y ejecutándose. También un mayor acceso a la vivienda pública poniendo más suelo público a disposición del mercado y dando más seguridad jurídica a los propietarios de las casas. Con la normativa actual, un propietario tiene cierta inseguridad a la hora de ver a quién incluye en su vivienda.
Málaga va hacia un gran área metropolitana. ¿Vamos tarde? Es decir, ¿están llegando antes los ciudadanos que las infraestructuras?
El aeropuerto y las circunvalaciones afortunadamente llegaron antes, pero ahora nos ha cogido un poco con el pie cambiado. Las instituciones públicas no han visualizado en los últimos años a Málaga como zona prioritaria, como un sitio en el que es necesario mejorar las infraestructuras. Las infraestructuras dependen del dinero público y, por tanto, de los Presupuestos. Y es fundamental que desde el Gobierno central, de la mano del autonómico, se vuelva a mirar a Málaga como lo que es: creación de riqueza y de empleo. Cuando se destina presupuesto a Málaga no se gasta, sino que se invierte. El gasto se pierde pero la inversión se recupera.
¿Qué piensa cuando escucha al ministro de Transportes, Óscar Puente, mostrando nulo interés por el tren a Marbella y diciendo que no hay ningún estudio para hacerlo?
Me sorprende la falta de conocimiento que tiene de la realidad andaluza y malagueña en concreto. Yo le invitaría a que viniera a Málaga y explicarle pie a tierra cuáles son las necesidades y cuáles son las soluciones. Porque no solamente hay que plantear el problema, sino también tener la solución encima de la mesa y, por supuesto, pedir esa colaboración necesaria por parte del Gobierno de España. Hay datos que avalan que es necesario posicionar un tren litoral en la provincia de Málaga de manera urgente. El proyecto no es fácil, no es pintar sobre un plano, pero ha pasado suficiente tiempo como para tener en la mano ya opciones para poder afrontar esta realidad, esta necesidad.
"Me sorprende la falta de conocimiento que tiene el ministro Óscar Puente de la realidad andaluza y malagueña"
¿Hasta qué punto cree que Málaga está perdiendo oportunidades por no tener esa conexión ferroviaria en la costa occidental y oriental?
Hay veces que un británico tarda más tiempo en ir a Marbella desde Málaga que desde Londres a Málaga y a veces incluso le resulta más caro. A los territorios que quieran tener un peso económico y social se les mide por su nivel de infraestructuras. Tenemos un gran aeropuerto, el puerto está bien posicionado, el AVE nos ha traído soluciones y posibilidades, pero la red viaria y la red de carreteras efectivamente se han quedado atrás y no están al nivel que exige la sociedad malagueña.
¿Cree que veremos el tren litoral algún día?
Sí. Y tengo 60 años. Creo que ya hay una conciencia sobre ello. Las grandes obras al final se realizan por el impulso de la sociedad civil. Creo que hay una conciencia clara en la sociedad civil de que es determinante afrontar este proyecto, más allá de las dificultades que tiene. Yo lo que pido es que nos pongamos todos de acuerdo en el trazado, de forma que sea la bandera para poder ejecutar ese proyecto. Es un proyecto ambicioso pero lo veremos.