La apuesta de Málaga por contar en los próximos años con un ecobarrio, que sea plenamente sostenible, sigue avanzando. Aunque lo hace, eso sí, casi a cuenta gotas, toda vez que las bases del proyecto se pusieron sobre la mesa hace ahora década.
El último movimiento anunciado por el Ayuntamiento es la próxima licitación del contrato de asistencia técnica para la redacción y dirección de las obras de urbanización de la que será la primera fase de la también conocida como Manzana Verde.
El valor económico del servicio es de 116.374,44 euros (IVA incluido), incluyendo diferentes partidas para la redacción del proyecto, estudio geotécnico y levantamiento topográfico, la coordinación de seguridad y salud y la dirección de obras y liquidación.
La intervención programada afecta a una superficie inicial de 24.237,32 metros cuadrados, conformada por cinco parcelas sobre las que se levantarán otros tantos edificios, con capacidad para albergar 319 viviendas. A esta extensión hay que sumar otros 11.087,5 metros de zonas verdes, 6.157,58 metros de viario y cinco parcelas de equipamiento social, que ocupan un total de 1.320 metros.
De acuerdo con la información aportada desde el Consistorio, esta licitación está abierta a los profesionales del sector de la arquitectura y la ingeniería. La previsión es que el plazo de presentación de ofertas se abra al final de esta semana, dando un 30 días para la formulación de las mismas.
La zona de actuación es el sector SUNC-R-P-2 Camino de San Rafael. El presupuesto estimado para el total de la urbanización, contemplando tanto la urbanización exterior como de los espacios interiores, asciende a 3.448.366,92 euros (IVA incluido).
Con la Manzana Verde se busca dar protagonismo a un nuevo tipo de planeamiento urbanístico en el que ganan peso cuestiones relacionadas con la gestión de los recursos naturales, la eficiencia energética, la movilidad sostenible o la cohesión social.
Según las estimaciones, el impacto directo de este barrio sobre la ciudad será superior a los 115 millones, a través de mejoras en el espacio, a los que añadir la construcción de un total de 963 viviendas nuevas, optimizadas para que las familias puedan vivir en armonía con el entorno, al tiempo que son eficientes energética y socialmente.
"Se trata de una cohesión territorial y social dentro de un ámbito reducido (una macro-manzana de 400 menos de lado) que es posible gracias a la diversidad de espacios personales, comerciales, mercantiles, sociales y de ocio", precisan desde el Consistorio.
Además, el tráfico en el interior de la manzana se encontrará restringido a los propios residentes y la disponibilidad de los servicios y equipamientos de movilidad urbana se encontrará facilitada en círculos de radio inferior a los 300 metros.