2021 termina y el último semestre ha sido crucial para el futuro de Dani Pérez. El ya líder de los socialistas malagueños se ha embarcado a lo largo de la segunda mitad del año en diferentes aventuras que han acabado por salirle bien: desde el apoyo a Juan Espadas hasta conseguir la secretaría general del PSOE de Málaga. Apuestas que le han supuesto un arduo trabajo y que, ante próximo ciclo electoral, le darán mucha tarea.
El paso de apoyar a Juan Espadas, primero como candidato a la Junta y luego como líder regional, puso a Dani Pérez enfrente de la dirección provincial del partido. En las semanas previas al 13 de junio, fecha en la que se impuso a Susana Díaz en las primarias, la tensión era clara entre las familias socialistas. En Andalucía ganó Espadas; en Málaga -de forma pírrica- ganó Díaz.
Esto no significaba más que en Málaga había mucho trabajo que hacer. Y a Pérez parece que le apetecía meterse en aquel lío. En la noche de las primarias en Sevilla, el malagueño aparecía continuamente junto al vencedor. Y no lo hacía de forma artificial, sino que ambos conversaban: Pérez había sido una pieza importante en la campaña.
Con el congreso federal de octubre, empezaron a escucharse las primeras voces contrarias a que Dani Pérez agrupara el poder y la candidatura a la Alcaldía de Málaga. Entonces, la provincia sólo conseguía un puesto en la ejecutiva de Sánchez. Mari Nieves Ramírez era la elegida. La salida de Nacho López y sus declaraciones sobre las ganas de trabajar en su tierra, hacían saltar las alarmas de los de Pérez.
Pero a pesar de las muchas voces y la infinidad de nombres que fueron apareciendo, sólo José Antonio Gómez, alcalde de Ojén, acabó plantándole cara al ahora secretario general. No sirvió de nada, porque el 21 de noviembre Dani Pérez ganaba las primarias al liderazgo de los socialistas.
Para eso tuvieron que pasar varias semanas de lucha intestina. El 7 de noviembre el candidato a alcalde de la capital ya confirmaba su intención de unir al PSOE. "Es mi objetivo: contar con todos y todas sin mirar etiquetas, ni del pasado ni actuales. Mi candidatura es la del PSOE de Málaga; quiero que todos los socialistas malagueños se sientan representados en ella"
En una entrevista concedida a EL ESPAÑOL de Málaga confirmaba que Pepe Bernal, susanista hasta las primarias, sería su secretario de organización, un puesto clave en el PSOE. "Si le diré que Pepe Bernal es un compañero de una gran valía que estoy seguro de que, si así lo quiere la militancia, va a tener un papel importante en el futuro proyecto". Y así fue.
En noviembre Dani Pérez recibió la bendición de Pedro Sánchez y Juan Espadas en el congreso andaluz. En el paseíllo triunfal de Sánchez, se paró frente a Pérez. Le agarró la cara y cruzaron sus miradas. Estaba claro: era el candidato.
Fue el 12 de diciembre, hace apenas 20 días, cuando Pérez conseguía terminar el año con el triunfo ansiado. Su ejecutiva provincial conseguía un 86% de votos favorables. Similar al que consiguió Juan Espadas en el congreso regional. Tras un largo proceso, Pérez conseguía el consenso de los socialistas en Málaga.
Aunque en estos días el candidato a la alcaldía de la capital está confinado, sólo en sus mejores escenarios habría imaginado un año como este: apoya a Espadas y gana haciéndose con el control del PSOE andaluz. Le nombran sucesor y consigue, en un primer paso, unir a los socialistas malagueños, descosidos tras las primarias. Además, su candidatura de consenso recibe un apoyo mayoritario.
El año ha terminado para Dani Pérez de manera casi idílica en lo político. Sin embargo, por delante tiene un año en el que todo apunta que tendrá que volver a enfrentarse en una campaña a Francisco de la Torre, el alcalde popular que ha ido venciendo en las dos últimas décadas a todo lo que se le ha puesto por delante.