Rafael García Fernández, 'Rafita', condenado por participar cuando tenía 14 años en el asesinato de Sandra Palo, tenía orden de búsqueda y captura por un juzgado de Instrucción de Málaga por no pagar toda la multa impuesta en la sentencia que lo condenó por estafar con la venta de un radiocasete. En la tarde de este jueves, la Policía Nacional le detnía mientras paseaba por una calle de Madrid.
Asimismo, fuentes judiciales han explicado que será puesto en libertad pronto porque su hermana ha pagado lo que restaba del total de la multa. La causa parte de la denuncia presentada en noviembre de 2020 por una persona que le compró a través de una aplicación de compraventa un radiocasete que no funcionaba.
El Juzgado de Instrucción número 11 de Málaga fue el que dictó la sentencia en la que se le condenaba por un delito leve de estafa a la pena de multa de tres meses con una cuota de diez euros al día; es decir, el pago de 900 euros. Además, se le suma una indemnización al perjudicado de 80 euros, correspondiente a lo que había pagado por el aparato.
'Rafita' pagó esa indemnización y comenzó a abonar la multa, pero dejó de hacerlo el pasado mes de septiembre, por lo que el juzgado acordó la sustitución de lo que quedaba de multa, en concreto 650 euros y 32 días de prisión. Antee sta situación, se dictó una orden de busca y captura.
No obstante, fuentes cercanas a la investigación han explicado que una hermana del condenado ha abonado este pasado jueves lo que restaba por pagar de multa, por lo que posiblemente este saldrá de prisión, ya que se habría cumplido la sentencia.
El arresto, por su parte, tuvo lugar este pasado jueves sobre las 11.00 horas en la calle Concejo de Teverga, en el madrileño barrio de Entrevías. Con esta son 22 detenciones por multitud de delitos y le constan 16 órdenes de búsqueda ya cesadas.
Los agentes le identificaron por la calle y al comprobar quién era y su orden de busca y captura pendiente de este mismo mes en Málaga fue arrestado y puesto a disposición del juez, que ha ordenado su ingreso en prisión, en la que ya se encuentra, han indicado las mismas fuentes.
La última vez que se detuvo a 'Rafita' fue este mismo mes de junio por parte de la Guardia Civil por liderar una banda especializada en robos en Madrid por el método del alunizaje, principalmente en negocios de hostelería y restauración. A los tres apresados les atribuyó la autoría de una veintena de robos en diferentes establecimientos de la Comunidad de Madrid.
Amplio historial delictivo
R.G.F., más conocido como 'Rafita', fue condenado por participar cuando tenía 14 años en el cruel asesinato de Sandra Palo, ocurrido en mayo de 2003. La joven de 22 años era discapacitada intelectual y una noche cuando llegaba a casa de un taller fue secuestrada por varios chicos, que la violaron, la atropellaron y la quemaron viva.
La detención de ayer de Rafael Fernández se suma a más de una veintena de antecedentes tanto durante su etapa de libertad vigilada, es decir, mientras cumplía la segunda fase de las medidas judiciales establecidas por este crimen, como después.
La mayoría han sido por robo de vehículos, usurpación de vivienda, daños y delitos contra la seguridad vial. Ha ingresado al menos tres veces en prisión, de la que ha salido a los pocos meses. Llegó hasta a cambiarse el orden de los apellidos para despistar a la Policía y su historial delictivo.
Pero la acusación más grave que soportaba hasta ahora era la de pertenecer a un grupo criminal desarticulado en 2011 en la operación 'Ceniza'. Sus integrantes, asentados en la Cañada Real Galiana, desguazaban coches robados para vender las piezas.
Pero a pesar de su desarticulación hace una década volvieron poco después a las andadas en lo mismo y fueron arrestados de nuevo a principios de 2018. En la misma operación cayeron también sus hermanos Eduardo, Ricardo y Daniel, que también son multirreincidentes.
'Rafita' vivía de pequeño Alcorcón, pero se trasladó hace unos años a la antigua vía pecuaria cuando fue desahuciado de la vivienda familiar de protección oficial. Luego se le perdió la pista de su residencia, aunque se sabe que se casó y tuvo hijos, pero siempre andaba por esas mismas zonas, entre ellas el núcleo getafense de Perales del Río.