El proceso de desalojo de la Casa Invisible, que desde hace más de 14 años viene okupando un edificio de titularidad municipal en pleno Centro histórico de Málaga, queda formalmente activado. Así ocurre después de que el colectivo social y cultural recibiese ayer por la tarde lunes la notificación remitida por el Ayuntamiento de la capital ordenando la salida del inmueble.
Desde la recepción del apercibimiento, el movimiento dispone de 15 días para abandonar la construcción de manera voluntaria, algo que no parece previsible dados los últimos movimientos. La Invisible ha dado a conocer estas novedades por medio de un comunicado en el que critica que sigue "sin acceso al expediente y a los supuestos informes técnicos" en los que el equipo de gobierno del PP y Ciudadanos sustentan la decisión adoptada.
"Sin lugar a dudas, el Ayuntamiento oculta esos informes, de los que solo ofrece contenido de manera sesgada e interesada, ya que en ningún caso justificarían la necesidad de desalojo", sostienen desde La Invisible.
Unos argumentos que no son suficientes para el colectivo afectados. "Es evidente que esa decisión atiende a motivos estrictamente políticos, puesto que no existe riesgo alguno en el edificio que exija una medida cautelar de cierre", arguyen, al tiempo que recuerdan la existencia de un proyecto para rehabilitar el edificio elaborado por La Invisible que permitiría ejecutar la intervención por fases.
Según el colectivo, frente a este planteamiento lo que hace el Ayuntamiento es anunciar el desalojo y cerrar el edificio, pretendiendo "adjudicarlo a una entidad que asuma los costes de la rehabilitación". "En otras palabras, se trata, como hemos denunciado en repetidas ocasiones, de una privatización encubierta: una cesión por un período de hasta 75 años que de ninguna forma garantiza el uso cultural del edificio, una opción en absoluto rentable", añade.