El proyecto que va a permitir convertir la antigua Casa de Botes del puerto de Málaga en un restaurante de primer nivel ya tiene vía libre. Tras demorarse más de lo previsto inicialmente, el Ayuntamiento acaba de otorgarle a Grupo Trocadero, que cuenta con la concesión demanial del inmueble, la licencia de obras con la que rehabilitar integralmente la construcción.
La autorización ve la luz después de que Trocadero se hiciese con el edificio hace ahora más de un año. Y después de que el promotor haya tenido que realizar numerosos ajustes en la documentación presentada desde que solicitó formalmente la licencia a principios de 2021. Todo ello queda ahora subsanado, tal y como se recoge en la resolución firmada ayer viernes.
De acuerdo con los detalles oficiales, la inversión material planteada sobre el inmueble, que data de 1953, supera los 1,9 millones de euros, con un plazo de materialización máximo de 24 meses. Son parámetros orientativos, dado que la inversión manejada por Trocadero para poner en marcha este negocio se estima en unos 4,8 millones de euros.
En cuanto al desarrollo de los trabajos de adecuación de Casa de Botes, el calendario que tienen en mente en el grupo empresarial es que pueda abrir sus puertas a finales del presente ejercicio. Este edificio tiene una superficie construida de 1.078 metros cuadrados, distribuidos en planta baja (unos 735 metros) y primera planta (343 metros).
Desde Urbanismo se precisa que la licencia sólo ampara la obra civil a ejecutar, "sin que suponga autorización para destinar específicamente el local a un establecimiento de características determinadas, así como que, con carácter previo al ejercicio de la actividad que, en su caso, se pretenda desarrollar, deberá realizar la comunicación del inicio de la misma mediante declaración responsable ante el Servicio de Apertura". Asimismo, se alude a la necesidad de presentar el informe definitivo favorable del Servicio de Extinción de Incendios y Protección Civil.
La idea pasa por destinar parte del inmueble a la carta ya conocida de la firma, con la apuesta por carnes, pescado y ensaladas, y, como novedad, introducir otra zona con carta ecológica. La parte de terraza, con unos 363 metros cuadrados, estará reservada a las copas.
Una de las particularidades de esta operación es que va a permitir dar continuidad a la zona de paseo peatonal conectando, así, con el nuevo mirador colindante, integrando este espacio portuario en las áreas destinadas a uso ciudadano. Entre las exigencias que tiene que cumplir la empresa está la mejora de los accesos peatonales y conexiones y flujos peatonales exteriores cercanos, "al menos y en particular desde Muelle Uno".