La Feria de Málaga tiene su origen en la Toma de Málaga por parte de los Reyes Católicos el 19 de agosto de 1487. Es lo que se celebra y por ello, en los últimos años se ha intentado rememorar el hecho histórico con una cabalgata.

Hoy, esa cabalgata que cierra la feria, se celebra por las calles del Centro Histórico de Málaga, uno de los lugares en los que la celebración permanece casi inalterado desde el último tercio del siglo XX. Quizá el casco antiguo sea el que más tiempo ha acogido la celebración.

Han sido más de veinte los cambios de localización de la fiesta grande de Málaga que hasta 1981 no tuvo un auténtico recinto específico para su celebración. 

Cabalgata histórica. Ayuntamiento de Málaga

En 1887 es cuando, según Esteban Raya y Antonio Jurado Pérez, se establece una feria estable con una zona concreta de celebración. Un siglo después de la inauguración de la nueva arteria de Málaga, cuando aún recibía otros nombres como Salón Bilbao o Paseo del Callao, los malagueños se divertían dejando escenas costumbristas como las recogidas en la litografía de Mitjana.

También quedan recuerdos literarios, como los recogidos en el trabajo de Isabel Jiménez Morales sobre la literatura costumbrista en la Málaga del XIX. La fiesta se fue ampliando a las calles de un espacio en el que la calle Larios aún no había nacido (se inauguró en 1891).

Precisamente, la inauguración de calle Larios coincidió con la feria y allí se celebró. Poco después, a finales de siglo, la celebración se llevaría a cabo en uno de los espacios que, más tarde, se convertiría en un espacio fijo durante quince años. Martiricos se convierte en 1893 en el centro de la fiesta.

Litografía de Mitjana, siglo XIX. Archivo Díaz de Escovar - Unicaja

Con el estreno del nuevo siglo, la Feria de Málaga se concentra en el eje este-oeste que conforman el Paseo del Parque y la Alameda. Allí se va alternando con el Paseo de Martiricos en el primer tercio del siglo.

Con la llegada de la II República, en 1931 se suspende la celebración por los disturbios ocasionados aquel año. Sin embargo, entre 1932 y 1935, los malagueños vuelven a elegir Martiricos para su celebración popular.

Como es lógico, con motivo de la Guerra Civil, entre 1936 y 1939 no se celebra la feria. Fue el último periodo sin fiestas populares, con la salvedad de la epidemia de tifus en 1941.

Carteles de la Feria de Málaga de 1892 y 1894. Archivo Díaz de Escovar - Unicaja

Después de la guerra, en 1940 y 1942, se vuelve a celebrar en el Paseo del Parque, un emplazamiento único. Pero el primer lugar establecido con un cierto atisbo de permanencia es Martiricos: allí se instala entre 1943 y 1958.

Luego volverá al Paseo del Parque durante ocho años, entre 1959 y 1967. En el 68 se lleva al Paseo Marítimo Ciudad de Melilla, durante cuatro ediciones (del 69 al 72) se lleva a otro de los espacios ganados de la ciudad, a la prolongación de la Alameda.

Así, Málaga va encontrando en la zona oeste la zona en la que celebrar sus fiestas populares. De la Alameda sigue creciendo a la zona noroeste para instalarse en el Arroyo del Cuarto y Haza Cuevas, en Carranque.

Situación de la Feria de Málaga en Carranque. barriadacarranque.es

Durante las ediciones que van de 1976 a 1980, el recinto ferial se retira un poco más de la ciudad para instalarse en el polígono El Viso. En aquellos años es cuando empieza a florecer la Feria del Centro, una iniciativa capitaneada por los empresarios locales para atraer a los malagueños en aquellas fechas. Una reacción para no despoblar el Casco Histórico en las fiestas populares.

En 1981, la dualidad se establece de forma clara y a la del centro se le une una feria mucho más formal. Así, se inaugura el recinto ferial de Teatinos, sobre el que hoy se asienta buena parte de la Universidad de Málaga. Allí estaría hasta 1997.

El espacio destinado a la Feria de Málaga a partir de 1998 es el actual recinto: Cortijo de Torres, un lugar hacia donde ha ido creciendo la ciudad. Hoy, la feria está rodeada de lugares importantes para la ciudad: el Palacio de Feria, el Auditorio, la avenida Ortega y Gasset y muy cerca de la Universidad, El Corte Inglés y varios polígonos industriales. 

En torno a Cortijo de Torres se llevan escuchando durante años rumores, ideas y proyectos que no llegan a fructificar. El último, convertirlo en un distrito comercial y de oficinas dejando los bajos de los edificios que se construyan para uso ferial.

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