En el Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga están consternados y de luto. Este viernes han perdido a uno de los suyos. José Antonio Seoane no volverá a vestir su chaqueta como bombero en Estepona después de perder la vida en un grave accidente de tráfico en la A-7 con solo 52 años.
Los hechos ocurrieron este viernes las 7.45 horas. Algunos testigos llamaron al Centro de Coordinación de Emergencias (Cecem112) alertando de que un motorista había colisionado con el quitamiedos a la altura del kilómetro 1068 y que posteriormente había caído por un desnivel. Todos los que se bajaron de sus vehículos para ayudarle no lo localizaban. Se encontraba en una zona de difícil acceso.
Hasta el lugar se trasladaron efectivos del 061, la Guardia Civil de Tráfico, así como la Policía Local de Estepona y el servicio de Mantenimiento de Carreteras. Su cuerpo fue localizado finalmente un rato después en la zona de la avenida del Litoral, en Los Llanos. Ya nada se pudo hacer por salvar la vida del bombero, que había fallecido en el acto.
La noticia de su muerte ha sentado como un jarro de agua fría a sus compañeros. Todos coinciden en lo mismo: "Se nos ha ido demasiado pronto". José Antonio Seoane formaba parte del turno A del parque de Bomberos de Estepona y el próximo martes iba a estar recogiendo su diploma como funcionario del Consorcio Provincial de Bomberos (CPB) de Málaga en el proceso de estabilización que ha organizado la entidad.
"Era un excelente compañero al que vamos a echar mucho de menos. Siempre estuvo volcado con la investigación de incendios, donde era muy reclamado", cuenta a este periódico el vicepresidente de la Diputación de Málaga y presidente del CPB de Málaga. De hecho, José Antonio intervino en varios medios de comunicación tras la tragedia del incendio de Campanar en Valencia, el pasado mes de febrero, para exponer sus conocimientos como bombero y perito judicial experto en investigación de incendios.
Asimismo, también era docente en la UNED y en la UDIMA. Los que le conocen aseguran que le encantaba enseñar sobre aquello que le apasionaba. Impartía un curso donde, precisamente, formaba a futuros peritos judiciales en el apartado de investigación y análisis en escenarios de incendios. "Estudió Criminología y compatibilizaba siempre ambos trabajos", explica Esaú Ruiz, uno de sus amigos.
"Probablemente fuera uno de los mejores de España, formaba a bomberos, a policías y tenía una amplia formación... Era un gran investigador de incendios, lloramos su pérdida", lamenta Antonio Benítez, uno de sus compañeros del parque de bomberos.
En lo personal, todos afirman que era "un gran padre" y "un gran amigo" con el que se podía contar para todo, para lo bueno y para lo malo. Deja a una hija adolescente de solo quince años "a la que llamó Ella por la cantante de jazz Ella Fitzgerald", según cuenta a este medio otro de sus amigos.
Así, era hermano de la Real Hermandad de Santa María de los Remedios de Estepona, corporación que también ha querido tener unas palabras de ánimo para toda su familia. Seoane siempre se apuntaba a todos los planes que le proponían, ya fuera para ir a jugar al billar o al fútbol. Siempre estaba dispuesto a pasarlo bien, con una sonrisa en la cara, durante su tiempo libre.
Este año cumplía veinte años como bajista junto a su banda de rock, The Smokers. Iban a hacer una gira por toda España para celebrarlo, pero no va a poder ser tras este grave suceso. El próximo 7 de septiembre estaban anunciados en el cartel del San Pedro Rock. "En sus venas corría rocanrol, le encantaba la música, era un buen roquero", dicen los que le conocen, destrozados ante la pérdida de una persona a la que no olvidarán jamás.
"Este tipo de situaciones te explican de qué va todo esto de la vida. Definitivamente, muchas veces hacemos lo complicado, cuando todo es más sencillo", zanja Benítez, totalmente destrozado con la pérdida de su compañero.