Málaga

El mismo fondo de inversión catarí que promueve la construcción de un hotel de 116 metros de altura en el puerto de Málaga va a ser el que impulse la marina deportiva de San Andrés. La oferta presentada por Marina Málaga San, S. L., es con diferencia la que mejor puntuación acaba de recibir por parte de la mesa de contratación encargada de analizar la propuesta de concesión de este proyecto.

De acuerdo con los datos conocidos por EL ESPAÑOL de Málaga, la sociedad mercantil, que está compitiendo con otras dos entidades, prevé una inversión de 44 millones en la ejecución material de la marina. En la iniciativa, el grupo principal cuenta con la participación de Igy Marinas y Ocean Capital Partners, socios en la marina de megayates que ya se construye en la zona del muelle 1. 

Es la cifra más elevada de todas las formuladas, siendo uno de los elementos clave para que haya obtenido una puntuación técnica de 45,27, frente a los 37,33 de San Andrés Marina Banús, S. L., y los 35,63 de la Unión Temporal de Empresas (UTE) integrada por Formentera Mar, S. L., y Aliana Cubed, S. L.

Siendo relevante el detalle técnico, lo que más sorprende de la oferta del fondo catarí es el impacto que, de ser finalmente validada por la mesa de contratación y por el consejo del Puerto, tendrá sobre las cuentas del organismo portuario. En el plano económico mejora con creces los valores mínimos fijados en el pliego de condiciones tanto en la parte del canon de ocupación como en el de actividad.

En este último, según los datos que ha podido conocer este periódico, eleva por encima de los 1,5 millones de euros anuales la oferta. Esto supone un 2.155% más que el canon de partida establecido por el Puerto. Aplicando esta cifra a los 50 años del periodo de concesión fijado, lo que acabará recibiendo el ente público sólo por la actividad son unos 75 millones de euros.

Las mejoras de los otros dos grupos están en las antípodas. En este caso, la UTE liderada por Formentera mejoraba en 350.000 euros el precio de partida, mientras que San Andrés Marina Banús lo hace en 12.086 euros.

¿Qué ocurre con la tasa de ocupación? Aquí los niveles de mejora son más contenidos. La exigencia de partida económica era de 335.735,18 euros. Sobre ella, Marina Málaga San y Formentera ofrecen un aumento de poco menos de 168.000 euros, mientras que Banús lo hace en 117.507,31 euros.

Para evitar que se repitan episodios como el ocurrido hace ahora más de una década, cuando el Puerto se vio en la obligación de rescatar la concesión adjudicada para la construcción de esta misma marina deportiva ante la incapacidad económica de los concesionarios, los técnicos de la institución tienen previsto revisar en detalle los aspectos de la viabilidad económica.

En el supuesto de que todo esté en regla, la idea es que primero la mesa de contratación haga la propuesta de adjudicación y, después, el día 4 de febrero, el Consejo de Administración del Puerto dé luz verde a la adjudicación.

A la espera de conocer todos los detalles del futuro puerto deportivo, se sabe que al menos deberá contener un mínimo de 503 atraques para embarcaciones: 350 de ellas de hasta 12 metros de eslora, 150 entre 12 y 30 metros y dos serían mayores de 30 metros (se precisa que deberán permitir hasta 50 metros de eslora). 

A cambio de la inversión necesaria, el futuro concesionario dispondrá de un periodo de explotación de 50 años. Tendrá derecho, además, sobre una superficie de lámina de agua en la margen derecha de la desembocadura del río Guadalmedina de 93.938 metros cuadrados, así como una superficie de tierra en la explanada de San Andrés de 20.358 metros.

Entre las condiciones impuestas en el proyecto está la de tener que construir al menos 300 plazas de aparcamiento en superficie, la edificación de un complejo náutico (club náutico, escuela de vela, otras enseñanzas náuticas, restauración, pequeño comercio y actividades sociales) de 2.200 metros cuadrados, con una altura máxima de 8 metros (PB+1).

Asimismo, tiene que desarrollar locales comerciales (restauración, comercio especializado en sector náutico, pequeño comercio auxiliar) de 3.000 metros cuadrados, prohibiendo el uso de discoteca o negocios similares.

Para tratar de hacer más atractiva la baja edificabilidad asignada al proyecto, el Puerto introdujo una pequeña modificación con el objetivo de ampliar los espacios de terraza de los que dispondrán estos negocios. Otro de los elementos a incluir es un edificio de capitanía del puerto y torre de control (PB+2 más torre de control según necesidades del proyecto), con unos 200 metros.

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