Corría el mes de octubre de 2011 cuando la Fundación Corinto celebraba su acto de bendición e inauguración como economato social de Málaga. Diez años más tarde se ha convertido en un referente para atender a muchas familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad.
El funcionamiento de Corinto está íntimamente ligado a las cofradías de Málaga. Las familias que las agrupaciones consideren que necesiten colaboración pueden acudir con una tarjeta a la fundación y hacer una compra de aquellos productos que echan en falta. De esta manera, "ellos abonan el 25% del total y el resto del pago corre por cuenta de la cofradías de la fundación", explica José Manuel Álvarez, presidente de la fundación y Hermano Mayor de Fusionadas. Este sistema de compra compartida permite a las familias adquirir una compra mensual de productos básicos y variados, pero elegidos por ellas.
Por tanto, la máxima de esta fundación "es el bien común", explica Álvarez. La unión de las cofradías ha hecho posible la creación de Corinto, representadas por las más de 500 personas que han pasado por el equipo de voluntariado, "la fuerza motriz" de Corinto. Algunas de ellas comenzaron prestando su servicio desde el inicio y se mantienen en la actualidad "al pie del cañón".
Es el caso de José Jaime, el voluntario más longevo de la asociación, que con sus 90 años continúa yendo cada día a echar una mano en el área que sea. Comenzó a prestar su servicio desde el primer momento, y en estos diez años "jamás ha faltado", relata Amalia Gutiérrez, gerente de Corinto. Igualmente, el grupo de voluntarios jóvenes, compuesto por estudiantes universitarios y hermanos de las cofradías de la fundación, "hicieron una labor impresionante este pasado verano", continúa Gutiérrez. Precisamente, en este tiempo, los voluntarios más noveles suplieron la labor de los mayores, resguardados en sus casas por la pandemia. Sin ellos, la asociación "no podría andar".
La evolución y la importancia de esta fundación en Málaga se hace evidente a través de los datos: El primer mes de apertura se atendieron a 11 familias; y en el mes de septiembre de 2021, 623 familias reclamaron estas ayudas. Por tanto, la asociación atiende, anualmente, una media de 6.000 familias. "El único objetivo de Corinto ha sido y será siempre prestarles la mejor atención posible", explican. Y ya van 10 años.
En esta década, son más de 120.000 horas las que han dedicado los voluntarios a hacer el bien desde la fundación. De hecho, se ha triplicado el número de personas que prestan ayuda de manera altruista en este tiempo. Por tanto, el total de voluntarios que han colaborado con la fundación Corinto asciende hasta las 545 personas.
En este sentido, las aportaciones económicas que reciben -en torno a los cuatro milones de euros en estos diez años- se gestionan para acometer programas de atención que permiten ampliar el número de familias beneficiarias en el Economato. Igualmente, las donaciones de alimentos recibidas por parte de algunas empresas se reparten siempre "de forma gratuita y equitativa entre los usuarios", destacan desde Corinto.
Finalmente, este Economato de las cofradías de Málaga, con sede en la Alameda de Capuchinos desde el año 2013, gracias a la "crucial" colaboración de la Fundación Lágrimas y Favores, ha cumplido una década prestando ayuda a miles de familias malagueñas y mejorando su calidad de vida. Que sean muchos más.