El proyecto de remodelación del paseo marítimo de Pedregalejo, uno de los escenarios turísticos más transitados de Málaga, afronta un momento clave. Once meses después de que se diese a conocer el detalle de la transformación pretendida, el Ayuntamiento, como impulsor de la operación, empieza a mover sus piezas con el objetivo de sumar aliados en la financiación de una obra estimada en 6 millones de euros.
Con este objetivo, el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, ha remitido recientemente sendas cartas a la Dirección General de Costas y a la Junta de Andalucía en la que les plantea la posibilidad de que participen en la financiación de la iniciativa.
"Entendiendo que es un suelo titularidad de Costas y que cuenta con una concesión la Junta, entiendo que las tres administraciones pueden aportar a la renovación del paseo", defiende.
Si bien en la misma, tal y como ha expuesto a EL ESPAÑOL de Málaga, no se fija una suma para esta colaboración, el propio edil alude a la posibilidad de que existiese una distribución a partes iguales de la carga económica. Esto es, 2 millones de euros por administración.
Aunque López no condiciona la activación del proyecto a una respuesta positiva por parte de los dos organismos públicos, parece evidente que la misma será clave a la hora de afrontar una remodelación de varias anualidades. Hasta la fecha, los presupuestos municipales han ido sumando pequeñas cuantías para avanzar en el procedimiento y se espera que para la anualidad de 2022 haya una nueva partida.
Los meses ya transcurridos desde que se dieron a conocer las propuestas esenciales de la intervención han permitido a los responsables municipales acordar los elementos fundamentales con los empresarios hosteleros de la zona, particularmente preocupados por la zona a reservar para las terrazas, y los vecinos.
En lo que a los bares y restaurantes se refiere, la puesta en marcha de la operación de regeneración obligará a desmantelar las instalaciones fijas que actualmente existen en varios puntos del paseo. Y la pretensión es que las mismas no sean nuevamente recuperadas.
A esto se suma la idea de unificar la imagen del mobiliario del paseo, impidiendo instalaciones fijas. De este modo, en el momento en que termine la explotación comercial todo debería quedar recogido y pegado a la fachada, buscando con ello la máxima permeabilidad del espacio.
Una de las principales novedades del diseño planteado es que elimina el escalón que históricamente ha separado el espacio peatonal del paseo de la zona de terrazas de los bares y restaurantes, con lo que se "gana mucho en amplitud y uso ciudadano". La intervención se extenderá desde los Astilleros Nereo hasta la zona de las Acacias.
A lo largo de este recorrido se proponen tres escenarios de "uso colectivo". Uno de ellos, junto a Nereo, donde hay una explanada en la actualidad; otro en la plataforma que hay junto al Mafalda, y uno último junto al puente que cruza el arroyo Jaboneros para conectar con el paseo de El Palo.
Precisamente, lo que habrá de abordarse más adelante es el proyecto de regeneración de El Palo. Una iniciativa que forma parte del listado de proyectos de ciudad que el alcalde, Francisco de la Torre, presentó recientemente a un selecto grupo de empresarios e inversores. Según lo contenido en la ficha, el valor de esa obra es de unos 12 millones de euros.
La apuesta municipal por recuperar visualmente todo el frente litoral de la zona Este viene de antiguo. De hecho, hay que remontarse a hace casi cinco años para fijar el momento en que el Ayuntamiento licitó la contratación de sendas asistencias técnicas para la redacción de los proyectos de urbanización de ambos puntos.