La cifra de contagios por la Covid en la empresa municipal de limpieza, Limasam, se dispara. La preocupación existente es tal que los responsables de la sociedad pública han empezado a abrir los primeros expedientes sancionadores contra los operarios que no llevan mascarilla en el desarrollo de sus servicios. 

Aunque el dato inicial no es particularmente significativo, sí marca el camino que desde la Gerencia de la entidad están desarrollando para tratar de poner freno a comportamientos que, por lo demostrado, tienen evidentes consecuencias sobre el resto de la plantilla.

Sobre las acciones ya emprendidas, el gerente de Limasam, Raúl García Paine, ha precisado a EL ESPAÑOL de Málaga que en la última semana han sido firmados cuatro expedientes, en los que se propone la suspensión durante 5 días para cada uno de estos trabajadores.

La actuación se produjo contra trabajadores "que no llevaban la mascarilla en el interior de la cabina del camión, donde es imposible guardar la distancia de seguridad".

La base sobre la que interviene Limasam es el artículo 57.20 del convenio estatal que regula el sector de saneamiento público, limpieza viaria, riegos, recogida, tratamiento y eliminación de residuos, limpieza y conservación de alcantarillado.

Este precepto recoge como falta grave "la inobservancia de las órdenes o el incumplimiento de las normas en materia de seguridad e higiene en el trabajo, cuando las mismas supongan algún riesgo para el trabajador/a, sus compañeros o terceros, así como negarse al uso de los medios de seguridad facilitados por la empresa, o hacer uso indebido de los mismos".

La contundente respuesta se produce ante un evidente empeoramiento de las condiciones sanitarias en Limasam. Los datos cifran en 32 los trabajadores contagiados por el coronavirus, a los que sumar otros 15 que se encuentran aislados a la espera del resultado de la PCR. "La realidad es que al inicio de la pandemia había muchos menos casos que ahora", dice la concejala de Limpieza, Teresa Porras.

Precisamente, la edil fue una de las que dio la voz de alarma cuando detectó la presencia de tres trabajadores dentro de un camión sin mascarilla. "Con los datos que hay uno se pregunta si todos cumplen", admite García Paine, quien destaca que la mayoría de los operarios de la empresa sí es respetuosa con las medidas. 

El propio gerente confirma que en un momento determinado incluso se estudió la posibilidad de obligar a los empleados que no querían vacunarse a hacerlo. Una opción descartada tras realizar las consultas jurídicas pertinentes.