En abril de 2022, el fondo de capital riesgo Startup Wise Guys aterrizó en Málaga con la ambición de ayudar a convertirla en "otra Lisboa", es decir, "un ecosistema con una parte local, pero mucho espacio para startups internacionales". Así lo explicaba en una conversación con este periódico el CEO de esta aceleradora, uno de los inversores más activos de Europa, Cristóbal Alonso: "Veo pasión", afirmaba entonces.
Poco más de un año después, en el que Alonso ha vivido en primera persona en el ecosistema tecnológico de la Costa del Sol, su visión ha cambiado y se ha vuelto más crítica. Desde su perspectiva, hay escasez de oficinas y viviendas para atraer de manera fija al talento internacional, existe una importante limitación de las startups locales con el inglés y tampoco ha notado un excesivo interés en ellas.
"No es un ataque personal a nadie, sino un reto para superar", advierte el CEO de Startup Wise Guys en una nueva entrevista de balance con EL ESPAÑOL. ¿El desafío que lanza a la Málaga tecnológica? Conseguir reunir, antes de que termine el año, a 25 startups de la Costa del Sol haciendo sus pitches —presentaciones a inversores— en inglés y con una propuesta "con sentido".
Las desventuras de StartupWiseGuys en Málaga comenzaron con el mismo aterrizaje, cuando les llevó varios meses encontrar pisos a los responsables de su flamante nueva incubadora internacional de realidad aumentada y virtual en el Polo Digital. Según explicaron en aquel momento a este periódico, el auge de los alojamientos turísticos y su rentabilidad les dificultaron mucho hallar un lugar apropiado para asentarse.
Esos problemas para quedarse a hacer vida aquí, y no solo como mero visitante, han sido frecuentes en las andanzas de uno de los más activos inversores de Europa en la Costa del Sol. De las 21 startups que han participado y han recibido una inversión de 100.000 euros cada una en el programa de SWG en el Polo, explica Cristóbal Alonso, ninguna se ha terminado quedando en Málaga. Y solo dos de las candidatas a participar en este programa eran locales.
"Yo me pregunto dónde está la gente", reflexiona Alonso, que considera que la cantidad de startups que han nacido en Málaga "no hacen un ecosistema, sino un caldo de cultivo". A modo de ejemplo, el CEO de StartupWiseGuys recuerda las recientes presentaciones de su libro sobre emprendimiento, en el que se presentaron "más nómadas que se esfuerzan en entender el español que locales".
Desde su perspectiva, hay una desconexión local con el potencial internacional que atesora la propia ciudad, tanto respecto a Marbella como con el mismo idioma inglés: "Yo tomo café cada semana con todo el que me lo pida, ¿y de Málaga habrán sido siete? Y cuatro por mano de la misma persona, Francisco Espinosa (CEO de Innventuur)", afirma Cristóbal Alonso, que subraya su disponibilidad: "Quien quiera hablar conmigo, es solo un mensaje".
Así, SWG ha reducido por el momento sus planes en la Costa del Sol, aunque seguirá manejando desde la ciudad andaluza la expansión en otras ciudades bien conectadas como Bilbao y Lisoba: "Aquí hay menos de lo que podemos hacer, por ahora", resume.
Cara al futuro, Alonso cree que Málaga "sigue siendo un sitio muy atractivo para que la gente pase un tiempo" y el objetivo debe ser facilitar que eso trascienda a que el talento foráneo se pueda asentarse indefinidamente aquí. Para ello, cree que "el ambiente internacional es la gran oportunidad", y no tanto el sol en el que tanto se reincide: "Lo que Dios ha hecho no es mérito vuestro. No me puedes vender el clima como tu propuesta de valor".
Afortunadamente, "hay margen para cambiarlo por volumen de talento", plantea Alonso. Es por eso que lanza su propuesta de conseguir reunir esas 25 startups antes de final de año con un pitch en inglés con una demanda de inversión que tenga sentido, y pide que se aleje de lo institucional. "Olvidémonos de los actores públicos: hagámoslo privado. Si va bien, ya se sumarán", sentencia.