Los presupuestos de la Junta de Andalucía para el año 2023 contemplan una subida del 87% de las inversiones en I+D+i (investigación + desarrollo + innovación), que pasan de los 480 millones de este ejercicio a 900 en el próximo. Una cifra que "jamás" se había alcanzado antes en la comunidad, de acuerdo con Juanma Moreno, y de la que Málaga puede ser una de las grandes beneficiadas... si las empresas saben cómo usarlos.
"Muchas compañías se piensan que no innovan, pero lo hacen con proyectos por necesidad. Antes cubrían un proyecto de una manera y el tener que hacerlo de una manera diferente es una innovación", explica en una entrevista con este periódico el responsable de la oficina de Leyton en Málaga, Antoni Gallardo.
La suya es una consultora multinacional especializada en acompañar a otras empresas a "conseguir la máxima financiación dentro de los proyectos de I+D+i", indica Gallardo, que señala algunas de las claves para lograrlo: analizar todos los proyectos llevados a cabo incluso internamente para ver si han sido innovadores —y, por tanto, deducibles fiscalmente— es uno de ellos.
"Esa innovación a nivel interno tiene unos beneficios fiscales, que es donde nosotros ponemos el foco", continúa Gallardo, que subraya que no se trata "solo de las ayudas": "Hay una parte fiscal muy importante que si se sabe justificar, y ese es nuestro know-how, es hasta más rentable que las propias ayudas".
Leyton se asentó presencialmente en Málaga en septiembre de 2020, con una oficina en el barrio de La Malagueta con solo dos personas. Actualmente se sitúan en calle Álamos, cuentan con 13 trabajadores y están cerrando una nueva oficina en el edificio del centro comercial Málaga Plaza. Esperan llegar hasta a 30 personas para 2024.
Desde la Costa del Sol, una de sus diez sedes en España, gestionan los proyectos de toda Andalucía. Además, como prueba de su inmersión en el ecosistema, participaron el pasado mayo en los Málaga Tech Games, la competición deportiva entre empleados de startups locales: "Nosotros no somos en sí una empresa tecnológica, pero estamos en su día a día para ayudarlas a crecer. Son nuestro nicho aquí en Málaga, así que nos apuntamos a jugar con ellos".
Pero... ¿cómo se puede innovar sin saberlo?
Para aprovechar las ayudas de la Junta, las compañías deben presentar al gobierno autonómico proyectos que tiene en proceso para analizar si son subvencionables. Leyton, que apuesta por "conocer a cada empresa y ver lo que hace para estudiar el encaje que pudieran tener las ayudas", también hace hincapié en que se pueden lograr deducciones fiscales de entre el 12 y el 42% por proyectos ya realizados en los que se haya innovado. El consejo es, por tanto, analizar detalladamente la hoja de proyectos ya realizados.
Además, desde Leyton también enfatizan la existencia de bonificaciones a la Seguridad Social por tener personal en I+D+i, como programadores: "Muchas empresas desconocen que tienen derecho a pagar menos de Seguridad Social por tener este tipo de perfiles... y se puede combinar con la parte de deducción fiscal", dice Gallardo.
También en turismo o agro
Las grandes compañías tecnológicas no son el único nicho de esta consultora. Según explica el responsable de su oficina malagueña, pueden ayudar también a pymes con 2 o 3 empleados y a compañías de otros sectores, como la industria agroalimentaria o turística. "Digitalizar se hace en todos los sectores", resume Antoni Gallardo.
"Un ejemplo muy claro que te va a servir para cualquier sector. Cuando una empresa adquiere un software nuevo que pide que se le desarrolle a medida ciertos módulos adaptados a sus necesidades, ya está considerado como innovación. Empresas de construcción o de hostelería o de turismo, que a priori no hacen nada de I+D+i, podrían deducir parte de ese gasto de implementación del software", plantea. Y no solo por su implementación, sino por su actualización año tras año.