Primer semestre del plan de estudios: Fundamentos de Ciberseguridad, Fundamentos de Redes Telemáticas, Matemáticas I, Programación I, Representación del Conocimiento y Razonamiento. Así es el nuevo y pionero grado en Ciberseguridad e Inteligencia Artificial de la Universidad de Málaga, recibido con los brazos por el ecosistema tecnológico de la ciudad, a su vez un auténtico reto para la Escuela Técnica Superior de Informática... y todo, a 'coste cero' para la Universidad.
"Lo que pide la Junta de Andalucía es el 'coste cero'. Todo tiene que ser una amortización del dinero que hay... Pero ya es oficial y me he quedado muy contento. Es un periodo de dos años desde que iniciamos los primeros trámites", explica el director de la Escuela Técnica Superior de Informática de la UMA, Manuel Enciso, en una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga.
Para él, la clave ha sido contar con algunos de los equipos punteros de investigación en esas áreas: según los datos de la plataforma EduRank, son los más potentes en ciberseguridad de España, los quintos en machine learning y los novenos en inteligencia artificial. "Contamos con una gente tan estupenda para dar esto que los decanos, a nivel nacional, me decían que si no lo hacíamos en Málaga no sabían quién lo iba a hacer", relata Enciso.
Eso ha facilitado el proceso, ya que "hacer un grado nuevo es una justificación continua de que contamos con los recursos, tanto de infraestructura como de personal, y de conocimiento suficiente". "Esto viene con unos cimientos súper fuertes que son los que te permiten hacer esto", resume. Lo que no quita que haya sido un proceso sin precursores en España.
"En este grado, quizás el mayor precedente era la empresa. Hicimos una encuesta promovida por el PTA para hacer formación de empleados de las compañías y las mayores demandas eran ciberseguridad e inteligencia artificial, y muchas veces coincidían en la misma empresa. Había una brecha de conocer esas dos cosas por parte de los profesionales", explica el director de la E.T.S. de Informática.
Así, empezaron a trabajar en la apertura del grado y tanto el Consejo de Gobierno de la Universidad como la Junta de Andalucía ya les han dado la vía libre para desarrollarlo el próximo curso. Las respuestas, hasta el momento, han sido de júbilo: "Ya llevo cuatro o cinco correos de gente de empresas interesadas en participar en el grado, ¡tiene mucha tracción aparte de los alumnos! La acogida que está teniendo debe ser, desde la humildad, un impulso para nosotros. Está todo por hacer. Que nos hayan dado el grado no es el hito, sino la base de la montaña", reflexiona Enciso.
"Lo más bonito es que el grado fuese un germen de ese tejido productivo. ¿Dónde está el siguiente Bernardo Quintero? Me encantaría saber que podemos formarlo aquí", explica: "Este es el sitio para la gente que viene con una idea. Vamos a meterle el gusanillo, ese veneno, para que vayan pensando y haciendo. Me encantaría pensar que somos el abono para que eso crezca".
No obstante, para sacar adelante las 65 plazas por curso del grado en Ciberseguridad e Inteligencia Artificial han tenido que prescindir de las 55 de la Ingeniería de Computadores —a su vez, una de las menos demandadas de la escuela—: "A mí me da cosa pensar que hemos tenido que quitar un grado para poner otro. Y ese esquema se va a repetir... No se puede hacer de otra manera como está establecido el sistema", subraya Manuel Enciso.
Desde su perspectiva, tendría que producirse un acuerdo a nivel nacional con dotación presupuestaria adecuada para fomentar una mayor cantidad de egresados en carreras tecnológicas, como se ha hecho con Medicina: "Nosotros vamos a aprovechar para subir diez plazas con el cambio de grado; vamos rascando cinco o diez plazas, pero eso no soluciona el problema. Si nos dan recursos, sacamos más títulos de Informática". Y, aunque tanto las estrategias nacionales de ciberseguridad y de inteligencia artificial hacen hincapié en la importancia de la formación, "se queda en bonitas palabras si no pones los grados".
"Hay muchísima demanda. Si tenemos gente, ¿por qué no? Si queremos hacerlo, es posible", prosigue el director de la Escuela Técnica Superior de Informática: "Si no, hacemos lo que podemos. Creo que lo estamos haciendo bastante bien para la cintura que nos dejan".
Desde su perspectiva, se pueden usar las universidades para potenciar una determinada estrategia de país: "Enseñando Informática en los colegios y poniendo esto, pones al país en una dimensión diferente. Yo me creo este discurso, pero entiendo que es disruptivo porque parece que es priorizar unas titulaciones sobre otras".
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"¿Dónde está el empleo, dónde están los sueldos? A muchos de nuestros estudiantes, tras las prácticas, ya le ofrecen un contrato indefinido. Se sabe el volumen y la calidad de las ofertas, que son una pasada, así que la gente tiene interés", afirma Enciso: "Aquí en Málaga, el giro como ciudad nos dice que necesitamos esto", es decir, más plazas para grados universitarios tecnológicos. "Creo que caerá por su propio peso", añade.
En el caso de que aumentara la dotación presupuestaria a su escuela, Manuel Enciso ya tiene en mente cómo se podría ir invirtiendo. El título de Ingeniería del Software, por ejemplo, solo cuenta con 75 plazas por curso, y es el que cuenta con la nota más alta tras el doble grado de Ingeniería Informática y Matemáticas. A su vez, ese doble grado tiene la marca de acceso más alta de toda la UMA, con una demanda del 600% sobre la oferta, y también desearía poder ampliarla. Tampoco descartaría crear grados específicos de especialidades que "van a tener un impacto brutal", con las que cuenta con investigadores de primerísimo nivel, y sin embargo se han quedado hasta el momento fuera del plan de estudios.
"Se pueden sacar másteres, pero me gusta pensar que somos una universidad pública y, si podemos ofrecer esa formación a precios públicos, esto es un cambio social. El modelo de la universidad pública me lo creo porque damos la oportunidad a gente que llega por sus méritos", justifica: "Me gusta pensar que la Universidad pública tiene un ascensor social. Y tenemos titulaciones en las que se ve claro: los sueldos son otros, las posibilidades de conciliación y sanidad... Son empresas con un estatus diferentes y con unos proyectos chulísimos".
Claro que, para sacar adelante todo eso, un aspecto fundamental sería poder contar con una ampliación de la facultad, el llamado cuarto módulo. Desde su perspectiva, es "mucho más abordable que otras cosas" y se trataría de aprovechar los terrenos y la licencia: "Estamos saturadillos y no podríamos abordar nada sin ese cuarto módulo. Es prioritario para nosotros, pero la UMA ha perdido un 25% de financiación y no la ha recuperado. A una institución le puedes pedir, pero dentro de entender el problema. Gerencia hace lo que puede, no hay una financiación a la Universidad clara".
Somos una universidad pública y, si podemos ofrecer esa formación a precios públicos, esto es un cambio social
"Es verdad que no podemos crecer sin hacer eso, pero yo también lo entiendo. Creo que la institución siempre logra soluciones para ese tipo de cosas: en el párking tenemos el aulario Rosa de Gálvez, donde va a quedar espacio, y no sería descabellado movernos temporalmente ahí mientras se hace el cuarto módulo. Y la facultad de Ciencias actual también quedará disponible", plantea Enciso, que asegura que la ausencia de ese cuarto módulo no es "un obstáculo insalvable, pero sí un obstáculo".
Mientras tanto, ya han hecho también "un esfuerzo muy importante en adoptar la metodología" y piden a los docentes "que la evolución no sea por examen únicamente", porque "un estudiante de Informática tiene que estar cercano a lo que va a hacer luego en el puesto de trabajo". "Hacemos aprendizajes que son proyectos, empresas plantean retos, vienen a dar clases magistrales... Todo eso hace que los alumnos se enganchen al título. La tasa de éxito está subiendo: entra mucha gente y cada vez abandonan menos", incide Enciso.
Y, entre cambios en la metodología de docencia, investigación puntera, apuesta por los sectores estratégicos, han conseguido que las carreras más demandas por las empresas sean también las más atractivas para los alumnos: "Llevamos mucho tiempo trabajando en lo que nos ha permitido llegar hasta aquí. Los cimientos están hechos, me lo han puesto muy fácil", cierra.
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