Estos recién graduados de la UMA han creado una 'startup' pionera de microelectrónica a partir de un TFG
POD, flamante primer premio Spin Off de la Universidad de Málaga, es un proyecto de nanotecnología de precisión nacido de un trabajo fin de grado.
26 julio, 2024 07:00Noticias relacionadas
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Todo nació con un trabajo de la universidad y una asociación universitaria. Alba Correal presentó para su Trabajo Fin de Grado (TFG) en Ingeniería Electrónica, Robótica y Mecatrónica un novedoso prototipo de plataforma que permite mover objetos con ultraprecisión. Sumó fuerzas llamando a los compañeros del club de estudiantes Untaught, que ella misma había fundado y presidido. Ahora, con ese producto y ese equipo, se ha convertido en la CEO de POD, una startup que ya ha sido premiada por la Universidad de Málaga y que hace más fuerte la apuesta del ecosistema por la microelectrónica.
Vamos por partes. ¿En qué consiste POD? "Su objetivo es utilizar unas plataformas pequeñitas para mover objetos con precisión de micras y nanómetros", explica la propia Correal, de 21 años, en una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga: "¿Dónde tiene aplicación esto y para qué sirve? Pues, por ejemplo, si tú quieres hacer una cirugía en un cerebro, vas a necesitar mucha precisión. Si lo quieres hacer de manera remota y no puedes utilizar a un cirujano, por poner un ejemplo, pues una plataforma como esta es ideal. ¿Por qué? Porque se puede mover en el espacio y lo hace con esa precisión tan minuciosa, tan minuciosa, que probablemente sea mucho más preciso que incluso un cirujano humano".
No obstante, esa no es la principal aplicación de POD. "Lo bonito es que no solo es un proyecto que tiene una iniciativa detrás tecnológicamente muy avanzada, probablemente revolucionaria, y más barata en coste de lo que hay en el mercado...", defiende Correal.
"Sino que además está muy alineado con uno de los verticales que está empezando a surgir aquí", prosigue en referencia a la microelectrónica, un sector clave a nivel global por el que está apostando Málaga a través de Innova IRV y la llegada del IMEC: "Nos encantaría formar parte de ese ecosistema, de ese tejido industrial que estamos empezando a construir y poner a Málaga en el mapa, tanto con la microelectrónica como de la nanotecnología. Así que creo que es un momento perfecto"
Pero ¿cómo surge la idea de emprender en tecnologías tan avanzadas? Correal explica que desde la carrera siempre tuvo "mucho interés" en la relación entre la ingeniería mecánica y la precisión. Fue un profesor, Francisco Ríos, quien le señaló la oportunidad de investigar y desarrollar un producto de este tipo.
"A mí me gustó y lo dejé un poco a la espera; pero, a medida que fue pasando el tiempo, cada vez le veía más valor y cada vez se me ocurrían más cosas, más formas, más ideas. No se me iba de la cabeza. Pasaban los meses y era una idea recurrente. Pensaba: 'Esto está muy chulo'", recuerda Alba Correal.
Acabo siendo su trabajo fin de grado con el propio Ríos de tutor, que le "ayudado infinito", pero terminó trascendiendo el simple deber académico: "A medida que íbamos haciendo cosas y que íbamos investigando, que íbamos leyendo, que iba analizando el mercado, vi que podíamos llegar a una solución competente a nivel industrial. Cuando acabé el prototipo y vi lo bien que había quedado, yo ya tenía en mente que había que montar esto", concluye Correal.
Cuando vio la convocatoria de los premios Spin Off de la UMA, a empresas creadas por miembros de la comunidad universitaria, les preguntó a sus antiguos compañeros de Untaught Daniel Cobos y Mathías Leandro Fernández si querían subirse al carro. La respuesta fue, claro, afirmativa: "Como es una cosa muy técnica, no quería pecar de imprudente. Pero cuando ellos me dijeron que sí y fue llevándose premios el TFG, pensé que igual tenía potencial para ser una empresa desde ya. Así que me lancé y, a partir de ahí, la idea ha seguido mejorando".
Sus próximos pasos, explica, serán patentar el producto y validar el modelo de negocio para certificar que puedan acceder al mercado con sentido. "Escalar hardware es terrorífico. Pero, lo digo de corazón, le he visto tanto potencial y ha habido tanta gente que se ha interesado por ello, que he dicho: sí", resume Correal.
"Evidentemente, garantías de éxito no hay, y ahora tendremos que dar muchos pasos y habrá que ver si tiene la escalabilidad necesaria para convertirse en un negocio a largo plazo. Pero la idea es innovadora, el nicho está ahí y el producto está validado por investigadores", reflexiona.
Ahora, con el primer premio Spin Off de la UMA 2024, contarán con mentoría, incubación, 3.500 euros y "la patada de salida". "Es bonito que se le dé tanta importancia al emprendimiento estudiantil intrauniversitario, creo que esto lo pone en valor. Es una seña de identidad de Málaga que la Universidad sea emprendedora", afirma Correal.
"Para mí este es un proyecto que conecta todos los puntos, todas las cosas totalmente inconexas que había hecho en mi formación profesional y académica. De un manera extraña, ha acabado todo en este proyecto", concluye la CEO de POD.