El centro de microelectrónica de Málaga, que situaría al ecosistema en una posición estratégica para la Unión Europea dentro de un contexto de tensión geopolítica, está cada vez más cerca de ser una realidad. Si la Comisión Europea ya autorizó en junio a que el Estado español dé una ayuda de hasta 74 millones de euros para el proyecto; en las últimas semanas el propio Gobierno español ha publicado el concurso restringido para su financiación, según explica en una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga el director general de Innova IRV, José Manuel Leceta.
La Fundación Instituto Ricardo Valle de innovación (Innova IRV) es la alianza nacida en Málaga de empresas tecnológicas para conseguir sacar adelante proyectos estratégicos para la transformación de la industria, y este complejo de diseño de microchips es su primer gran buque insignia. ¿Qué plazos se manejan para su materialización? "Es un tema que arranca este año sí o sí, en la medida en que está ligado a los fondos europeos de recuperación. Se inscribe en el marco del PERTE Chip y tiene sus plazos en los que tiene que ejecutarse", advierte Leceta.
Por lo pronto, uno de los cuatro proyectos autorizados por la Comisión Europea (OpenChip, que nace en torno al centro de supercomputación de Barcelona) ya está en fase de financiación. El último paso ha sido la publicación del concurso restringido a las otras tres propuestas que quedan por financiarse, siendo la de Málaga —de acuerdo con el director general de Innova IRV— la más importante de las que están pendientes.
"Ahora tenemos que enviar la documentación y el Ministerio resolverá esa ayuda de Estado en un plazo breve, lo que supondrá la puesta en marcha de una empresa instrumental 100% propiedad de la fundación", detalla Leceta: "Estamos trabajando en la financiación complementaria hasta los 121 millones de euros de inversión total y, de hecho, vamos a empezar a dotarla ya de personal y cuadro directivo. Es probable que estas decisiones se tomen en un plazo breve, porque es un proyecto emblemático para la fundación y nuestra ambición es lograr proyectos de esta naturaleza en los otros ámbitos".
El proyecto presentado por Innova IRV lleva el nombre de DKULPIOT (Design Kit Ultra Low Power Internet Of Things; en español, Kit de Diseño para Internet de las Cosas de Ultra Bajo Consumo) y recibió el pasado junio el OK de la Comisión Europea para su desarrollo, junto con las otras tres propuestas españolas referidas. La iniciativa malagueña, en concreto, tiene como objetivo crear un centro de diseño y encapsulado avanzado de microchips que se situaría en el parque tecnológico.
Para la Unión Europea, invertir en estos microchips es crucial, ya que son el corazón de la tecnología moderna y hacen funcionar desde smartphones hasta coches eléctricos. Actualmente, el mayor punto de fabricación de esos microchips se sitúa en Taiwán, una isla que es un foco constante de tensión geopolítica entre China y Estados Unidos. Si la UE tuviera la capacidad de diseñar y fabricar estos materiales dentro de sus propios límites, podría tener garantizado su suministro y, por tanto, una mayor independencia tecnológica y económica respecto a los cada vez más presentes conflictos internacionales.
"Este es un proyecto ambicioso e instrumental, va a poner en el mapa a Málaga. Además, tiene un carácter también integrador, de hecho, hay nueve equipos subcontratistas de otras comunidad autónomas y tiene un interés nacional. Eso explica también el impulso y el apoyo de Ametic [la patronal española de la industria digital]", incide Leceta, que incide en que están trabajando desde la demanda de las propias compañías para que el centro sea, además de un hito estratégico, "un éxito comercial".
Desde la perspectiva del director general de Innova IRV, también será un proyecto transformador para el propio ecosistema tecnológico local: "La mayor parte de las empresas digitales aquí son del ámbito del software y los servicios. ¿Qué ocurre? Cuando hay ciclos económicos, son empresas vulnerables porque son intensivas en personal y terminan desinvirtiendo en equipos", argumenta. "Por su parte, la inversión ligada al hardware y a las instalaciones físicas de diseño son intensivas en conocimiento, lo que es más fácil de deslocalizar y, por tanto, genera dependencias internacionales que se mantienen en el tiempo independientemente de los ciclos económicos".
"Yo creo que esto dará una mayor resiliencia al sector digital de Málaga, que ya tiene una pujanza importante... pero va a tener también resistencia para poder hacer frente a ciclos económicos con mayores garantías de que no va a proveer servicios solamente para el entorno más local, sino a nivel internacional de forma duradera", subraya.
A este proyecto propio se le suma el trabajo que viene desarrollando la fundación en la atracción de una gran instalación tecnológica internacional de I+D en microelectrónica. "De confirmarse, dicha instalación, con una inversión prevista de más de 500 millones de euros, no solo supondrá la creación de más de 200 puestos de trabajo directos de alta cualificación, sino un efecto arrastre de otros sectores tecnológicos", expone enigmáticamente la memoria de actividades de 2023 de Innova IRV.
No solo microelectrónica
El centro de diseño de microchips de Innova IRV es el primero de los grandes proyectos insignia que la fundación quiere llevar a cabo. Si en el momento de su nacimiento, en 2022, identificaron diez áreas en las que pretendían profundizar; el foco ahora se ha centrado en cuatro verticales clave: la ya mencionada microelectrónica, inteligencia artificial, ciberseguridad y comunicaciones avanzadas.
Tras el centro de diseño de microchips, el segundo proyecto en importancia tanto por el volumen de la inversión como por su capacidad tractora es una pista de referencia internacional para pruebas de vehículo autónomo y conectado. Esta iniciativa —bajo el nombre de European South Test Track— está comandada por la compañía Dekra, tiene un presupuesto de 35 millones de euros y pretende complementarse con las infraestructuras ya existentes en el Málaga TechPark. A diferencia de la mayor parte de pistas de prueba existentes en España, esta persigue un modelo de negocio con lógica empresarial que, según esperan desde Innova IRV, ha de ser capaz de situar a España y Málaga internacionalmente.
Además, la fundación está trabajando en el ecosistema de innovación con el dato o en párkings inteligentes y automatizados; además de haber puesto en marcha programas de soluciones innovadoras basadas en el 5G o haber invertido en el capital de la empresa de ciberseguridad Tamiza. Para ello, el instituto de innovación cuenta en su comité ejecutivo con directivos de empresas señeras del ecosistema tecnológico de Málaga como Grupo Premo, Google, Aertec, Dekra, Endesa, Accenture, Trops y Tinámica; además de instituciones como la UMA y el parque tecnológico.
Toda una suite de proyectos estratégicos que en Málaga se están desarrollando mediante la colaboración de las mayores empresas del ecosistema... y que aspira a convertirse el primer nodo de una red repartida por toda la geografía española.