Málaga retoma el sueño de tener un puerto deportivo a 2 horas y media de Madrid: la marina de San Andrés
El Puerto prevé cerrar en enero la adjudicación para que una empresa privada construya y explote esta infraestructura, que tendrá al menos medio millar de atraques.
4 enero, 2022 05:11Noticias relacionadas
Pasan casi doce años desde el momento en que el Puerto de Málaga adjudicó a una empresa privada la construcción y explotación comercial de una marina deportiva en la zona de San Andrés. Un punto estratégico del recinto portuario, situado a apenas diez minutos a pie de la estación del AVE, desde donde la Costa del Sol se da la mano con Madrid en dos horas y media.
Pero aquel primer intento acabó en naufragio. La incapacidad económica de las firmas elegidas, afectadas de lleno por la crisis económica que era ya evidente, dio al traste con un proyecto que ahora vuelve a tomar impulso. Tanto es así que la Autoridad Portuaria, tras una espera más larga de lo deseado, da por seguro que a lo largo del próximo mes de enero se formalice la adjudicación de la infraestructura. Una pieza más en la apuesta por la náutica de lujo, que ya queda patente con la construcción de la marina para megayates.
Tres son las propuestas que hay encima de la mesa y, por lo que cuentan, las tres de gran calidad. La voluminosa documentación presentada ha hecho que la mesa de contratación lleve meses estudiando su contenido. Una labor imprescindible, justamente, para evitar sobresaltos como los ocurridos hace más de una década.
Del trío de grupos destaca, por su ya conocida vinculación con el puerto, la de Marina Málaga San, S. L. que tiene tras de sí el mismo fondo de origen catarí que promueve la construcción del hotel de 116 metros de altura junto al dique de Levante. A estas hay que sumar las de la Unión Temporal de Empresas (UTE) integrada por Formentera Mar, S. L., y Aliana Cubed, S. L.; y la de San Andrés Marina Banús, S. L.
A la espera de conocer todos los detalles de las ofertas, el mínimo exigido por el Puerto permite hacerse una idea del resultado final. La línea seguida en este segundo intento por desarrollar este equipamiento es muy semejante a la anterior ocasión. El futuro puerto deportivo tendrá capacidad para al menos 503 embarcaciones, de las cuales 350 tendrían hasta 12 metros de eslora, 150 entre 12 y 30 metros y dos serían mayores de 30 metros (se precisa que deberán permitir hasta 50 metros de eslora).
A cambio de la inversión necesaria, el futuro concesionario dispondrá de un periodo de explotación de 50 años. Tendrá derecho, además, sobre una superficie de lámina de agua en la margen derecha de la desembocadura del río Guadalmedina de 93.938 metros cuadrados, así como una superficie de tierra en la explanada de San Andrés de 20.358 metros.
Entre las condiciones impuestas en el proyecto está la de tener que construir al menos 300 plazas de aparcamiento en superficie, la edificación de un complejo náutico (club náutico, escuela de vela, otras enseñanzas náuticas, restauración, pequeño comercio y actividades sociales) de 2.200 metros cuadrados, con una altura máxima de 8 metros (PB+1).
Asimismo, tiene que desarrollar locales comerciales (restauración, comercio especializado en sector náutico, pequeño comercio auxiliar) de 3.000 metros cuadrados, prohibiendo el uso de discoteca o negocios similares.
Para tratar de hacer más atractiva la baja edificabilidad asignada al proyecto, el Puerto introdujo una pequeña modificación con el objetivo de ampliar los espacios de terraza de los que dispondrán estos negocios. Otro de los elementos a incluir es un edificio de capitanía del puerto y torre de control (PB+2 más torre de control según necesidades del proyecto), con unos 200 metros.