El ocio nocturno de Málaga va recuperando su actividad y las pistas de baile vuelven a latir y a estar repletas de gente tras la pandemia. Han sido meses complicados en los que parecía que nunca iba a aparecer el momento de volver a disfrutar de la música en una discoteca como lo conocíamos. Pero ya ha llegado.
Sin embargo, esta nueva normalidad y reapertura de locales de ocio a los que asiste la gente para divertirse se ha convertido en un escenario ideal para aquellos individuos que intentan drogar a sus víctimas para luego agredirlas sexualmente. Además del ya conocido modus operandi de introducir la droga en la bebida, se ha detectado una nueva técnica para lograr el mismo objetivo.
El nuevo método que emplean estos individuos consiste en inyectar la sustancia estupefaciente a la víctima con "una jeringa" dentro del local y no perderle la pista hasta que el agresor observe que flaquea. La finalidad que persiguen es provocar la pérdida de conciencia y evitar que recuerde lo que sucedió esa noche.
Esta técnica -empleada principalmente por violadores- ya ha afectado a más de un centenar de personas en Reino Unido, donde varios afectados han denunciado sentir "una picadura" y notar dolor e inflamación en la zona afectada, observándose la aparición de hematomas. Estos hechos siempre han tenido lugar en bares o discotecas, lo que ha derivado en la petición de los jóvenes a las autoridades para que revisen y controlen las entradas a los locales.
Esta técnica, de acuerdo con fuentes consultadas, ha podido llegar a Málaga. En la madrugada de este viernes un local de ocio nocturno de la capital tuvo que ser desalojado por el testimonio de una joven que alegaba "haber sufrido un pinchazo en el hombro", según un trabajador del establecimiento.
Hasta el lugar de los hechos se desplazó la Policía Local de Málaga, acompañados de efectivos del Grupo Operativo de Apoyo -GOA- y servicios sanitarios, que atendieron a la chica, practicándole las pruebas pertinentes para conocer la gravedad de la situación.
El revuelo que se formó en los alrededores de esta discoteca despertó a los vecinos de la zona: "De repente se escuchó mucho jaleo y las sirenas de la Policía", afirman algunos testigos. Era bien entrada la madrugada. Muchos de ellos se asomaron intrigados a su ventana para conocer de primera mano que sucedía debajo de sus casas.
Finalmente, la joven que argumentó haber sido víctima de esta nueva práctica fue trasladada en ambulancia a un centro hospitalario de la capital. Allí se le continuaron realizando exámenes y pruebas médicas con el objetivo de esclarecer lo sucedido en la madrugada de este viernes en una discoteca de Málaga.