El cobrador del frac ya no va vestido de punta en blanco a llamar a la puerta de la casa de los morosos. Ahora, en su vertiente más tecnológica, se trata de una aplicación amable y sencilla que ofrece al deudor opciones como crear un acuerdo con dos clics, cambiar la fecha de pago, un préstamo para que obtenga liquidez en un clic... Todo tipo de propuestas para que el audeado cobre y la persona que debe el dinero cuente con opciones para pagarlo.
"Reclamar produce rechazo. Ya hay un porcentaje muy alto de clientes de una empresa que no van a querer seguir ni navegando en una plataforma ni escuchando una llamada tras solo una reclamación", afirma el fundador de la startup malagueña Owe Payments, Juan María Jurado, en una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga.
Ellos apuestan por "facilitar una serie de opciones que sean las oportunas y correctas para resolver el impago", explica Jurado. Este nuevo enfoque, subraya, mejora la relación con los clientes y alivia la tensión que a menudo acompaña al proceso de cobro de deudas. Lo que la aplicación hace es "comunicar, no reclamar". "Ayuda y guía hasta el cobro", resume.
Owe, dice Jurado, ha automatizado el impago, resolviendo el problema sin necesidad de intervenir personalmente. "El departamento comercial no quiere que sus clientes sean atacados para cobrar una factura de 50 euros. Es una manera de que el director comercial y el financiero cumplan ambos sus objetivos", asegura.
Además, la plataforma busca el mejor momento para comunicar la deuda, evitando interrumpir en momentos incómodos. "Si recibes un email a las 14:00 horas, cuando estás en el coche recogiendo a los chicos del colegio, no vas a leerlo; pero menos aún si es una llamada de un contact center que te reclama 79 euros de no sé qué. Nuestro algoritmo identifica el mejor momento para comunicarlo", agrega Jurado.
Owe nació hace un lustro y ha pasado por varias iteraciones, pivotando desde una aplicación de pago entre teléfonos móviles hasta la actual plataforma. Y, a pesar de los contratiempos causados por la pandemia, la empresa ha logrado recaudar casi 200.000 euros en una ronda de inversión que se completó en esta primavera pasada.
"La respuesta del mercado ha sido un guau", celebra Jurado. Ya están gestionando "miles de facturas", por lo que ya ven los resultados de sus acciones en las compañías: "Desde el punto de vista de la cuenta de resultados de una empresa, es impactante", defiende el fundador de la startup. Y todo ello, argumenta, por un coste "muy sostenible", además de una oferta de comenzar a trabajar con la deuda pasada de los últimos cinco años sin cuota inicial para demostrar "que la herramienta funciona de maravilla".
El miembro del equipo de operaciones y financiero Eduardo Mateos Escobar señala a las grandes compañías como sus mayores clientes potenciales, pero matiza que "cualquier empresa de cualquier sector tiene impagos". Para monetizar, les ofrecen tarifas mensuales con tres planes distintos y una comisión sobre el dinero recuperado. "A mayor volumen, se reduce el porcentaje", explica Mateos.
Jurado cuenta con casi tres décadas de experiencia en la negociación de impagos y enfatiza la comodidad de este sistema. "Yo no quiero recibir siete correos electrónicos diciéndome qué te debo y tener que llamarte por teléfono para decirte que te puedo pagar el día 13. Nuestra plataforma ya te brinda la oportunidad de comunicar eso", concluye.
Owe pasó por los programas de Andalucía Open Future y, respecto al momento del ecosistema startupero de la Costa del Sol, reconoce que hay "mucho menos volumen de inversores profesionales" y por momentos se ha visto "enredado" entre pitches, presentaciones cruzadas y demás. Pero lo ve con naturalidad: "Hacerlo desde Málaga no es más difícil, solo te obliga a adaptarte".