Caseta de Rumanía de la Feria Internacional de los Pueblos de Fuengirola, en Málaga. Diez de la noche del domingo 30 de abril. La pista de baile comienza a llenarse rápidamente mientras que suena música electrónica. En la cabina del DJ, tras la mesa de mezclas, la imagen era cuanto menos curiosa. Tras la controladora asomaban los brazos en el aire de un sonriente pequeñajo que no quitaba los ojos a su ordenador y a sus platillos. No quería que ninguno de los presentes en la pista dejara de bailar con sus sones.
Cuando los asistentes de la caseta comenzaron a percatarse de la corta edad del DJ, el sentimiento comunitario de los presentes era el asombro. Muchos, en vistas del musicón que estaba poniendo el chaval, se animaron a ponerle propinas sobre la mesa como agradecimiento. Otros incluso trataron de conocer quién era para contratarle para futuros eventos privados.
El niño que revolucionó la fiesta aquella noche no era más que Dani Moreno, un malagueño de apenas 10 años que se presenta al mundo como todo un enamorado de la música electrónica. Su lazo con las mezclas se ató con apenas 4 años y con 10 comienza ya a hacer sus pinitos en público. "Él no va a olvidar lo que vivió el otro día en Fuengirola. La gente flipaba con él", reconoce ilusionado su padre, Adrián Moreno, quien ha apoyado a su hijo en todo momento para cumplir su sueño, incluso durante la entrevista que ambos conceden a EL ESPAÑOL de Málaga, donde el protagonista está algo cortado.
Dani va al colegio, como cualquier niño de su edad, de lunes a viernes; saca buenas notas, según cuenta su padre; y también practica fútbol, como no podía ser de otra forma, puesto que su familia adora el deporte. Por si todo esto fuera poco, a comienzos de 2023, Dani comenzó a profesionalizarse como discjockey haciendo un curso que le ha llevado a poder vivir experiencias como la de Fuengirola.
El inicio
La historia comienza en Box FBT, el gimnasio que su padre tiene a unos metros del Parque de la Alegría. Como estaba acostumbrado a ver a su progenitor preparando la parte musical de las clases de spinning, a sus cuatro años le pidió a este que le dejara jugar con el programa Mixmeister. Con él, el pequeño aprendió a hacer sus propias sesiones mezclando canciones de diferentes estilos a las que cambiaba los beats. A partir de entonces, cuando su madre iba a entrenar, Dani también solía poner la nota musical a los entrenamientos de los clientes de su padre.
El niño tenía talento, Adrián reconoce que no solo lo veía él y su mujer, sino todo el que se paraba a observarle. Es por ello por lo que siguieron indagando en el tema musical y Dani se asomó al mayor gigante audiovisual que hay en Internet, YouTube, donde comenzó a aprender de los más grandes a través de tutoriales.
"Con siete años, Dani le pidió a los Reyes Magos su primera mesa de mezclas, que es la que usa ahora, una Pioneer DJ DDJ-400. Al final se la trajo Papá Noel, eran las navidades de 2020. En cuanto la abrió, la montamos con un ordenador que no usábamos demasiado en casa y ya el primer día estaba pinchando. Yo lo veía y no podía entenderlo, tocaba todos los botones muy rápido. Me dijo que había aprendido mucho durante dos meses viendo vídeos de YouTube, yo aluciné", reconoce Adrián.
"Quiero ser DJ, pero también productor. Los instrumentales de la música techno me encantan, me lo paso muy bien pinchando y encima me gusta mucho ver a la gente bailando", dice tímidamente Dani al ser cuestionado por qué es lo que más disfruta cuando se planta frente a la mesa de mezclas. Pese a su timidez, no le asusta el público presente en la pista del baile. Sabe que tiene un objetivo claro: hacerles bailar, o, en el caso de sus sesiones en el gimnasio, motivar a los clientes de su padre para que hagan el mejor entrenamiento que puedan.
También siguió alimentándole el gusanillo por el mundo DJ un amigo de su padre, que le enseñó una aplicación para hacer canciones a través de diferentes armonías desde un teléfono móvil. Le llamó mucho la atención y se atrevió a dar el paso de crear sus propios temas en lugar de mezclar temas que ya conocía. Bebiendo de la inspiración de dos de sus ídolos, WeDamnz, al que él y su padre llaman "el niño DJ", por su juventud, y James Hype, Dani se animó a abrir un canal de YouTube. Pese a que se lo abrió a finales de 2020 de forma privada, no fue hasta marzo de 2022 cuando se animó a compartir contenido público y mostrar al mundo su talento. Además de subir sus propias canciones y sesiones, también publica sus propios tutoriales y trucos donde recrea a otros DJs. Precisamente, el vídeo que más personas han visto en su canal ha sido el del truco de James Hype, que ya supera las 17.000 visualizaciones.
Su nombre artístico, Dark-G DJ, viene de sus apellidos. "Buscando algo similar a moreno en inglés, nos conformamos con Dark, y la G viene de Gutiérrez. Empezó llamándose DJ Daniel-ESP en YouTube, pero si lo googleabas, la realidad es que salían cientos. Así es más personal", expresa Adrián. Dani ha diseñado su propia web y todos los logos que figuran en su Instagram y su canal de YouTube. "Yo no he hecho nada. El niño ha ido haciendo todo él solito, incluso ha sido él el que ha puesto las traducciones al inglés", continúa el papá orgulloso. Si le echamos un vistazo a los comentarios de los vídeos, Dani incluso responde en inglés, pues cree que la mayoría de personas que se interesan por la música que hacen no son españolas.
El consejo de que apostara por un nombre que le representara se lo dio uno de los profesores de la academia donde ha empezado a formarse en el marco del curso DJ Básico. "Comenzó en enero y acabó antes de Semana Santa. Se lo ha pasado genial. Aunque tenías que ver a los compañeros. Si él tenía diez, el resto de treinta para arriba. Una estampa curiosa", recuerda Adrián entre risas.
El día que fueron a Musiluz para saber más de este curso se encontraban en el local dos DJs: Rafa Nández y Pablo Morales, al que todos conocen en el mundillo como Moralguez. "Aunque realmente su profe del curso fue Anthony, otro fantástico DJ, Nández fue el que le ofreció que pinchara en la caseta. El primer día que lo vio allí en Musiluz nos dijo que teníamos un artista en casa. El muchacho se puso delante de una controladora para que Dani le replicara en la suya haciendo mezclas y lo siguió perfectamente, vio que tenía potencial", dice.
Adrián aún está sorprendido con la reacción del público y con el cariño de los DJs que han visto a Dark-G DJ nacer, Anthony, Nández y Moralguez, pero también del DJ Raúl Velasko, presente en el evento. "Hubo un momento en el que se ausentaron de su lado, lo dejaron solo y el niño seguía a su rollo, confiaban en él. Hasta con sus brazos hacia arriba, como hacen todos los que él admira. Si lo hace un tío de fama mundial con James Hype, pues él también quería. Era impresionante ver a todo el mundo loco con los 'subidones' de las mezclas de Dani", confiesa entre risas Adrián.
El sueño de Dani es convertirse en productor musical y que el mundo baile con sus canciones. "De momento, nos han dicho que lo más seguro es que repita en la Feria de Málaga, en la caseta Kaos, le hace mucha ilusión", explica Adrián, quien ahora mismo no teme al mundo de la noche. "Mi hijo disfruta muchísimo haciendo sus propias canciones, me quedo con eso. Sin los 18 años no puede entrar a una discoteca ni como cliente ni como DJ. Cuando llegue el momento ya se verá, pero de momento nos quedamos con los bolos en las fiestas de la feria y las verbenas para que viva la experiencia. Todo tiene su tiempo, lo próximo es hacer cursos de DJ profesional, productor básico y avanzado y ahí estaremos con él", zanja.