Todo comenzó cuando una joven Natalia Cerón llegó desde Colombia a España para seguir su carrera de formación. El repentino cambio de planes de estudio universitarios del Plan Bolonia le impidió convalidar sus créditos y le forzó a comenzar a trabajar "como empiezan todos los que emigramos: sobreviviendo". "Lo que me ofrecían eran los típicos trabajos de limpiar casas o cuidar a niños y mayores. Yo no había hecho eso nunca, pero tenía que trabajar así que, donde me dijeran, ahí iba", explica Cerón en una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga.
La idea de su startup le surgió en contacto directo con la tercera edad, haciendo ese trabajo de cuidados que tantas veces la sociedad delega en los inmigrantes: "Me di cuenta de que había muchos mayores viviendo solos con dos o tres cuartos vacíos y solo recuerdos. Luego, iba a otra casa y otra vez la misma situación: sola en una casa con dos habitaciones vacías. El mismo patrón se iba repitiendo, así que empecé la dinámica de juntarlos a todos a tomar una café en una misma hora", narra.
"Fue una de las mayores a las que yo acompañaba la que me propuso que fuéramos compañeras de piso. Esa fue la semilla que me hizo pensar que era una solución para la soledad de personas, y por qué no escalarlo. Hace muchos años que tenía la idea en la cabeza, pero luego, a la hora de ejecutarlo… En aquel momento tenía 22 añitos y tenía que centrarme en mi supervivencia", recuerda Cerón. Hoy, a punto de cumplir quince años de su llegada a España, es la CEO de la startup malagueña Hagamos Hogar, que ayuda a los mayores a compartir piso para vivir una vida más llena, activa y acompañada.
"Hagamos Hogar es una plataforma online de búsqueda de compañeros de piso para mayores de 55 años. Buscamos que sean compatibles, y es ahí donde metemos la tecnología", define su proyecto Cerón, al que define con humor como "la plataforma que hace realidad Las chicas de oro", la famosa serie estadounidense en la que cuatro señoras divorciadas o viudas viven todo tipo de experiencias al compartir un chalet en Miami.
El resto del equipo fundador lo conforman Ismael Moreno como jefe de tecnología (CTO) y el catedrático de Economía de la Universidad de Málaga Ricardo Pagan-Rodríguez como jefe financiero (CFO) y de operaciones (COO). "Estamos mucho en la cueva, porque somos tres gatitos y tenemos que estar a pico y pala. Pero cada vez somos más interesantes para las instituciones públicas e inversores", plantea la CEO.
"La silver economy ha llegado y cada vez con más fuerza. No hay servicios que estén comprendiendo lo que está sucediendo con la generación de los baby boomers. Es una generación muy activa, digital, con ganas de hacer cosas", defiende Cerón. Y, aunque también han desarrollado una línea de convivencia entre distintas generaciones, hasta el momento la propuesta que está teniendo más tirón es la de mayores compartiendo piso con otros mayores: "Es un cambio cultural al que le quedan muchos añitos de asentarse, pero lo veo. Todavía le queda camino".
Por lo pronto, ganaron en 2021 el premio Spin Off de la Universidad de Málaga y siguen enfocados en mejorar el producto: "Estamos trabajando en el desarrollo de ir evolucionando la plataforma. Ahora mismo tenemos el producto mínimo viable, pero hay que meterle más experiencia de usuario", analiza Natalia Cerón. Eso sí, ya han tenido convivencias en Málaga capital, en Estepona o en Almería: "Todavía somos una startup bastante de picar piedra, pero vemos el avance".
Con todo, la validación les llegó de la mano del padrino de la tercera edad en Andalucía: Juan y Medio. Una aparición en su programa televisivo les hizo ver que, efectivamente, estaban en la buena dirección: "Vimos el interés real de los usuarios, porque fue salir allí y que no parasen ni las solicitudes a la plataforma ni las llamadas. Nos dimos cuenta de que teníamos mucho que trabajar", recuerda Natalia Cerón, que hace hincapié en que son experiencias "sanas" de "compañerismo y humanidad". Y en ello están.