La posibilidad de que Málaga se convierta en sede de la Copa América en el año 2024 sigue abierta, aunque no se antoja sencilla. Menos de un mes después de que el alcalde, Francisco de la Torre, confirmarse el deseo del Ayuntamiento de optar a este evento deportivo internacional, el presidente del Puerto, Carlos Rubio, ha admitido el impacto positivo que tendría tanto para la ciudad como para el recinto, pero ha advertido de la existencia de "limitaciones" para poder responder a las exigencias del acontecimiento.
Rubio, al ser preguntado de manera directa, ha confirmado que en los últimos meses ha habido "muchas reuniones" en las que se han analizado y valorado posibles alternativas físicas dentro del espacio portuario, si bien por el momento no existe una decisión.
Hay que recordar que la selección final de la sede de la Copa América 2024 corresponde al último equipo ganador de la competición. Por lo que se sabe hasta la fecha, además del deseo de Málaga, se habla de Auckland, en Nueva Zelanda; de Cork, en Irlanda, y de Jeddah, en Arabia Saudí, como posibles aspirantes.
Aunque sin ofrecer muchos más detalles, el presidente de la Autoridad Portuaria ha considerado "incompatible" la zona de San Andrés para este evento, dado que está previsto que a lo largo de este año o principios de 2023 se inicie la construcción de una marina deportiva con medio millar de puntos de atraque. Preguntado por los posibles espacios alternativos, ha hablado de la zona de Levante, donde sería preciso ejecutar "construcciones complejas".
En cuanto al puerto, deportivo de San Andrés, Rubio ha confirmado que la adjudicación de la concesión por un periodo de 50 años, va a ser objeto de decisión en el Consejo de Administración que tiene lugar este jueves.
La oferta mejor valorada por la mesa de contratación es la presentada por Málaga Marina San, que cuenta con el mismo fondo de inversión catarí que promueve el hotel de 116 metros de altura en el dique de Levante. La inversión prevista por la mercantil es de unos 44 millones de euros.