El auge tecnológico de Málaga ha puesto a la ciudad en una nueva órbita... en todos los sentidos. Imaginemos una situación en la que aterriza en la ciudad un trabajador del sector de la innovación, altamente cualificado, para vivir a partir de ahora en ella por factores como el clima, la calidad de vida, la calidez de la gente, la oferta turístico-cultural o la alta conectividad del aeropuerto. El matiz clave está en que esa persona llega a trabajar a la urbe andaluza con un sueldo relativamente similar al que recibía en Nueva York, Londres o Madrid. Su capacidad adquisitiva es toda una revolución en el mercado inmobiliario local, acostumbrado a tratar con otras cifras.
Este es el ejemplo que dibuja el director en Andalucía de la consultora inmobiliaria Savills, José Félix Pérez Peña, cuestionado por la relación (o no) entre el auge tecnológico de la capital de la Costa del Sol y el pronunciado alza de los precios de la vivienda: "En pocos años, han pasado tres cosas a la vez: la pandemia, el efecto Google y el boca-oreja de Málaga. Esto lo normal es que pase quizás en 15 años. Ya éramos cultura, turismo, clima; pero cuando de repente llega un perfil de trabajador que cobra el triple que un ingeniero de Málaga y lo unes al incremento del turismo existente la casuística de la ciudad cambia", resume.
Además de él, otros dos protagonistas de la relación entre la Málaga tecnológica y el mercado inmobiliario analizan en conversación con este periódico el nuevo lugar en el que sitúa a la ciudad ese auge tecnológico: "Se puede mitigar dándole un impulso a la vivienda a precio asequible para el ciudadano local", afirma la decana del Colegio de Arquitectos, Susana Gómez de Lara. "El tema turístico predomina como causa para que no haya vivienda", defiende el director del Málaga TechPark, Felipe Romera. ¿Fuimos ingenuos al pensar que podríamos estar de moda y que el alquiler se nos quedara al mismo precio?
"Se cubre en parte la demanda del sector tecnológico y turístico, que tienen un nivel adquisitivo más alto, pero al ciudadano de Málaga no se le está atendiendo"
Para Pérez Peña, el auge de la Málaga tecnológica es un importante factor a tener en cuenta al analizar el crecimiento de compras inmobiliarias de foráneos en la Costa del Sol. "Diría que el 30% de esas adquisiciones tiene que ver con las empresas y trabajadores nómadas. Para mí, el gran cambio exponencial de la ciudad, aparte de la pandemia que trae a los nómadas digitales, es el efecto Google. Cuando anuncia Google su nuevo centro en Málaga, se incrementa el número de empresas que llegan a la ciudad. Si contabilizas los empleados que tienen y los multiplicas por sus familias, son miles de personas nuevas que tienen que vivir y consumir. A día de hoy, las contabilizamos en más de 5000 en los últimos 5 años", analiza: "Está siendo un efecto muy disruptivo, porque generalmente es un perfil que busca el entorno del Centro histórico y están compitiendo incluso ya con el mercado turístico".
No es el único factor. Él considera que esa subida de los precios del alquiler no es algo único de Málaga, sino que también lo ha hecho en otras zonas del país porque "la nueva normativa de vivienda hace que haya una importante retirada de producto en alquiler para dar paso al alquiler turístico, temporal o a la venta". Además, la pandemia de la Covid-19 ha hecho que muchos ciudadanos de Málaga "hayan querido vender sus casas para comprar nuevas o comprar otras que se adaptasen a su vida actual, incrementando también de manera exponencial el efecto de vivienda de reposición en nuestra ciudad". No obstante, solo esas causas generales no explican en concreto la pronunciada subida de Málaga.
"Es un problema importante fruto del crecimiento. Igual que tienes que hacer infraestructuras si quieres crecer, Málaga debe redoblar su esfuerzo en la construcción de viviendas a un precio asequible. Uno de los valores de Málaga es que ha sido una ciudad relativamente barata comparativamente con otras capitales europeas".
La decana del Colegio de Arquitectos de Málaga, Susana Gómez de Lara, coincide en parte en el análisis: "La industria tecnológica está en auge y Málaga se ha convertido en un lugar atractivo para las empresas. Eso ha hecho llegar profesionales de alto adquisitivo y nómadas digitales a la par que el crecimiento turístico, pero no son los únicos factores que han subido el precio de la vivienda", afirma ella, que pone parte importante de la responsabilidad en los promotores inmobiliarios: "Ha subido la demanda de vivienda, pero no se está promocionando de la misma manera la vivienda a precio asequible".
"El promotor ha visto una ventana de oportunidad en dar respuesta al turismo y al sector tecnológico, y se ha dejado descuidada la vivienda a precio asequible. Se cubre en parte la demanda del sector tecnológico y turístico, que tienen un nivel adquisitivo más alto, pero al ciudadano de Málaga no se le está atendiendo. Los precios no tienen una relación con la renta del malagueño medio", subraya Gómez de Lara, que hace hincapié en que han convertido la vivienda "en un objeto financiero" y en un "negocio muy potente y atractivo, pero que no repercute en la calidad de vida de los malagueños".
Por su parte, el director general de Málaga TechPark, Felipe Romera, considera que hay "dos factores que están haciendo que no haya vivienda". "Uno predomina sobre el otro: el tema turístico ha transformado prácticamente todas las viviendas del Centro, y ese es un factor muy predominante. Esto no es ni bueno ni malo, son cosas que pasan", plantea Romera, que también indica que ya existía un éxodo previo de habitantes del casco histórico porque "las viviendas allí no eran de calidad".
Romera reconoce que el boom tecnológico "también tensiona", pero le quita peso a esa teórica relación causa-efecto: "El tema es muy diverso. No puedes decir que son los tecnólogos los que entran aquí y encarecen, ¡también! Si entras en un mercado saturado, sea quien sea, todo el que entra te encarece el tema. Lo que se ha demostrado es la escasez de viviendas en Málaga, fruto del crecimiento que estamos teniendo", reflexiona.
Y ahora, ¿qué?
Una vez tratadas las causas de ese aumento del precio de la vivienda, Pérez Peña plantea los desafíos que trae consigo. "Málaga tiene el riesgo de la desafección del local, que el malagueño de toda la vida no reconozca su ciudad y solo vea lo negativo... pero, ¿cómo le dices a empresas como Google o Vodafone que no vengan a Málaga, que no hay sitio para ellos?", se pregunta el director en Andalucía de Savills: "Si sus empleados son de fuera, pues tendremos que producir más ingenieros aquí. Y, por supuesto, hay que pagarles más".
"El cambio de mentalidad no se puede hacer en tres días. No está dando tiempo a producir más viviendas, a hacer VPOs, no está dando tiempo a reaccionar al nivel de rapidez al que se está moviendo todo esto. Málaga está haciendo en cinco años lo que otras ciudades han hecho en quince o en veinte", reflexiona: "La solución estará en que a los trabajadores de Málaga de toda la vida los salarios le suban y se igualen a los perfiles que vienen de Madrid o el extranjero".
"Hay que concienciar a las empresas de que esto no es El Dorado. Es bueno para la ciudad que los planes de las empresas se analicen; porque, si todo el mundo se suma, el problema va a seguir creciendo"
Además de esa equiparación salarial por arriba, Pérez Peña señala que cada vez veremos más formatos innovadores de apartamentos con servicios como el coliving, pone énfasis en la relevancia de un transporte público y una red de Cercanías "muy buena" y anima al malagueño a "abrir un poco la mente" para ver como opciones válidas zonas más alejadas del Centro histórico como Churriana o Campanillas. "O tener la capacidad de volver a recuperar e invertir en nuestros barrios. Existen grandes ejemplos de reposicionamiento de zonas degradadas de la ciudad, como Martiricos, que se han convertido en nuevas centralidades", añade.
"Málaga tiene una problemática a la que hay que enfrentarse y para la que hay soluciones, pero necesitaremos de tiempo para llevarlas a cabo. Las viviendas tardan tiempo en hacerse", incide Pérez Peña: "Hay que concienciar a las empresas de que esto no es El Dorado. Es bueno para la ciudad que los planes de las empresas se analicen; porque, si todo el mundo se suma, el problema va a seguir creciendo. Hay que potenciar el área metropolitana de la ciudad y consolidar el crecimiento de los últimos años para comunicarlo de forma efectiva a todos los actores sociales y económicos".
Eso sí, desde su perspectiva, las ganancias serían cuantiosas si se consiguiera gestionar bien ese éxito: "Si Málaga consolida esas empresas y seguimos manteniendo nuestro ADN de ciudad abierta y cercana que incorpora además su area metropolitana, seremos sin duda la tercera ciudad de España".
Para Gómez de Lara, la sobresaturación turística —de la que "se venía advirtiendo desde hace años"— es la que más ha traído consigo el alza de los precios, y Málaga debe tener la referencia de otras ciudades y zonas que ya han llevado a cabo medidas para limitar los efectos de este fenómeno. Ella cree en la puesta en marcha de suelo finalista para la construcción de vivienda asequible, la revisión de los módulos para ello y la promoción de vivienda de promoción pública; además de soluciones habitacionales novedosas como el coliving o el cohousing o dar nueva vida a edificios en desuso.
"Para todas estas cuestiones, también es fundamental el apoyo del sector financiero. Además de las ayudas públicas para vivienda, tiene que haber concesiones de crédito del sector financiero. Tiene que poner de su parte como agente implicado al sector", subraya la decana del Colegio de Arquitectos. Para ella, el efecto del auge tecnológico de Málaga "se puede mitigar dándole un impulso a la vivienda a precio asequible para el ciudadano local", para lo que también es importante que la Administración facilite los trámites urbanísticos.
Felipe Romera coincide: "La ciudad debe tener un plan importante para aumentar el parque de viviendas para casi todo el mundo; de protección oficial, pero también para profesionales como los del parque y para los malagueños tradicionales que de repente han visto un aumento del precio". El responsable del antiguo PTA cree en lo que él llama "la Málaga global", la concepción metropolitana de la ciudad y sus alrededores, como solución a esos problemas de vivienda: "Hay zonas como el Valle del Guadalhorce, que ahora está muy vacío, con mucho espacio para desarrollar e intentar hacer crecer los pueblos sin reducir las zonas verdes". El mayor freno para ello es, lamenta, las infraestructuras de movilidad.
"Tú puedes crecer prudentemente, pero lo de ahora no es lo es y no es bueno. Cómo adecuar ese crecimiento que no controlas es un problema que debe marcar la prioridad política", concluye Romera: "De pronto Málaga se ha ofrecido al mundo y la gente ha visto que está muy bien. Todo esto hay que saber gestionarlo adecuadamente, y crea muchos problemas. Pero mejor estos problemas que otros, como no tener trabajo...".
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