La propiedad del antiguo edificio de Correos de Málaga, comprado hace dos años por el magnate israelí Haim Tsuff tras desembolsar 23,5 millones de euros, parece haber encontrado una vía mediante la que desbloquear su conversión y transformación en hotel. Una fórmula que, como afirma su representante autorizado, Francisco Ruiz, permite "empezar a ver la luz al final del túnel".
La solución, que debe ser objeto de la correspondiente tramitación, consiste en la aportación por parte de la propiedad de dos parcelas de suelo localizadas en el término municipal de Málaga mediante las que compensar el cambio de uso de Correos.
Fincas sobre las que ya hay conversaciones avanzadas. En el supuesto de que el planteamiento tenga el visto bueno por parte de la Gerencia de Urbanismo, se habrá superado el principal escollo que viene frenando el avance de la operación en los últimos años.
Ruiz, pone en valor la colaboración que desde el principio está teniendo por parte del Ayuntamiento y de la Junta de Andalucía. De hecho, la aprobación de la nueva ley urbanística de Andalucía, la conocida LISTA, puede resultar clave, ya que su contenido modifica ciertos aspectos de la anterior normativa que simplifican el mecanismo de compensación que se exige para cualquier cambio de uso.
Ello supone una puerta abierta al futuro de la iniciativa empresarial, que, como reconoce su representante, hasta la fecha se había topado con numerosas dificultades normativas. Pese a ello, afirma: "La empresa sigue apostando por Málaga, con la idea de levantar un hotel emblemático". Y destaca que la propiedad "no pone límites al desarrollo del proyecto; quiere lo mejor posible para ese edificio, a nivel de diseño, de explotación, y si es un 5 estrellas mejor que un 4 estrellas".
Desde el Ayuntamiento, el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, mantiene la cautela. Aunque admite la existencia hasta la fecha de encuentros "informales" con la propiedad, en los que se han sondeado posibles opciones, incide en la necesidad de que todo ello quede formalizado en la presentación oficial de la propuesta. Será en ese momento cuando, precisa, se iniciará su estudio.
El representante autorizado de la propiedad, por su parte, confirma la presentación de "un escrito oficial" ante el ente municipal, aunque reconoce que ahora resta por trasladar la documentación completa con todos los detalles de los suelos.
El Ayuntamiento ha actuado en los últimos meses contra la situación en la que se encuentra el inmueble. De hecho, ordenó a la propiedad a tapar los huecos existentes en el mismo, con el objeto de evitar la entrada de okupas. Hay que recordar que varios de ellos permanecieron durante horas en uno de los espacios interiores del edificio.
A la espera de una resolución favorable de esta operación, pasan ya casi 12 años desde que Correos permanece cerrado. Fue a mediados de 2010 cuando el organismo estatal lo abandonó tras treinta años de explotación como espacio público.
Los problemas de conservación detectados obligaron a la Administración estatal a activar un proyecto de rehabilitación que llegó a ser licitado por unos 10 millones de euros. Pero nunca se ejecutó. Lejos de continuar con su mantenimiento, el Gobierno, en aquel entonces con José Luis Rodríguez Zapatero al frente, lo incluyó como parte del pago a la Junta de la conocida como deuda histórica. Le puso un precio elevado: 30 millones.
La Junta, ya con el cogobierno del Partido Popular y Ciudadanos al frente, activó su subasta a finales de 2019. La operación fue exitosa. La sociedad Nitsba Spain lo compró por 23,5 millones de euros. Lo que inicialmente pidió la Administración regional eran 16,8 millones.