No son los típicos emprendedores. Tienen "muchísimos años de experiencia" laboral y no quieren correr para que su startup explote a nivel global: "Ya se verá, estamos aprendiendo". Ellos prefieren ir "rollo hormiguita", creciendo poco a poco —en torno a un 50% más clientes y facturación al año, nada mal— para convertirse en lo que ellos llaman "una startup camello": resistente al calor y las circunstancias externas independientemente de no contar con agua, esto es, la financiación.
Son expresiones de Daniel del Río, cofundador junto con Rocío Valenzuela de la empresa de gestión de recursos humanos HRider, que cuenta entre sus clientes al puerto de Algeciras, la empresa malagueña Freepik o el Real Betis Balompié. Ambos superan los cuarenta años, muchos de ellos con otros empleos, y han conocido por dentro "muchas empresas". Es ese conocimiento de la realidad de tantas compañías la que les llevó, por un lado, a impulsar su herramienta para mejorar la comunicación en entornos laborales y, por otro, a desarrollar esa compañía con el foco en un crecimiento orgánico pero firme.
"El software que hacemos es para ser más felices y sería una contradicción que nosotros no fuéramos felices", resume Del Río en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga. Su sistema "ético humanista" no quiere "caer en engaños ni enredos", sino que cree "en el boca a boca y en el sentirse felices". Es así como se han convertido en la empresa de habla hispana —el 40% de sus clientes están en Latinoamérica— con mayor crecimiento de su especialidad: haciendo bootstrapping (es decir, sin financiación de ningún tipo más que sus propios beneficios) y con un índice de recurrencia superior al 95% anual en el número de licencias.
¿Cómo funciona?
HRiders es una aplicación que recoge información sobre rendimiento, satisfacción y talento de empleados a través de cuestionarios. Mediante técnicas de macrodatos o big data, analizan las respuestas para convertirlas en un informe "relevante" e "inteligible" para la empresa sobre qué habilidades de sus trabajadores pueden estar perdiendo, entre otras acciones comunicativas internas.
"Buscamos que los trabajadores le den un enfoque humanista al día a día: conseguir que los empleados sean más felices, estén más comprometidos y sean más competitivos", cuenta el cofundador y líder tecnológico de la compañía, que considera que está pendiente un "giro hacia las personas" en las aplicaciones digitales.
Una de las preguntas claves para ellos es la valoración del propio empleado de sus competencias, que se compara con la visión al respecto de compañeros y superiores para trazar un mapa de habilidades por explotar en la compañía: "En otros software de recursos humanos, la gestión del talento de cada empleado era accesorio. Para nosotros, es el cerebro y el corazón de la compañía", explica.
"El empleado puede ver qué competencias él ejecuta bien y los demás creen que podría mejorar, por ejemplo, o qué competencias cree él que hace mal y sus compañeros en cambio aprecian su labor", ejemplifica el cofundador de HRider, que subraya que el propio sistema realiza planes de acción y aporta especialmente valor en compañías grandes, "a partir de 100 personas, donde el tema de la comunicación puede ser una complicación mayor".
Así, si por ejemplo algún día llega un cliente nipón, el sistema ayuda a identificar rápidamente si hay algún empleado que sepa idioma japonés. "Si no tienes un sistema como el nuestro, a una gran compañía le va a ser muy difícil saber quién tiene cada habilidad", argumenta Daniel del Río. Además, el sistema identifica también correlación entre distintos indicadores; por ejemplo, entre la capacidad de seguir formándose que tiene un trabajador y su horario.
Su trayectoria
Del Río lleva ya unos ocho años trabajando en este proyecto. Antes de HRider, tenía una empresa de consultoría informática que hacía software a medida para compañías. Uno de esos clientes les solicitó un prototipo para evaluar el desempeño de sus empleados, que tuvo "buena aceptación" hasta en Latinoamérica: "Es ahí cuando me doy cuenta de que realmente hay una necesidad en empresas de todo el mundo". Comenzó a desarrollar la primera versión de la herramienta y, cuando la consiguió, se sumó a su proyecto la cofundadora Rocío Valenzuela, experta en RR.HH.
"Con ella profundizamos y vimos cómo mejorar cosas que yo no había tenido en cuenta. Nuestra primera etapa siempre fue producto, producto, producto y hacer poco ruido", recuerda Daniel del Río, que coincide en su enfoque con la generación dorada de la Málaga tecnológica. En 2017, independizaron HRider de la consultoría informática.
Tras pasar por las aceleradoras Sprita Startups y La Farola, actualmente se encuentran en el Málaga TechPark (antiguo PTA) y también cuenta con teletrabajadores en otras partes de España. Afrontan con optimismo un nuevo momento: "La primera etapa de producto, producto y producto ya la hemos terminado. En esta segunda etapa, vamos a intentar crecer y hacernos conocer", adelanta Del Río.