El arranque este lunes de las obras en la primera fase del proyecto de transformación de la calle Carretería, que se extiende entre la Tribuna de los Pobres y la calle Postigo de Arance, va a obligar a cortar el acceso principal a la vía para el tráfico rodado. De acuerdo con el calendario manejado, la afectación se dejará sentir hasta la primera semana del mes de abril.
Ante esta circunstancia, el Ayuntamiento de Málaga ha diseñado soluciones alternativas que permitan minimizar el impacto. En este sentido, el Consistorio ha informado este viernes que el itinerario alternativo que se establece para la circulación es a través de la avenida de La Rosaleda-Cruz del Molinillo-calle Ollerías.
No obstante, para los residentes y para el transporte de mercancías que accede para atender a los comercios de la zona (de menos de 3,5 toneladas y 3,25 metros de altura), se establece el acceso directamente por la calle Postigo de Arance.
En cuanto a la carga y descarga, se habilita la acera sur entre la calle Ollerías y calle Dos Aceras, hasta calle Álamos. Esta superficie viene a sumarse a la acera norte, que ya está destinada a este uso.
La ciudadanía que precise información acerca del proyecto de regeneración, del trascurso de la obra, fases, así como la duración prevista, podrá acudir a un punto informativo que se instalará en los próximos días al inicio de la calle (en el tramo de acera entre calle Ollerías y Dos Aceras).
Cabe recordar que la ejecución de esta obra se realizará en cuatro fases. En la segunda de ellas, las actuaciones se centran entre la calle Postigo de Arance y la Plaza San Francisco; la tercera, entre la Plaza San Francisco y la calle Ollerías; y la cuarta, entre Ollerías y Dos Aceras/Álamos.
De cumplirse las previsiones municipales, Carretería pasará a ser un eje semipeatonal en unos 18 meses. Uno de los objetivos marcados es que el peso del tráfico de paso se verá seriamente limitado, quedando reducido en un 21%. La instalación de cámaras en la entrada a la misma permitirá filtrar el acceso sólo a aquellos que estén autorizados. Tras casi cinco años de espera, ya ha empezado la cuenta atrás.