Cuando el Consorcio de Transporte Metropolitano de Málaga se encontró con que Google Play no les permitía publicar la actualización de su app de autobuses, se vio obligado a recurrir a una empresa paisana: la tienda de aplicaciones Uptodown. "Se vieron obligados a buscar algún sitio donde publicarla porque, si no, no podrían dar el servicio", afirma el CEO de Uptodown, Luis Hernández, en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga.
Y no es solo que la tienda de aplicaciones de Google pueda no autorizar actualizaciones clave de apps de servicios públicos, argumenta Hernández, sino que "para coger un autobús, un malagueño tiene que aceptar los términos y condiciones de una empresa extranjera privada y sacrificar su privacidad".
"Eso es una irresponsabilidad brutal porque, al fin y al cabo, es una empresa extranjera de la que depende un servicio público", plantea el malagueño: "La única forma de que en Europa o España se puedan garantizar los derechos de sus ciudadanos es permitir que haya empresas que den ese servicio como alternativa. Y, si son europeas, mejor. Ahí es donde entramos nosotros". Ahora, su logo está junto al de Google Play Store y el de App Store en las paradas del bus.
Con ese razonamiento en mano, y la constancia de que el Gobierno de España cuenta con más de una decena de aplicaciones solo disponibles en Google Play —o que en Francia el pago de impuestos telemáticamente se debe realizar a través de aplicaciones exclusivas de esa misma tienda—, Luis Hernández ha ido a Bruselas. El director general de Uptodown se ha reunido este lunes y martes con el grupo de trabajo de la Comisión Europea para la implementación de la gran revolución comunitaria contra el monopolio de las grandes tecnológicas foráneas: la Ley de Mercados Digitales o Digital Markets Act (DMA).
Esta norma comunitaria, aprobada en octubre de 2022, tiene por objetivo garantizar el carácter abierto de los servicios digitales esenciales y que los llamados gatekeepers (en español, guardianes de acceso; empresas como Google o Apple) no impongan condiciones injustas a empresas y usuarios finales. Para Hernández, el titular es: "Europa ha despertado y se ha dado cuenta de que está perdiendo capacidad autónoma dentro del mercado digital".
"Lo que ha aprobado la Unión Europea es súper potente. No están interesados en que se quede en papel mojado, hay un ánimo de que sea efectivo", defiende con entusiasmo el CEO de Uptodown. Resalta que se ha hecho un "buen trabajo" al acordar multas "muy, muy potentes" sobre la facturación global de las compañías que además se incrementa si son reincidentes, a lo que suma que se haya establecido un calendario fijo para que no se alargue su aplicación efectiva con procesos judiciales.
Para Hernández, el objetivo es simplemente de "promover la defensa de los intereses de Europa frente a las compañías extranjeras, cuyo objetivo es básicamente proteger el negocio del 30% de comisión que se llevan sobre cualquier cosa que pasa en tu móvil"; ya sea comprar una canción o suscribirte a un servicio. Su perspectiva es que esas grandes empresas se adaptan a las normativas siempre reactivamente y no por convicción, por lo que "es importante colocar unos principios sólidos con la Unión Europea".
Así, su empresa ha viajado a Bruselas a posicionarse como la tienda de aplicaciones móviles independiente 100% europea más popular y segura, y por tanto capaz de capitalizar ese cambio. Actualmente cuenta con 132 millones de usuarios activos mensuales y 450 millones de descargas al mes en todo el mundo y, si consiguieran que todo dispositivo vendido en Europa deba tener preinstalado en igualdad de condiciones una alternativa a Google Play, estima que a finales de 2023 podría estar presente en 100 millones de dispositivos europeos como tienda de aplicaciones por defecto y duplicar su total de usuarios mensuales en dos años.
"Si realmente la Ley de Mercados Digitales luego funciona, supondrá que España será uno de los pocos países que tiene una herramienta súper potente para ofrecer una salida digna a Europa", sostiene Hernández: "Para España es una oportunidad de ser líder en el mundo en este sector, de convertirse en una súperpotencia directamente. Si en este país tenemos el proyecto más potente en el mundo para distribuir apps después de Google, creo que merece la pena escuchar y promover".
Uptodown ahora se concibe a sí mismo "más que como un negocio en sí mismo, como un servicio que sirva de arma para la Unión Europea"
Para ello, están trabajando en tres frentes. A nivel ejecutivo, con esa participación activa en la propia Bruselas en el desarrollo del Digital Markets Act. A nivel producto, Uptodown ahora se concibe a sí mismo "más que como un negocio en sí mismo, como un servicio que sirva de arma para la Unión Europea y para el Gobierno de España para tener una alternativa a Google Play".
A nivel político, han tenido una sesión para discutir la estrategia en Europa de Uptodown con Andreas Schwab y Pablo Arias, miembros de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor, y con Pilar del Castillo, miembro de la Comisión de Industria, Energía y Telecomunicaciones. Su objetivo es ganar visibilidad, y han logrado el compromiso de una visita de miembros de ambas comisiones a la ciudad de Málaga, a la que también han llevado por bandera.
"Ellos coinciden con que lo que hacemos en Málaga va en línea con lo que ellos llaman el European way of life, con base en los principios de la Unión Europea. Hemos enseñado lo que hacemos aquí Uptodown y nuestros compañeros, y han concluido que somos un buen ejemplo de esa estrategia", argumenta Hernández, que defiende la importancia de "hacer un esfuerzo" para crear conciencia y compartir su visión. Así, la Unión Europea puede saber "qué está pasando dónde y quién tiene la pieza clave".
Desde su perspectiva, la de Google o Apple ha sido "la campaña de márketing más exitosa que hayamos podido ver nunca: son sus propios usuarios los que defienden que no deberían de ser abiertos al mercado, cuando tú realmente no perjudicas en nada a quien quiera seguir con ellos por ofrecerles otra posibilidad".
"Nadie se atrevía a emprender para luchar contra Google, pero aquí hay cuatro gatos con todas las de perder que están hablando con la Comisión Europea para poner en marcha una ley"
"Uptodown no puede aparecer en ningún área que Google crea que es competencia suya. Ahora mismo, está prohibido que esté en Google Play. Es decir, de facto, en la inmensa mayoría de los móviles de todo el mundo está prohibido que Uptodown tenga presencia. Es una práctica anticompetitiva: Google puede estar perfectamente en Uptodown, y que la gente elija. Si tan buena es su tienda, no deberían tener miedo (...) Aquí no estamos hablando de sustituir, de prohibir ni intervenir. Lo único que se propone es que haya igualdad de condiciones", defiende Luis Hernández.
A la vuelta de Bruselas tras un "primer nivel de exploración", vienen "muy optimistas" y con la certeza de que el usuario "podrá elegir" y contará "con toda la información" cuando compre un dispositivo nuevo: "Ojalá surjan muchas otras tiendas. Nadie se atrevía a emprender para luchar contra Google, era una batalla perdida. Jugaba a su favor la impresión de que nadie podía contra alguien que ya gobierna con puño de hierro un sector. Y creo que también es un mensaje bastante positivo que haya gente aquí, cuatro gatos en Málaga con todas las de perder, que están hablando con la Comisión Europea para poner en marcha una ley", planteaba antes del viaje.
[Apple no quiere líos: permitirá alternativas a la App Store para cumplir con la ley europea]
Y, con todo, Luis Hernández cree que este cambio para Uptodown puede ser "o muy bueno o muy malo", porque existe el riesgo de que muchas corporaciones con presupuestos muchos mayores a la suya desarrollen productos similares a su tienda de aplicaciones alternativa para ocupar el nicho que dejara el fin del monopolio: "Pero si el resultado final es muy malo para Uptodown y cambian las cosas, no creo que sea un problema. Ahora mismo mi trabajo creo que es más provocar un cambio y que tengamos algún impacto en cómo se distribuyen aplicaciones".
"Llevamos veinte años con esto y, si yo hoy cierro, me voy a ver satisfecho con lo que he aprendido. Si cambiamos la forma en la que se distribuyen las aplicaciones y logramos un acceso mucho más transparente, ya habremos ganado", reflexiona.