Cuando el proyecto de la torre del puerto de Málaga parece tambalearse, en un escenario de incertidumbre y duda alimentado por los últimos movimientos del Ministerio de Cultura, entran de nuevo en escena los promotores de la operación.
Representantes del fondo de inversión de origen catarí que está tras la iniciativa han mantenido este jueves un encuentro con el alcalde, Francisco de la Torre, en el que le habrían expresado su voluntad firme de seguir adelante con la intervención.
La comitiva estaba encabezada por representantes de la empresa Al Alfia, vinculada a la familia real catarí, y de la que formaban parte el abogado Ramón Calderón, expresidente del Real Madrid, y el arquitecto, José Seguí.
Fuentes municipales han confirmado la reunión "de cortesía" celebrada, al parecer porque se encontraban en la capital de la Costa del Sol para analizar otros proyectos de su interés. Hay que recordar que este mismo fondo participa actualmente en el concurso para la construcción de la marina deportiva de San Andrés, impulsado por el Puerto de la ciudad.
La presencia de la promotora del hotel tiene un valor añadido por el momento que vive la iniciativa empresarial, que por vez primera en los ya más de cinco años de trámites se empieza a topar con opiniones adversas en el campo de las Administraciones públicas. Y ello supone toda una novedad.
El posicionamiento de Cultura, que debe ser ratificado o corregido en el marco del expediente de expoliación ahora iniciado, puede ser clave en el futuro de la operación. Un informe negativo podría ser concluyente para derribar la torre proyectada, por cuanto parece complejo que el Consejo de Ministros vaya a autorizar el uso hotelero pretendido en el suelo portuario con una opinión tan adversa como la expresada por Cultura.
A este escollo inicial se suma la existencia de evidentes discrepancias jurídicas entre Puertos del Estado, que tiene aún que emitir su informe, y la Gerencia de Urbanismo, respecto al modo en que concluir la modificación de elementos del Plan Especial del Puerto. Paso indispensable para hacer posible el proyecto.
Sobre el particular, mientras el ente estatal considera necesaria la aprobación definitiva del ajuste urbanístico y su publicación antes de que el tema llegue al Consejo de Ministros, en el ente municipal entienden que antes de publicar el acuerdo final ha de producirse el aval del Gobierno al uso hotelero.