El Ayuntamiento de Málaga tiene la firme intención de restituir en lo que queda de año y 2022 todos los contenedores de basura en superficie que hay desplegados por la ciudad. Un reto que va a obligar a invertir casi 8 millones de euros (IVA incluido). Una cuantía que convierte el concurso que acaba de activar en uno de los de mayor volumen de toda la estructura municipal.
Atendiendo a la memoria justificativa aportada por Limasam, la actual sociedad municipal responsable de la recogida de residuos y limpieza viaria, así como al pliego de condiciones, van a ser adquiridos cerca de 15.500 depósitos de carga lateral y carga trasera.
Una de las novedades recogida es que a las cubetas ya tradicionales de papel-cartón, envases ligeros o el resto de sólidos, se va a sumar un nuevo contenedor de color marrón, destinado a biorresiduos, que permiten su transformación en compost, fertilizantes o como generadores de energía.
Los residuos que deben depositarse en el mismo son todos los orgánicos, los desperdicios que tardan un menor tiempo en descomponerse: restos de comida, plantas, cáscaras de huevo, posos, servilletas y papel de cocina usados, etc. Los errores más comunes que se pueden cometer y debes evitar son arrojar desperdicios no orgánicos, como: pelo, arena de mascotas, toallitas húmedas, chicles, colillas…
De todos los contenedores, 3.290 son de este tipo. La previsión manejada por Limasam es que este mismo año se adquieran para su implantación 890 (290 de carga lateral y 600 de carga trasera), mientras que el año que viene serán 2.400 (1.000 de carga lateral y 1.400 trasera).
Entre los objetivos que deberán cumplir las empresas que opten a este concurso, están el suministro de los contenedores, el traslado de los anteriores a las instalaciones de Limpieza de Málaga, el montaje completo de los contenedores, y la entrega de los mismos totalmente montados y listos para su instalación en la calle. Las firmas tienen hasta el 6 de septiembre para presentar sus propuestas.
Entre los criterios que se tomarán en consideración a la hora de valorar las propuestas, el mayor protagonismo corresponde a las ofertas económicas, que varía entre 40 y 50 puntos en función del tipo de carga de los depósitos.
Pero también se reservan 10 puntos para el diseño general del contenedor en cuanto a formas, volúmenes e integración de los elementos. Otros 10 puntos se prevén en función de la facilidad de vaciado de los contenedores.
Ello, entre otras razones, porque permitirá un tiempo menor de presencia del camión en la vía pública, reduciendo así las molestias a los vecinos, así como el consumo de combustible y las emisiones de CO2