Málaga

La Casa Invisible, edificio público okupado en Málaga de manera irregular hace ahora más de 14 años y que costó 4 millones de euros a las arcas municipales, vuelve al foco de interés municipal. Tras la renuncia del alcalde, Francisco de la Torre, a intervenir y a impulsar el desalojo del inmueble, es su socio de gobierno, Ciudadanos, el que toma el testigo. 

La formación naranja, sin que haya existido contacto previo con el regidor, acude al próximo Pleno municipal con una moción urgente en la que reclama su desalojo "con la mayor brevedad posible".

"No hablamos de una okupación con personas que tengan necesidades sociales sino de grupos organizados que se dedican a dar patadas en la puerta para tener su pequeño cortijo", ha afirmado de manera concluyente la portavoz naranja en la Casona del Parque, Noelia Losada.

Con este movimiento político, Cs busca el apoyo unánime de la Corporación para ir adelante con un proceso que no es nuevo. Hay que recordar que ya a finales de 2018, la Junta de Gobierno Local, acordó dar un plazo de 15 días para la desocupación de Nosquera 9 y 11. 

El expediente recogía numerosos incumplimientos por parte del colectivo de La Casa Invisible, caso del "ejercicio de actividades sin contar con las preceptivas licencias y/o autorizaciones, algunas de ellas como la de bar sin ligazón con actividades culturales que son el objetivo de la Fundación de los Comunes; la medida cautelar de cierre decretada en 2014 por razones de seguridad; falta de colaboración en las inspecciones requeridas e imposibilidad de acceso al personal técnico de este Ayuntamiento para la actualización de la inspección técnica de edificios con anterioridad a dicho acuerdo y que se acredite la necesidad de acometer las obras de rehabilitación..."

Una relación de infracciones enumeradas este miércoles por Losada para defender esta nueva reclamación. Pero a esto se suma un informe elaborado por la Concejalía de Cultura en la que se pone de manifiesto que "la supuesta actividad cultural que se promovía en el edificio ha ido claramente a menos y ha devenido en actividad política y social". Incluso, asegura que estas dependencias se han venido utilizando como punto logístico para manifestaciones.

En este contexto, Ciudadanos defiende que una vez se proceda al desalojo, el edificio sea objeto de una rehabilitación y sea destinado a uso cultural. Sobre este particular, ha recordado la existencia de numerosos colectivos en la ciudad que vienen reclamando espacios para desarrollar su actividad. Entre ellos, la moción cita la Fundación Mirabal, la Academia de Ciencia y Málaga Industrial del Siglo XIX, la Fundación Manuel Prieto y Málaga Diseño o la Fundación Pérez Estrada.

Frente a las tesis que defienden la liberación de La Invisible tras casi 15 años, hay que desde el colectivo Fundación de los Comunes se han realizado numerosos intentos de alcanzar un acuerdo con el Ayuntamiento para disponer de una cesión legal del inmueble e impulsar una actuación de conservación y recuperación del mismo. Pese a los numerosos contactos, la realidad es que nada de esto ha quedado plasmado documentalmente.

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