La espera a que viene estando sometido el antiguo convento de San Agustín, histórico edificio del Centro de Málaga, llega a su fin. Apenas días después de que se concretasen las valoraciones técnicas de las empresas que pugnan por hacerse con la obra de rehabilitación del inmueble, que albergará la sede de la Biblioteca Provincial del Estado, la mesa de contratación acaba de dictaminar su parecer.
De acuerdo con la resolución, a la que tuvo acceso EL ESPAÑOL de Málaga, la unión temporal de empresas (UTE) que ejecutará la transformación del edificio, cuyo origen data del siglo XVI, es la integrada por Ecsa, Reca y Bañuls. Atendiendo a la literalidad de lo recogido en el documento, su proposición es la que obtiene una mejor puntuación una vez ponderados todos los criterios.
En el plano económico, la oferta asciende a 12.386.051 euros (IVA excluido), lo que supone una rebaja de unos 3,6 millones de euros respecto al valor de licitación. A este detalle hay que sumar el hecho de que en el plano técnico fue la mejor considerada, al lograr 42 de un total de 50 puntos posibles.
En su análisis, la mesa destacó las aportaciones realizadas en los procesos constructivos y desarrollo de los trabajos. En concreto, se valoró la realización de una descripción muy detallada del edificio, "con gran claridad y precisión", constatando su "extenso" conocimiento.
"Es uno de los pocos estudios que recoge y con una imagen muy clara el bloque de ascensores que articula el área de San Agustín y que a consecuencia del estudio arqueológico sitúan fuera del zaguán acceso tradicional al edificio", indicaba.
Asimismo, en la ponderación de los capítulos técnicos se añadía: "Tras el espacio artesonado que une los dos patios se accede a través del claustro a la escalera histórica que se mantiene y se modifica en su segundo tramo; el proponente hace hincapié en esta parte del proyecto, una solución de suelo de cristal con un diseño minimalista que valora".
Y en la misma medida se otorgaba la mejor nota posible a la calidad de la cerámica prevista. "Perfecta adaptación de los colores de la cerámica de Triana a la celosía interior, una muestra de 10 que por supuesto no la ha realizado el taller cerámico que ha hecho la inmensa mayoría de las propuestas", exponían los técnicos.
La hoja de ruta trazada por el Ministerio de Cultura fija en 45 meses el plazo de actuación sobre el antiguo convento, que también ha sido sede del Ayuntamiento de la ciudad y Facultad de Filosofía…
La operación toma como punto de partida el proyecto del arquitecto Luis Arranz, quien modificó de manera sustancial el proyecto anterior, contratado en 2007 a la empresa Aepo, mucho más lesivo con los elementos originales de San Agustín.
La futura biblioteca tendrá dos accesos. Desde la calle de San Agustín se entrará a la parte que contiene los servicios internos de dirección, administración y trabajo bibliotecario, mientras que desde la calle de Pedro de Toledo se accederá a los servicios de la biblioteca abiertos a la mayoría de los usuarios.
Uno de los elementos protagonistas es la construcción de una bóveda acristalada sobre el patio principal, donde quedará localizada la sala de lectura y préstamo, especialmente pensada para el público.
A este elemento hay que sumar la apuesta por una fachada novedosa en Pedro de Toledo, "que sea malla, tamiz o celosía y que sin definir huecos consiga el efecto de decir que ese edificio es una biblioteca y además decirlo con la dignidad que proporciona una escultura".
La idea pasa por crear una doble piel: al interior con más cristal que macizo y por delante de ésta, una celosía de cerámica con los colores de los barros tradicionales de la región, con seis piezas del mismo tamaño y con las que se busca un efecto escultórico de estantería tradicional repleta de libros.