Málaga

Hace 70 años, Francisco Hermoso se marchó de su Comares natal en busca de un porvenir mejor. Lo hizo acompañado de su esposa y compañera de viaje Dolores Repiso. Ambos decidieron probar suerte en Málaga capital abriendo en 1952 una pequeña tienda de alimentación en la esquina de calle Marqués. La llamaron Casa Paco, La Colmena. También decidieron llevar una fonda anexa al negocio.

Sus cuatro hijos se contagiarían después de aquel espíritu empredendor y la humildad que les caracteriza. Inauguraron hace 40 años el comercio con las mejores almendras tostadas del centro. Aperitivos Zali ha llenado las casas malagueñas de frutos secos y chucherías desde hace tres generaciones. Sus dos sedes (una en calle Moreno Carbonero y otra en calle San Juan) ofrecen una gran variedad de productos.

"Mi padre siempre se había dedicado a comerciar. Cuando se casó con mi madre y llegaron aquí pusieron la tienda para afianzarse. Imagínate aquella época: había que trabajar 18 o 20 horas todos los días y dormir muy poquito", cuenta Zacarías Hermoso Repiso a EL ESPAÑOL de Málaga durante una ajetrada mañana en la tienda principal donde no paran de entrar clientes con ganas de frutos secos recién hechos.

La tienda de Aperitivos Zali en calle Moreno Carbonero. I. V.

Un hombre espera en la entrada de Aperitivos Zali. I. V.

Es en 1960 cuando la familia enfocó el negocio hacía lo que actualmente ofrecen: los ricos frutos secos (crudos, tostados, fritos, con o sin sal, deshidratados), caramelos, gominolas, bombones, piñatas, tartas de chuches, muñecos de colección (tienen un ejército en cada estante) y artículos para fiestas de cumpleaños. Mientras, llevaban la pensión donde ofrecían comida y cama a la gente que venía de los pueblos.

Los Hermoso Repiso vivieron una época dura, pero con mucho esfuerzo y dedicación consiguieron reunir una parroquía fiel (más que clientes son amigos que se saludan de forma cariñosa y se alegran de verse). Los cuatro hijos decidieron seguir la tradición familiar abriendo en noviembre de 1981 su primera tienda en calle Guillén de Castro (frente al mercado de Atarazanas) con su nombre actual.

El origen del nombre

Seguramente muchos crean que el nombre del negocio, como suele ocurrir, tiene su origen en el del miembro fundador. En el caso de Aperitivos Zali, los cuatro hermanos decidieron coger las iniciales de cada uno y probar (Zacarías, Antonio, Loli e Isabel). "Continuar con la labor de nuestros padres y comer de ello es una alegría, una satisfacción", dice orgulloso el tendero de 57 años frente al mostrador.

Escaparate lleno de su especialidad: los frutos secos. I. V.

La pandemia les ha dado "un palo bastante gordo". "Antes íbamos bastante bien porque nosotros llevamos bastante tiempo funcionando. A raíz del virus, sobre todo el público adulto y mayor ha dejado de venir. Se nota bastante. Acudía mucha clientela de Málaga que tiene costumbre de bajar al centro a comprar. Muchos han perdido el hábito por miedo. Tenemos que recuperarla", reconoce.

Al coronavirus se suma otro factor de riesgo: tener un local alquilado en pleno centro atestado de franquicias, turistas y pisos de alquiler vacacional. "La llegada de estos establecimientos acarrea una subida de alquileres increíble. A nosotros no nos afecta todavía, pero conocemos a gente que ha tenido que dejar el negocio porque no puede permitirse pagar estos alquileres tan tremendos", reprocha el único de los cuatro hermanos en activo (los demás están jubilados).

"Hay muchos propietarios que son conscientes de lo que está pasando y tienen consideración con los inquilinos (como es su caso). A otros les da exactamente igual y suben a razón de cómo está el mercado", critica el dueño de Aperitivos Zali, que opina que el centro ha mejorado en muchos aspectos en las últimas décadas.

En el interior del comercio. I. V.

Sin embargo, Zacarías echa en falta más público local por la céntrica zona. "Cada vez hay más turistas y menos comercios originales. La gente al final nos sigue respetando y cuentan con nosotros. Pero cada vez cuesta más trabajo", se sincera el vendedor, que cree que Málaga pierde la identidad totalmente con el cierre de estos comercios, que con el paso del tiempo van menguando.

-¿Cómo resistís?

-Con muchos esfuerzo y echándole muchas horas desde muy temprano. Algunos festivos trabajamos a puerta cerrada.

-¿Quién recogerá el testigo de Apetivos Zali?

-Mis tres hermanos están jubilados. Yo eché los dientes atendiendo aquí. Mi hijo trabaja aquí conmigo y espero que continúe si la cosa se lo permite. Eso espero.

Artesanales

La especialidad de Aperitivos Zali son los frutos secos y los elaborados por ellos mismos en la parte de atrás de la tienda, visible desde el escaparate. "Nosotros tostamos y freíamos aquí frutos secos al estilo artesanal. Y los freimos con aceite de oliva bueno. Te los puedes llevar calentitos", anima Zacarías. Aunque su identidad se basa en el fruto seco, también ofrecen una gran variedad de caramelos y gominolas. Muchos los conocen como los de las chucherías.

Zacarías atendiendo a la clientela. I. V.

El perfil del público, reconoce Zacarías, ha cambiado para mejor porque la gente come más sano. "Para ellos tenemos una gran variedad de productos que los elaboramos tostados y sin sal: almendras, cacahuetes, anacardos, avellanas, pipas de calabaza, de girasol, pistachos", enumera el tendero, que reconoce que muchos vienen a por cositas para la ensalada. "Ya son plato de potaje", suelta entre risas.

Para los más golosos hay un abanico enorme de frutos secos fritos y con sal, utilizados sobre todo para el picoteo y las "copitas". Sin olvidar la gran variedad de gominolas, caramelos y chocolateados (Zacarías recomienda los arándanos con chocolate).

Desde julio de 2014 atienden en calle Moreno Carbonero número 10, junto al mercado de Atarazanas, y en calle San Juan número 30. "La verdad es que al principio cuando se montó la cosa funcionaba bastante bien. Había mucho público, había una demanda de más comercio y mi hermano abrió esta pequeña tienda (en referencia a la de calle San Juan", relata.

Año tras año, Aperiticos Zali se esfuerza por mantener la calidad que les caracteriza y, por supuesto, los precios económicos. "Vienen las familias desde hace tres generaciones, eso es una garantía de que se está haciendo bien", apunta Zacarías, que anima "a seguir apoyando el comercio tradicional malagueño porque si no perdemos la identidad". "Las franquicias las vamos a encontrar en todas partes y son siempre las mismas. Y siempre tienen el mismo dueño", zanja.

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